En entrevista concedida al diario El Mercurio, el Presidente del Partido Comunista, diputado Guillermo Teillier, anuncia que si indicación del Gobierno que permite la «readecuación» de trabajadores en caso de huelga es aprobada por la Sala del Senado, y llega a la Cámara de Diputados, su partido la va a rechazar. En lo demás, los entrevistadores intentan una y otra vez introducir cuñas en la Nueva Mayoría, pero Teillier, un político sagaz y experimentado, no cae en el garlito.
Guillermo Teillier, presidente del Partido Comunista: «De repente puede que al ministro Valdés se le pase la mano con el realismo y caiga en el no cumplimiento del programa»
Valentina Fuentes, Guillermo Muñoz
Hace menos de un mes, su partido fue ampliamente criticado al interior del oficialismo por votar en bloque contra el reajuste al sector público. Hoy, varias miradas están nuevamente puestas en su bancada, a la espera del comportamiento que tendrá el Partido Comunista (PC) cuando la reforma laboral regrese a la Cámara, en enero.
Ante la intención del Gobierno de modificar el proyecto para permitir la readecuación de trabajadores en caso de huelga, la votación en el tercer trámite legislativo se anticipa compleja. Si el criterio del Ejecutivo se impone, Guillermo Teillier asegura que la colectividad que encabeza rechazará el proyecto. «Vale la pena dar la pelea», manifiesta.
-La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y parlamentarios de la Nueva Mayoría han acusado que la indicación del Gobierno constituye un reemplazo interno de trabajadores. ¿Comparte esa visión?
-Sí. Consideramos que es una especie de reemplazo interno. La Comisión de Trabajo del Senado rechazó esa indicación, pero si en la Sala no se ratifica lo que salió de esa comisión, el proyecto va a llegar con una indicación que no nos gusta a la Cámara de Diputados.
-Precisamente, el Ejecutivo anunció que la indicación sobre readecuación de trabajadores se repondría en la Sala del Senado. De ser aprobada esa idea, ¿su partido la rechazaría en la Cámara?
-Sí. En ese caso, nosotros la rechazaríamos.
-Gran parte de la DC respalda el reemplazo interno. Un rechazo en bloque del PC, ¿no acrecentaría las diferencias con ese partido?
-No; si ellos siempre votan como quieren. En la DC no hay órdenes de partido.
-La ministra del Trabajo, Ximena Rincón, ha afirmado que, al final, el oficialismo siempre logra ordenarse.
-Estamos obligados a ordenarnos en la comisión mixta, pero todos tenemos derecho a hacer nuestro último esfuerzo de entregar nuestros planteamientos. Veremos cómo nos va en la Cámara de Diputados. A lo mejor no hay mixta, porque nuestros votos no bastan para ir a mixta. Pero creo que tenemos el derecho de hacer el esfuerzo de defender hasta el final las posiciones cuando las creemos justas. De todas formas, se da en un marco de acuerdo, porque todos creemos que la reforma laboral es un gran paso adelante, aunque esa indicación nos complique a nosotros y a los trabajadores.
-¿Están dispuestos, entonces, a recibir reproches si rechazan la reforma laboral?
-Mi percepción es que en la Cámara habrá rechazo a ese punto por varios parlamentarios de la Nueva Mayoría, no solo nosotros. No es reprochable que peleemos hasta el final para que se cumpla la letra del programa de la Nueva Mayoría, y en este caso, por que no se afecte a los trabajadores. Nosotros dijimos desde que entramos a este gobierno, que los intereses de los trabajadores los vamos a defender siempre.
-En ese sentido, ¿cómo interpreta la intención del Gobierno de querer aprobar una modificación que para muchos, y sobre todo para la CUT, significa reemplazo interno?
