Beji Caid Essebsi , un experimentado político de 88 años de edad fue elegido recién presidente de Túnez, el mas pequeño de los países de Africa, situado en la costa mediterránea y el primero en iniciar, en 2011 el camino hacia la democracia, en lo que se llamó “la primavera árabe”.
El resultado de la elección que lleva a un conservador laico a la primera magistratura, revela el deseo de los tunecinos de ser dirigidos por un político de experiencia, distante de la presión religiosa y a quien creen capaz de poner término a un caótico periodo de transición lleno de enfrentamientos y penurias económicas, señalan los analistas.
Aún cuando la República Tunecina obtuvo su independencia en 1957, los franceses continuaron siendo autoridad en la nación durante mas de una década. El líder político Habib Bourguiba que inició la lucha independentista en 1934, gobernó como jefe de la nación hasta 1987 cuando fue depuesto por Zine El Abidine Ben Ali, quien instaló su dictadura hasta 2011 cuando cayó a consecuencia de la revolución “primaveral” que lo hizo huir hacia Arabia Saudita.
Desde entonces gobernó en forma interina, Moncef Marzouki, quien fue el adversario de Essebsi en las elecciones del fin de semana.
Aunque el mandatario derrotado fue capaz de conducir el proceso que en enero pasado permitió promulgar una nueva constitución, los tunecinos le adjudican la incapacidad de detener la ola de asesinatos y la violencia islamista, además de no haber podido hacer que la economía del país remontara.
Según el último recuento, Essebsi obtuvo el 55,68% de los votos, en tanto Marzouki se quedó con el 44,32% de los sufragios.
«Es el fracaso de Marzouki lo que hizo que Essebsi se viera como un estadista que ayudaría a los tunecinos a enfrentar y lidiar con estos grandes desafíos», dijo Kamel Labidi, ex periodista y activista a favor de la libertad de expresión.
Advirtió, sin embargo, que muchos en Nida Tunis (el partido triunfante) no son conocidos por preocuparse por los derechos humanos y el mismo Essebsi nunca habló en contra del régimen autocrático de Bourguiba o su sucesor Zine El Abdine Ben Ali .
La victoria de Nida Tunis en las elecciones parlamentarias de octubre pasado dará Essebsi un poder sin precedentes para dar forma al país, ya que dominará tanto el poder Ejecutivo como el Legislativo.
