Parece chiste de gallegos, pero es real. Un nieto desconectó a su abuelo del respirador mecánico al que estaba conectado en el hospital Gregorio Marañón, de Madrid, para cargar su celular. Adrián Hinojo, un joven de 26 años fue a ver a su abuelo que estaba internado por una infección pulmonar. Y por intentar avisar por whatsapp que lo había encontrado bien, casi lo mata.
Un hombre de la tercera edad se puso de mil colores cuando su nieto desconectó sin intención su respirador artificial. El hombre estaba internado en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid a causa de una seria afectación pulmonar.
El nieto, de nombre Adrián Hinojo, ingresó al nosocomio para ver a su abuelo. Una vez en la habitación de éste se percató que la batería de su teléfono móvil estaba descargada, por lo que se acercó a la toma de corriente para descubrir que estaba ocupada,; entonces, retiró el enchuge que le estorbaba y conectó su celular para que empezara a cargarse.
Segundos después el abuelo comenzó a sufrir la falta de oxígeno, y empezó a virar al morado. Afortunadamente, el caballero no estaba inconsciente por lo que alcanzó a avisarle a las enfermeras de lo que estaba ocurriendo, quienes llegaron a tiempo para volverlo a conectar. .
El abuelo estuvo a un paso de la muerte por la imprudencia de su nieto, quien además se molestó de que le hubieran llamado la atención.
Argumentó que sólo pretendía avisarle a su madre cómo se encontraba el abuelo, pues había quedado de acuerdo con ella en mandarle un mensaje para avisarle de su estado de salud. .
“Debía mandarle un WhatsApp y no tenía batería”, dijo. “Lo hice para que todos vieran que se encontraba bien, y después de un rato noté que el color de su piel pasaba a azul”, agregó.
Dijo que los enfermeros se pusieron como locos cuando vieron que el respirador estaba desconectado:
“Me parece mal que sólo haya un enchufe. Son los putos recortes sanitarios”, concluyó el avispado muchacho.