Por primera vez en la historia del sur de Chile se han podido determinar “áreas de riesgo” para el desarrollo de Floraciones Algales Nocivas (FAN), incluyendo zonas en océano abierto.Esto ha sido posible debido al trabajo colaborativo entre los técnicos del Laboratorio de Toxinas Marinas del Servicio de Salud del Reloncaví y la empresa local Mariscope, a través de un acuerdo de confianza, y sin fondos económicos.
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Los monitoreos de la dinámica oceanográfica y concentración de microalgas en el océano desde el espacio, han sido encabezados por Cristina Rodríguez Benito, doctora en Ciencias de la Universidad de Alcalá de Henares y la Universidad de La Laguna de España.
La profesional es investigadora principal del Departamento de Oceanografía de la empresa Mariscope en Puerto Montt, y explicó el monitoreo relativo al fenómeno de marea roja que ha encabezado en la Región de Los Lagos.
“Utilizamos datos de cuatro satélites distintos pertenecientes a la Agencia Espacial Norteamericana (NASA) y a la Agencia Espacial Europea (ESA) con los que fue posible observar el ‘Bloom algal’ con 10m de resolución espacial”, comentó la investigadora:
“Las imágenes son recibidas diariamente, siempre que exista ausencia de nubes, dado que se trata de datos ópticos. Con esta información es posible elaborar mapas satelitales de la concentración de fitoplancton y de la actividad metabólica algal. Gracias a esta información se pueden establecer los núcleos de máxima reproducción de microalgas, los cuales tienen una señal espectral diferente a la clorofila total y están directamente relacionados con el riesgo de permanencia de estos eventos. Estos núcleos pueden detectarse desde el espacio usando información radiométrica específica mediante la aplicación de algoritmos apropiados. También hemos trabajado con datos de radar que nos han proporcionado, aún con presencia de nubosidad, resultados interesantes de patrones oceanográficos regionales”.
Los mapas elaborados permiten establecer alertas tempranas en distintas zonas, y anticiparse a eventos de toxicidad corroborados en terreno, por ejemplo, en las costas de Ancud, Cucao, Carelmapu y Calbuco, entre otras, ubicadas en áreas interiores de la Región de Los Lagos.
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Cristina Rodríguez, explicó:
«Las primeras imágenes fueron entregadas al Servicio de Salud en febrero de este año y posteriormente se han elaborado nuevos mapas informativos, así como las consideraciones respectivas sobre la evolución del fenómeno y las áreas de riesgo. Esta ‘alerta temprana’ ha permitido que las instituciones de Salud pudieran activar su estado de emergencia, evitando el consumo masivo de productos marinos portadores de una elevadísima concentración de toxinas”.
“Efectivamente, consideramos que la alerta temprana -que se estableció por el Servicio de Salud- permitió difundir la información a la población a tiempo, antes de que falleciera ninguna persona por las toxinas presentes en los recursos del mar”, concluyó la investigadora de Mariscope.