Luego de que Jorge Burgos reconociera que aún no existe acuerdo al interior del oficialismo para sacar adelante la iniciativa, dirigentes y parlamentarios concordaron en que la reforma debe ser votada como plazo máximo en marzo.
“Aquí lo que corresponde es que cada uno se saque la careta y voten como corresponde. Los que están por más sindicato, por más negociación colectiva y por más derechos laborales y los que quieren votar con la derecha”, aseguró el vicepresidente de la CUT, Nolberto Díaz, para referirse al posible retraso de la reforma.
Esto tras las declaraciones del Ministro del Interior, Jorge Burgos, quien dijo que la reforma laboral podría sufrir retrasos, debido a que dentro del oficialismo no existe un acuerdo unánime en los que respecta al reemplazo interno en caso de huelga y la negociación interempresa.
Díaz, añadió que, “este es un proyecto del gobierno que ya era malo, lo mejoramos en la Cámara de Diputados en ocho meses, ahora en cuatro los senadores lo quieren cercenar terminando con derechos colectivos que nos ha costado mucho pelear, en el gobierno ya no tenemos amigos.”
El diputado del PPD y miembro de la Comisión de Trabajo de la Cámara, Cristián Campos, señaló que el plazo para la tramitación de la reforma ha sido muy extenso y apeló al compromiso con el movimiento sindical.
Y agregó, “todos saben que no hay consenso, prefiero que sin duda el debate y el diálogo dentro de la Cámara, cuando vuelva el proyecto en tercer trámite, porque hay una concepción distinta entre lo que quiere aprobar el Senado y lo que quiere aprobar la Cámara”.
Mientras que el senador e integrante de la llamada bancada pro pyme, Eugenio Tuma (PPD), señaló que, “si durante el mes de marzo, a pesar de los esfuerzos que se hacen por buscar acuerdos no se llegan a acuerdos, habrá que votar no más, en democracia se resuelve con los votos, y en el Parlamento con mayor razón”.
La CUT ha llamado a una movilización nacional, para el 22 de marzo, con el objetivo de protestar por lo que consideran una dilatación de la Reforma Laboral en el Congreso y además para defender sus puntos esenciales, como son el reemplazo en huelga, titularidad sindical y piso de negociación.
