Por unanimidad, la Comisión Desafíos del Futuro, aprobó este martes la idea de legislar en general el proyecto de Ley que crea el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Al término de la sesión, el presidente de la comisión, senador Guido Girardi señaló:
“Es muy importante que se haya aprobado la idea de legislar porque un Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCT) tiene que ser como un cerebro coordinador que una las ciencias básicas y aplicadas a las demandas de nuestras empresas, de nuestros territorios y las demandas que pueden tener nuestros innovadores que requieren de estas herramientas para desafiar el futuro”.
El senador aclaró, sin embargo:
“Esto no basta pues se destina a Ciencia sólo el 0,34 del PIB y debiéramos tener por lo menos 2,5% del PIB. Estamos muy lejos de esa meta, pero la idea es que el MCT ayude a tomar conciencia al interior de los gobiernos de que no habrá aumento de productividad sin innovación, sin ciencia básica, sin ciencia aplicada”.
Girardi agregó:
«Chile, sin política de ciencia y de innovación, seguirá viviendo en un anacronismo en materia cultural y económica. Apostamos nuestro desarrollo a los tratados de libre comercio y la exportación de recursos naturales, pero ese ciclo se terminó. Ahora hay que exportar las oportunidades que ofrece nuestro territorio, con el desierto más irradiado del planeta que nos permitirá ser líder mundial en energía solar, el litio debemos exportarlo como baterías y no a granel… en todos esos desafíos el MCT tendrá un rol relevante”.
En la oportunidad también estuvo presente, en su calidad de asesor científico de la Presidencia de la República, el astrónomo Mario Hamuy, presidente de Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt), quien señaló:
“El Ministerio de Ciencia y Tecnología, será una plataforma para apalancar más recursos, poder definir objetivos del desarrollo país en función de la ciencia y tecnología, de manera de transitar de un modelo de economía extractiva, basada en la extracción de recursos naturales y minerales, hacia una economía donde se incorpore el conocimiento y la inteligencia de todos los chilenos».
El astronomo concluyó:
«Este es un anhelo de larga data de la comunidad científica, pero también del sector productivo y de la sociedad en general”.
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