1/ Compárese G. Liguori. “Treaccezioni di ‘subalterno’, in Gramsci”, en Crítica Marxista, Roma, 2011, número 6, en español en Massimo Modonesi (coordinador). Horizontes gramscianos, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 2013. Al escrito reenvío también para lo concerniente la bibliografía secundaria sobre el argumento, lo cual me permite limitar aquí las referencias a ella.
2/ Agradezco a las instituciones promotoras y los organizadores y organizadoras de algunas iniciativas sobre el tema de los subalternos en Gramsci a las que participé: la “Ghilarza Summer School 2014. Escuela internacional de estudios gramscianos”, dedicada al tema Hegemónico/subalterno (Ghilarza, 12 de septiembre de 2014); el Departamento Culturas, Política y Sociedad de la Universidad de Turín, donde se llevó a cabo el seminario Los subalternos in Gramsci(Turín, 13 de marzo de 2015); y el Seminario de lectura en ciencias sociales de la Escuela Francesa de Roma, cuyo día conclusivo fue dedicado este año al tema El laboratorio de Gramsci (Roma, 3 de julio de 2015). Este artículo, si bien apoyado en los estudios realizados en ocasión de estos encuentros, se aleja de las ponencias presentadas en aquellas ocasiones, en particular de la primera, todavía inédita, más amplia y exhaustiva.
3/ Para dar coherencia al presente discurso, repetiré o resumiré algunas observaciones avanzadas en el escrito de 2011. Señalaré expresamente los textos gramscianos que allí no tomé en cuenta. Los dos artículos pueden considerarse complementarios.
4/ El tema es tratado ampliamente en la ponencia que presenté en Ghilarza.
5/ A. Gramsci, Ilpaese di Pulcinella, in Id. Il nostro Marx 1918-1919, compilación de Sergio Caprioglio, Turín, Einaudi, 1984, pp. 513-515.
6/ Compárese. A. Gramsci. “I partiti e la massa”, en Id. Socialismo e fascismo. L’Ordine Nuovo 1921-1922, Turín, Einaudi, 1966, páginas 353-356; y A. Gramsci. “Il nostro indirizzo sindacale”, en Id. La costruzione del Partito Comunista 1923-1926, Turín, Einaudi, 1971, páginas 3-7.
7/ Se citarán los Cuadernos de la siguiente forma: cuaderno, párrafo, tomo y página de la edición en español, A. Gramsci. Cuadernos de la cárcel, México, Era, 1982-1999 (nota del traductor).
8/ Por ejemplo, en C 1, 116, 105, donde la “astucia” atribuida a Nitti es definida como “cualidad subalterna”.
9/ Véase sobre Lazzaretti también E. J. Hobsbawm. Rebeldes primitivos, Barcelona, Crítica, 1979.
10/ Me detuve en el análisis de esta nota C 3, 12, y de su segunda redacción, tanto en la mencionada ponencia de Ghilarza como en el citado artículo anterior, páginas 35 y 36.
11/ Compárese al respecto ivi, páginas 37-38.
12/ La relación subalternidad-autonomía ha sido investigada, aunque desde una perspectiva ligeramente distinta, en M. Modonesi. Subalternidad, antagonismo, autonomía. Marxismos y subjetivación política, Buenos Aires, Prometeo-Claso-UBA, 2010.
13/ Se trata de un texto de primera redacción, que será retomado en C 25, 4. No tomé en cuenta estas notas gramscianas en el artículo anterior.
14/ Este texto de Gramsci no fue analizado sino simplemente citado en el artículo anterior.
15/ Para un análisis más profundo de esta nota en los aspectos de la relación dirección/espontaneidad remito a mi “Movimenti sociali e ruolo del partito nel pensiero di Gramsci e oggi”, en Critica Marxista, Roma, 2011, número 2.
16/ Interesantes observaciones en tal sentido están presentes en G. Baratta. Antonio Gramsci in contrappunto. Dialoghi col presente, Roma, Carocci, 2007, páginas 120-123.
17/ Sobre el tema remito a mi Sentieri gramsciani, Roma, Carocci, 2006, en particular los capítulosEstado ampliado y Sociedad civil.
18/ No tomé en cuenta esta nota en el artículo anterior.
19/ “Carta a Giulia del 31 de agosto de 1931”, en A. Gramsci. Lettere dal carcere, Palermo, Sellerio, 1995, páginas 455 y 456. No tomé en cuenta esta carta en el artículo anterior.
20/ Carta a Iulca, 8 de agosto de 1933, ivi, página 738.
21/ No puedo aquí investigar como lo ameritaría el pasaje de “clases subalternas” a “grupos sociales subalternos” que se lleva a cabo en un punto y momento determinados de la redacción de losCuadernos. Me limito a afirmar que, a mi parecer, no indica un cambio de paradigma en la interpretación gramsciana de la sociedad, sino sólo un crecimiento de la complejidad de esta lectura.
22/ Compárese G. Liguori. “Treaccezzioni di subalterno”…, obra citada, página 35.
23/ Véanse en particular la valiosa “edición anastática” de los Cuadernos coordinada por Gianni Francioni, y también G. Francioni, F. Frosini. Nota introduttiva al Quaderno 24 (1934-1935), allí contenida: A. Gramsci, Quaderni del carcere. Edizioni anastatica dei manoscritti, al cuidado de G. Francioni, Roma-Cagliari, Biblioteca Treccani-L’Unione Sarda, 2009, volumen 18, páginas 203 y siguientes.
24/ Se deja de lado aquí la acepción vista como la más acentuadamente cultural y psicológica, presente en las cartas a que hicimos referencia.
25/ La ambivalencia del término puede considerarse la base de la polémica que tuvo lugar en la revista Società entre el final de la década de 1940 y el inicio de la de 1950 entre Ernesto de Martino y Cesare Luporini sobre el “mundo popular subalterno”, ahora en C. Pasquinelli (compilador),Antropologia culturale e questione meridionale, Florencia, La Nuova Italia, 1977. Mientras el conocido antropólogo entendía por “clases subalternas” las consideradas por Gramsci “en los márgenes de la historia”, el filósofo pensaba que la “clase subalterna” por excelencia no podía no ser para Gramsci (y para los comunistas que lo reivindicaran) la obrera. Hay que tomar en cuenta también que este debate ocurría mucho antes que se contara con la “edición crítica” de los Cuadernos compilada por Gerratana y publicada en 1975.