-Mire, creo que es un gesto hacia los empresarios; se hizo pensando en ellos. Sin embargo, por las declaraciones que he leído a través de la prensa, a los empresarios no les interesa este gesto. Entonces, si es un gesto que no les interesa a los empresarios, para qué distanciarse de los trabajadores. Esa es mi pregunta. Me imagino que las presiones son muy grandes y que a eso obedece este tipo de indicaciones. Esta es una ley que se hizo para beneficio de los trabajadores. No se trata de perjudicar a los empresarios, sino de hacer justicia después de muchos años de negociación con los trabajadores sin derecho.
-Si la reforma no afectaría al empresariado, ¿por qué se queja ese sector?
-Bueno, en lo único que puede afectar a los empresarios es que tal vez obtengan menos utilidades, pero utilidades siempre van a obtener, porque para eso tienen su empresa. Pero quienes dicen que los trabajadores van a echar abajo la empresa, es mentira, siempre van a cuidar la fuente de trabajo. Sí habrá más transparencia respecto de cuánto son las utilidades de los empresarios, y así los trabajadores podrán discernir mejor hasta dónde pueden llegar.
-Algunos apuntan a que la ministra Rincón no está dirigiendo esta reforma, sino más bien, quien lleva las negociaciones y redacción de indicaciones sería el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés. ¿Qué le parece este rol que ha tomado Valdés?
-El que dirige todas las negociaciones es el comité político de ministros. Aunque todos sabemos que en la historia de los últimos años de este país, los ministros de Hacienda juegan un rol determinante, porque son los que miden los costos con la regla de cálculo.
-¿Pero hubo un cambio en esta materia desde el ex ministro Alberto Arenas al actual titular de Hacienda?
-Arenas era lo mismo, también tenía regla de cálculo en todas las negociaciones. Me da la impresión de que Valdés se ha puesto un poco más restrictivo, porque inició su gestión coincidiendo con una apreciación de que la economía chilena se ha desacelerado y tiene problemas. Por lo tanto, él tiende a ser mucho más restrictivo, y parece que es muy previsor, porque parece que restringe más de lo que debiera restringir. Está pensando mucho en lo que puede ser más adelante. Me parece que es eso lo que lo hace aparecer como un ministro con varias carteras.
-¿Cree que en Valdés ha predominado más el «realismo» que el «sin renuncia»?
-Es que no sé a lo que se le puede llamar realismo. Hay diferentes interpretaciones sobre el realismo. Yo puedo tener una concepción diferente de realismo. Pero estas indicaciones que presentó a la reforma laboral, claramente es para no perjudicar a las empresas.
-¿Renunciando, de cierta forma, a parte del programa de Michelle Bachelet? Porque se comprometió huelga efectiva y sin reemplazo.
-Sí, claro, y por eso es que nosotros estamos en contra de esa indicación, porque se aleja del programa.
-Entonces, ¿las modificaciones que propone Valdés en la reforma laboral contradicen lo comprometido por la Nueva Mayoría?
-El ministro, de alguna manera, está tratando de llevar adelante esto que habló la Presidenta de realismo sin renuncia. Efectivamente lo está haciendo así. Ahora, de repente puede que se le pase la mano con el realismo y caiga en el no cumplimiento del programa. Tiene que atenerse siempre al cumplimiento del programa. Ahora, hay algunos que dicen que podemos tener un programa muy bueno, pero si el país no funciona económicamente, no sacamos nada con tener el programa, porque va a ser imposible que se cumpla. Esa es otra discusión, pero el país sigue funcionando; la economía, a pesar de todo, crece. No estamos en una crisis.
-Usted hablaba que quizás el país puede tener una percepción distinta del realismo. ¿Se refiere a que el realismo no necesariamente tiene que estar restringiendo?
