La presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, criticó las últimas indicaciones introducidas por el Gobierno al proyecto de reforma laboral que se discute en el Congreso y afirmó que «a los únicos que les gustan es a los ministros». Desde la vereda opuesta, las hostiles declaraciones del sector empresarial muestran que, si el objetivo del Gobierno era contentar a las partes, claramente no lo consiguió.
La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) e integrantes del Partido Socialista (PS) reclamaron por las nuevas indicaciones que presentó el Ejecutivo al proyecto de Reforma Laboral.
El Gobierno parece haber conseguido el apoyo de la Democracia Cristiana para despachar la reforma, pero la CUT y el PS se mostraron en contra de las modificaciones.
El diputado socialista Osvaldo Andrade acusó que la Reforma Laboral «establece y permite el reemplazo interno», permitiendo a la empresa reacomodar los turnos y los horarios de los trabajadores que no están movilizados.
«Las indicaciones a los únicos que les gustan es a los ministros, porque ni los senadores, tanto de la Democracia Cristiana de los sectores más conservadores como del Partido Socialista y el propio Partido Comunista, quedaron conformes con las indicaciones presentadas y ni al empresariado ni a nosotros nos parecen suficientes», apuntó la Presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa.
«Desde las indicaciones presentadas en diciembre por los ministros hasta las indicaciones presentadas el día de ayer lo único que han hecho es ensuciar el debate más que a contribuir a despejar las inquietudes o las incertidumbres de este debate», añadió la dirigenta.
Figueroa espera «que tras este nuevo bochorno que está viviendo el Ejecutivo con la presentación de las indicaciones entiendan que lo que nosotros ya señalamos hace muchos meses atrás que es necesario votar, sincerar las posiciones en el marco de una votación en Sala y no pretender generar falsos consensos cuando hay posiciones tan distintas».
«Tener derechos sindicales y libertades sindicales de asociatividad, de negociación colectiva, derecho a huelga, en ningún caso colisiona con la posibilidad de que un país no sólo sea desarrollado, llegue a ser desarrollado, sino que además permanezca en esa categoría una vez que ha tenido buenas políticas económicas», agregó.
La dirigenta sindical lamentó que «cada vez que los ministros presentan indicaciones pareciera ser que la embarran más, generan más ruido. A estas alturas, lo que creo que debe ocurrir es que se debe votar en la Sala del Senado, estas indicaciones tampoco generaron consenso, porque hoy mismo los senadores de la Democracia Cristiana señalando que estas indicaciones no les satisfacen».
«Yo creo que del Senado va a salir un proyecto que inevitablemente va a tener puntos de rechazo en la Cámara de Diputados y, por lo tanto, lo más probable es que esto pase a comisión mixta, entonces todavía queda un espacio de debate», concluyó la presidenta de la CUT.
Respecto a la Reforma Laboral, cuya tramitación ya se ha extendido más de un año, el Secretario General de la CUT, Arturo Martínez, dijo que este proyecto tal cual está planteado, no es la reforma que la CUT quiere pues “nosotros queremos una nueva institucionalidad laboral que implique modificar la ley de organizaciones sindicales, la ley de despidos, establecer negociación ramal, sectorial. Esas son nuestras demandas de la nueva institucionalidad laboral”.
Pero más allá de la RL, el dirigente precisó que el motor de la movilización del 22 de marzo y durante todo este año, está en “instalar un debate en la calle con respecto a decir “no más AFP”.
Las AFPs han dañado fuertemente a las personas y seguirán haciéndolo. Por tanto queremos decir ¡No más AFP!, queremos un sistema público, sin fines de lucro; un sistema que asegure una pensión de al menos el 70% como tasa de reemplazo. Nosotros queremos que durante este año, el país entero, en sus casas, en sus oficinas, en sus autos pongan letreros que digan NO MAS AFP y levantemos en la calle esta demanda para terminar con este abuso”.
Reacciones del sector empresarial
A través de una lluvia de comunicados de prensa y declaraciones públicas, empresarios de distintos sectores reaccionaron a las indicaciones presentadas por el Ejecutivo al proyecto.
Desde la Sofofa llamaron a modificar la iniciativa y lamentaron que el Ejecutivo no resolviera los problemas que presentaba el proyecto en materia de reemplazo en huelga, titularidad sindical y extensión de beneficios, entre otras materias.
«El Gobierno ya impulsó una reforma tributaria que luego debió corregir sobre la marcha y ahora insiste con un proyecto laboral basado en la realidad de los años 70», sentenció el gremio de los industriales.
En la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), en tanto, afirmaron que «las modificaciones propuestas sólo tensionarán el ambiente laboral y judicializarán las relaciones contractuales entre los trabajadores y la empresa».
Mientras que desde la Cámara Nacional de Comercio (CNC) expresaron que «si bien valoramos la intención de reponer el concepto de ‘adecuaciones necesarias’, persiste el riesgo que las empresas, en casos de huelga, no puedan cumplir sus compromisos contractuales o financieros debido al cierre de sus establecimientos».
Al respecto, Ricardo Mewes, presidente de la CNC, comentó que las indicaciones «no nos parecen, no nos gustan y van, de alguna manera, en contrario a lo que hoy requiere el país».
«Valoro que hayan reincorporado el concepto de las ‘adecuaciones necesarias’, pero estamos hablando aquí que eso queda absolutamente limitado y lo que a nosotros nos preocupa como empresarios es que las empresas puedan tener una continuidad y por eso es que hemos planteado siempre el tema y la opción del reemplazo, a lo menos interno», agregó.
Finalmente, la Multigremial Nacional de Emprendedores lamentó que «la negociación interempresa representa un importante daño para las Mipymes porque desconoce la realidad de éstas» y ejemplifica que «una panadería con nueve trabajadores no debería tener una negociación interempresa con una empresa de tecnología de 50 trabajadores, porque obviamente sus objetivos, sueldos y realidades son muy diferentes».