La superintendenta de Pensiones, Tamara Agnic, defendió este lunes ante la Comisión de Economía del Senado la polémica fusión de las AFPs Cuprum y Argentum, cuestionada por parlamentarios que indican que ésta última es una empresa «de papel». La operación, visada por la Superintendencia a inicios de este año, permitió al holding norteamericano Principal el ahorro de 80 mil millones de pesos en impuestos, lo que llevó a diputados de la Nueva Mayoría a acusar que se trataba de un caso aún más grave que el del «perdonazo» a Johnson’s.
En la Cámara Baja, de hecho, se votó la semana pasada una solicitud para conformar una comisión investigadora, pero fue rechazada.
Argumentando que se “actuó bajo la ley y de lo contrario se podría haber caído en notable abandono de deberes”, la Superintendenta de Pensiones (SP), Tamara Agnic, detalló la operación que permitió la fusión de Cuprum y Argentum, ante la Comisión de Economía del Senado.
Durante su argumentación, Agnic recordó que si Superintendencia hubiese permitido la fusión de Cuprum con una sociedad que no tenía giro único para administrar fondos de pensiones, los 640 mil afiliados hubiesen sido reasignados en un día, sin consulta y aleatoriamente, en una nueva AFP que no escogieron.
Por ello, “con los resguardos que tomó la SP, sus fondos no han sido afectados ni en su seguridad, ni en su rentabilidad y mantienen intacta su posibilidad de elegir libremente quedarse o cambiarse de AFP”, explicó.
En la misma línea, aclaró que “las consideraciones tributarias son irrelevantes en el ejercicio de las competencias de la SP, no forman parte de su ámbito de acción” y recalcó que tras cuatro meses de análisis, la SP aprobó la operación bajo estricto cumplimiento de las exigencias establecidas en el Decreto Ley 3500 de 1990, que regula el sistema de pensiones, y en la ley 18046, sobre sociedades anónimas.
La Superintendenta remarcó que “la declaración de un crédito tributario que le permitiría a Cuprum diferir el pago de impuestos por un valor de $80 mil millones en 10 años (goodwill tributario) no forma parte de las consideraciones que la normativa regulatoria le exige a la superintendencia evaluar, por lo que no cabían consideraciones de este tipo en los análisis realizados por la SP para autorizar la operación. Dada su condición de sociedad anónima, este crédito tributario fue informado por Cuprum a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) y si procede o no es materia que resuelve el Servicio de Impuestos Internos (SII)”.
Luego, frente a los cuestionamientos respecto de que la SP habría avalado una operación que perjudicaría la recaudación de impuestos, al permitir la creación de AFP Argentum y su posterior fusión con Cuprum, Agnic afirmó que “hubiese habido goodwill tributario con o sin la creación de Argentum, pues la legislación tributaria lo contempla”.
Con su defensa de la legalidad de la operación, la Superintendenta eludió el tema central, que es el interés de Chile. Nadie ha cuestionado la legalidad, sino una maniobra tributaria al filo del reglamento, que le ahorró a una corporación financiera transnacional 130 millones de dólares. Su argumento de que «las consideraciones tributarias son irrelevantes en el ejercicio de las competencias de la Superintendencia», no solo es torpe e impresentable, sino que podría ser causal para una acusación por notable abandono de deberes, más aún cuando se trata de una argucia suprimida por la reforma tributaria.
Irse por las ramas con el argumento de que la SP defendió la integridad de los fondos de los afiliados es poco menos que un chiste: ¿qué tiene que ver con una maniobra financiera entre dos empresas de un mismo conglomerado? Más evasivo aún es el argumento de que si no hubiera autorizado la operación, !igual hubiese habido goodwill tributario con o sin la creación de Argentum, pues la legislación tributaria lo contempla”.
Hubiese sido más honesto que diga la verdad: al capital transnacional se le permite que haga lo que se le venga en gana, bajo el permanente chantaje de la huelga de «inversores».
Al respecto, el presidente de la instancia parlamentaria, senador Eugenio Tuma, indicó que “lo que ha hecho la Superintendenta es confirmar la legalidad con que ha actuado, pero sin embargo a los chilenos nos queda la convicción de que el sistema de AFP es un sistema fracasado. Con esta operación no solamente perdieron los trabajadores, sino que también perdió el Estado.
“Para algunos es extraño que en esta industria que se debe preocupar por los fondos de los trabajadores, lo que se hacen son buenos negocios globales. (…) Este sistema (AFPs) no garantiza pensiones dignas”, agregó y no descartó volver a citar a una nueva sesión para abordar la materia, pues a su juicio no todas las interrogantes quedaron con una respuesta satisfactoria.
Postura similar hizo presente el senador Alejandro Navarro, quien, además, recordó que el anterior Superintendente habría acusado presiones ante esta fusión; asimismo, criticó que “de las 14 preguntas realizadas, al menos 11 quedaron sin respuesta”.
«Están muy enredadas las cosas en Chile para que el argumento sea tan pobre de decir que sólo se apegó a la ley», agregó el senador del MAS.
«Esperábamos una intervención que diera cuenta de un análisis más amplio: ¿Era necesaria Argentum para el sistema de AFP en Chile? Quedó claro que no era necesaria; era necesaria para Principal, para ahorrarse los 80 mil millones», insistió Navarro.
Las dudas parlamentarias se enfocan también ahora en Provida, que fue comprada por el grupo internacional Metlife y estaría utilizando un mecanismo similar para fusionarse.