-Supongamos que el realismo nos dice que no hay más plata. A algunos se les ponen los pelos de punta cuando uno habla de endeudarse, pero es un endeudamiento responsable. Varios otros hemos planteado por qué, si no queremos pedir en el extranjero, no nos pedimos nosotros mismos crédito y sacamos plata de los fondos reservados del cobre. La forma de concebir el realismo puede ser distinta. Yo puedo decir que es realista el tratar de buscar fondos dentro para seguir avanzando en las reformas. No creo que el realismo sea atenerse al equilibrio fiscal y punto, y no tener otra mirada.
«No queremos que las universidades estatales reciban financiamiento por la puerta trasera»
-¿Qué le parece la resolución del Tribunal Constitucional (TC), que finalmente definió que los criterios del Gobierno para dar gratuidad eran discriminatorios? Aparece como un triunfo de la oposición.
-La oposición sabe que la gratuidad en educación es un gran logro que no se puede malograr ni con todo el poder mediático que tiene la derecha. No se puede, porque eso les va a llegar directamente a las personas, y ya estaba empezando a hacer su efecto en las encuestas. La derecha sabe que con este proyecto hay mucho en juego hacia adelante. Y la derecha se va a oponer lo más que pueda para evitar ese éxito del Gobierno. Por eso, puso esta piedra muy dura en el camino acudiendo al TC. Siempre dijeron, desde el gobierno de Piñera, que son contrarios ideológicamente a la gratuidad, y resulta que ahora son los campeones de la gratuidad. De dónde salió ese amor por la gratuidad.
-La resolución del TC, ¿podría tener consecuencias más allá de que cambie los contenidos de la gratuidad para 2016?
-Es muy peligroso lo que ha hecho el TC, porque puede contaminar la discusión de la ley larga de la reforma a la educación superior. Espero que el Gobierno busque todas las fórmulas para evitar que lo que ha dicho el TC signifique un freno para el propósito de la gratuidad en el país.
-¿De qué forma podría contaminar el proyecto sobre gratuidad universal que se presentaría este mes?
-Por ejemplo, en que se establezca un trato igualitario entre todas las universidades sin dar un trato preferente a las estatales.
-Un trato preferencial a las universidades del Estado es un compromiso que asumió el Gobierno cuando llegó a La Moneda. Sin embargo, con la fórmula que socializó el Ejecutivo en la semana, que excluye de la ley corta a tres universidades públicas -UTEM, Los Lagos y Arturo Prat- que no cumplen con cuatro años de acreditación, ¿se pone en jaque ese compromiso?
-Dejar fuera de la gratuidad a tres universidades estatales no puede ocurrir. ¿En qué parte del mundo el Estado no puede financiar a sus universidades?
-¿Pero cómo ve que el Gobierno esté inclinándose por esa fórmula que satisface a la derecha, pero que recibe duras críticas por parte de todos los partidos de la Nueva Mayoría?
-Es que aún no tenemos claridad respecto de la fórmula por la que finalmente se va a optar. Nosotros dijimos claramente y desde un comienzo que no estábamos de acuerdo con la ley corta tal cual se estaba presentando. Preferiríamos, esta vez, que se entregasen fondos solo a universidades del CRUCh.
-¿Y si el fallo establece que es una discriminación arbitraria seleccionar instituciones según si pertenecen o no al CRUCh?
-Bueno, entonces, que se separen las estatales y que se les entregue a ellos un trato y ley corta para las privadas.
-¿Estaría de acuerdo con que el Gobierno determinara otorgarles financiamiento a las tres instituciones del Estado que quedan fuera de la ley corta mediante una vía administrativa?
-Es que no, porque no queremos que esas estatales reciban financiamiento para la gratuidad por la puerta trasera. Sé que la derecha sí estaría de acuerdo con que se les otorguen fondos a esas universidades, pero que no se les otorgue gratuidad. Es decir, sería todavía peor el traspié si el Gobierno accediera a eso.
-¿Se han sentido escuchados? El Gobierno recibió al PC recién el jueves en la tarde, mientras que con la UDI y RN estuvo conversando martes y miércoles.
