La actriz Javiera Parada, recién renunciada al cargo de Agregada Cultural de Chile en Estados Unidos, desmintió categóricamente una publicación del cuerpo de Reportajes de El Mercurio, el cual le imputaba tras renunciar a su cargo de Gobierno, “habría” pedido un bono de once millones de pesos, correspondiente al fin de una misión diplomática.
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Según El Mercurio, ese bono corresponde al cambio de residencia al que tienen derecho los diplomáticos que vuelven al país una vez terminada su misión. La cifra asciende aproximadamente a $11 millones.
Sin embargo, Parada dijo que la Cancillería está procediendo como corresponde:
“El mencionado bono no me corresponde, por haber renunciado antes de tres años del cumplimiento de mi contrato. En ningún momento he solicitado el pago de dicho bono”.
En su declaración, la militante de Revolución Democrática dijo:
“Creo que la probidad de los funcionarios públicos es una condición imprescindible para el buen desarrollo de la democracia, y jamás en los años en que he trabajado para el Estado, he hecho algo que vaya en contra de ese principio fundamental”.
La líder de Revolución Democrática se desempeñaba como Agregada Cultural de Chile en Estados Unidos -dependiente de la Cancillería- , cargo que dejó para meterse de lleno en el proceso constituyente.
La explicación en clave mercurial que no explica nada
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Desde el fin de semana que el nombre de Javiera Parada da vueltas en las redes sociales, incluso el domingo se transformó en tendencia en Twitter. ¿La razón?
El Mercurio publicó una información donde se mencionaba que la militante RD habría solicitado un “bono de instalación”. El monto ascendería a los 11 millones de pesos y estaba destinado para que Parada volviera a Chile tras desempeñarse como agregada cultural en Nueva York.
Pues bien, ante el revuelo, fue la propia ex funcionaria de Gobierno la que hizo pública una carta donde asegura:
“El mencionado bono no me corresponde, por haber renunciado antes de tres años del cumplimiento de mi contrato. En ningún momento he solicitado el pago de dicho bono”.
Ante el desmentido, El Mercurio entregó una respuesta en el típico estilo mercurial, ese que tira la piedra y esconde la mano:
“Lamentamos la confusión producida y la mala interpretación del debate suscitado en el ambiente diplomático respecto de la pertinencia o no de la entrega del llamado “bono de instalación”. Si bien el tema fue objeto de discusiones, ello no fue producto de la solicitud ni de gestión alguna por parte de la ex agregada cultural Javiera Parada, tal como ella lo deja en claro en su carta”.
