Un estudio publicado por la de la universidad canadiense de Ontario Occidental registró la actividad del centro del sistema nervioso después de la muerte. Para el experimento, los científicos analizaron electroencefalogramas de cuatro pacientes terminales 30 minutos antes y después de desconectarlos de las máquinas que los mantenían respirando.
Los datos del estudio fueron publicados en la revista Canadian Journal of Neurological Sciencies. Según manifestaron los autores del artículo se registraron en los cerebros oscilaciones eléctricas inusuales e, incluso después del deceso, el cerebro de uno de los pacientes permaneció activo.
Asimismo, 10 minutos después del paro cardíaco, a través de una serie de observaciones, incluyendo la ausencia de pulso y pupilas no reactivas, el paciente experimentaba el mismo tipo de ondas cerebrales (ondas delta) que se obtienen durante el sueño profundo.
Para los expertos, es difícil de explicar que el cerebro de una persona se mantenga con algún tipo de actividad después de haberse declarado clínicamente muerta. Es por ello que se necesitan más estudios para obtener resultados concluyentes, consideraron.
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La compañía australiana de inteligencia artificial Humai desarrolla en la ciudad de Los Angeles una investigación para devolverle la vida a las personas muertas.
El primer ser humano podría ser resucitado dentro de 30 años, dijo a la revista Popular Science el fundador de la empresa, Josh Bocanegra.
En una primera etapa, tenemos planificado recoger datos sobre nuestros miembros durante su vida mediante varios programas que estamos desarrollando, explicó.
Después de la muerte, el siguiente paso sería congelar el cerebro mediante la tecnología criónica hasta que la técnica evolucione para implantar el cerebro en un cuerpo artificial, añadió.
Según Bocanegra, las funciones del cuerpo artificial serán controladas con el pensamiento mediante la medición de las ondas cerebrales.
A medida que el cerebro envejezca, utilizaremos nanotecnología para reparar y mejorar las células. También, nos ayudará la tecnología de clonación, argumentó.
De esa manera, en lugar de aceptar que un ser querido ha muerto, con ayuda de una representación artificial de él en forma de aplicación o programa, sus familiares podrán interactuar con él como si estuviera aún vivo, concluyó.