-Tenemos reuniones permanentes con la ministra. No podemos decir que no estamos informados, pero lo que sí podría decir es que en la reunión del comité político del día lunes, nosotros no fuimos informados claramente lo que iban a proponer los ministros durante los días siguientes.
-¿Le parece que la ministra Adriana Delpiano ha perdido liderazgo en la reforma, en contraste con el protagonismo que han adquirido los ministros Valdés y Nicolás Eyzaguirre (Segpres)?
-A Eyzaguirre le corresponde tomar el liderazgo en el Congreso, porque él es el que tiene que ir detrás de los proyectos. Al ministro de Hacienda le corresponde, porque la glosa es de la Ley de Presupuestos, y eso le corresponde a él. Pero la ministra Delpiano también está totalmente a caballo en la situación y en relación con la Presidenta. Y de hecho, nos dio un mensaje claro de que la Presidenta no estaba por debilitar el rol del Estado en las universidades públicas.
»Valdés tiende a ser mucho más restrictivo y parece que es muy previsor, porque parece que restringe más de lo que debiera restringir».
»A Eyzaguirre le corresponde tomar el liderazgo en el Congreso, porque él es el que tiene que ir detrás de los proyectos».
»No es reprochable que peleemos hasta el final para que se cumpla la letra del programa de la Nueva Mayoría. Nosotros dijimos desde que entramos a este gobierno, que respecto de los intereses de los trabajadores, los vamos a defender siempre».
»En la DC no hay órdenes de partido. Ellos siempre votan como quieren».
»Es muy peligroso lo que ha hecho el TC, porque puede contaminar la discusión de la ley larga de la reforma a la educación superior. Espero que el Gobierno busque todas las fórmulas para evitar que lo que ha dicho el TC signifique un freno para el propósito de la gratuidad en el país».
«Camila (Vallejo) es una dirigenta que va al choque. (Giorgio) Jackson no es de pelea, es un poquito más soft «
Teillier afirma que la última encuesta CEP arrojó algunos resultados positivos. «Aparece un aumento importante de la gente que se interesa en política, que saltó de un 30 y tanto a un 40 y tanto. Es una buena señal», dice. Luego agrega otra conclusión: «Me parece que, en medio de esta situación de desprestigio de la política, la gente está buscando liderazgo. Algunos se desperfilan como el de ME-O en este momento; puede que después cambie. Aparecen otros que se mantienen, como Isabel Allende, Ricardo Lagos y Sebastián Piñera».
-¿Qué le parece que Giorgio Jackson sea el mejor evaluado?
-Hay que tener claro que esta es una visión de los personajes, no es intención de voto. Además, Jackson no puede ser candidato a Presidente todavía. Tal vez a futuro.
-¿Por qué le va tan bien a Jackson, en cambio Camila Vallejo (PC) tiene tanto rechazo, si ambos compartieron el liderazgo del movimiento estudiantil?
-Yo creo que la Camila recibe rechazo porque es comunista y Jackson no es comunista. Históricamente, desde la dictadura, quedó establecido un rechazo a los comunistas. Llegamos a tener un 75%, ahora vamos en 50. Pero en la práctica, en las elecciones, ese rechazo no es tal cual, si no, no podríamos andar por las calles. Ahora Camila es una gran dirigenta y es una dirigenta que va al choque. Jackson no es de pelea, es un poquito más soft , más de declaración pública y creo que atrae a mucha gente que lo ve con simpatía. Yo también lo veo con simpatía. Pero son liderazgos distintos.
-¿Quién le agrada más, al PC, de entre los posibles candidatos presidenciales?
-No es tiempo de candidaturas presidenciales. Ya lo vamos a pensar. Hay que esperar las elecciones municipales.
http://diario.elmercurio.com/2015/12/20/nacional/politica/noticias/E9778CBD-6D58-474E-BE07-5E78C4EEA7B3.htm?id={E9778CBD-6D58-474E-BE07-5E78C4EEA7B3}