La Corte de Apelaciones de Copiapó acogió un recurso de amparo interpuesto por la abogada del municipio, y ordenó la inmediata libertad del alcalde, Marcos López, detenido menos de 24 horas antes, en virtud del descriterio del titular del Juzgado de Letras del Trabajo de Copiapó, José Marcelo Álvarez.
El alcalde Marcos López fue liberado de la cárcel de Copiapó pasado el mediodía de este sábado, tras una orden de la Corte de Apelaciones, producto de un recurso de amparo interpuesto por la abogada del municipio.
La Corte acogió la orden de no innovar «hasta que el tribunal se pronuncie sobre el fondo del recurso», que fue colocado luego que el Juzgado de Letras del Trabajo de esa ciudad decretara su arresto.
La decisión de la Corte de Apelaciones de Copiapó presenta una triple virtud:
– Reestablece, en parte, el principio de justicia: es Cicardini el que debería estar preso.
– Desnuda la irresponsabilidad de la conducción de la dirección local del Colegio de Profesores; derrota la estregia de la confrontación ciega, inducida, según parece, por el abogado Patricio Bell, y le enmienda la plana a un juez descriteriado, que, más que darle a cada uno lo que le corresponde, obstaculiza y retarda la negociación, única alternativa para asegurar el bien jurídico en cuestión; a saber, el pago a los profesores.
– Obliga a las partes a negociar para resolver un conflicto que a esta altura, le queda escasa razón de ser.
Respecto del primer punto, paradójicamente, Cicardini es el principal perjudicado por la prisión de López.
En efecto, sin ella, estaría pasando piola. En ese orden de ideas, resulta llamativo que las marchas del Colegio de Profesores de Atacama jamás hayan resaltado la responsabilidad del ex alcalde Maglio Cicardini, autor directo del desfalco.
Es cierto que lo funaron, pero no fueron los profesores.
Sobre lo segundo, al sustraerle el rehén, el fallo de la Corte de Apelaciones desnudó la debilidad de una estrategia maximalista, que invirtiendo los fundamentos del arte de la negociación, abrió el juego con la última de las opciones.
Libre el alcalde, ¿con qué se puede presionar?
Claro, siempre quedan los alumnos. Pero eso es un juego al límite, que se puede devolver fácilmente, como un boomerang.
En cuanto al juez, realmente cuesta encontrar una explicación racional al desatino de torpedear la única vía que puede resolver el conflicto.
Pero cualquiera haya sido el juego, la Corte lo liquidó.
En consecuencia, firmar un acuerdo lo antes posible, es la mejor alternativa para todas las partes involucradas en el conflicto.
Tanto más cuanto que la Asociación Chilena de Alcaldes solicitó formalmente al Consejo de Defensa del Estado, una acción legal conducente a no pagar el bono SAE, fundada en el precepto legal que impide a cualquier órgano del Estado, pagar dos veces por la misma prestación.
No en vano la historia está cuajada de derrotas causadas por arrogancia, sectarismo, personalismo e hiperventilación, o lo que es más probable, una combinación de todas las actitudes anteriores.
