El 12 de enero pasado, la Comisión de Evaluación de Medio Ambiente aprobó por unanimidad el proyecto “Aprovechamiento Energético Biomasa Agrícola” de la empresa Rakun SpA, pese a la negativa de pobladores y comunidades de Freire, Provincia de Cautín, quienes ven con preocupación el impacto que el proyecto puede significar en sus vidas.
El proyecto aprobado por la Comisión de Evaluación Ambiental, tiene un costo cercano a los 85 millones de dólares y generará 30 mw, con la biomasa proveniente de los residuos de las cosechas de cereales como principal combustible.
La superficie emplazada correspondería a 15 hectáreas, se levantará próxima a dos comunidades mapuche y afectará el cauce del rio Toltén.
La iniciativa empresarial no cuenta con estudio consistente de impacto ambiental en la comuna, sino solo una declaración de impacto ambiental del proyecto generada por la empresa, documento que omitió la existencia de comunidades mapuche próximo al proyecto, siendo que a menos 500 metros de distancia se encuentra la Comunidad mapuche Antonio Epuñam y en aproximadamente un kilómetros se encuentra la comunidad mapuche José Carvajal.
El intendente de La Araucania, Andres Jouannet, -quien apoya el proyecto- declaró públicamente que el proyecto no provocaría impacto en las comunidades, y que la idea es trabajar en conjunto para responder a las demandas y necesidades –siempre que aprueben el Megaproyecto- usando los recursos económicos que se entregarán a las comunidades para mejorar su calidad de vida.
Radio Villa Francia conversó con la vocera de la comunidad Antonio Epuñam, Yannete Mella, quien señaló:
“No hubo participación ciudadana ni consulta indígena, decidieron arbitrariamente instalarla y punto”.
No obstante el oscuro panorama afirmó que iniciarán un querella en el Tribunal Ambiental de Valdivia en base al Convenio 169 de la OIT en conjunto con el Observatorio Indígena, con quien se reunirán este Martes 19 de Enero:
“Creo que lo primero y más probable será un recurso de protección y lo demás lo vamos analizar con ellos, porque Chile tiene que respetar el convenio 169 sobre los pueblos indígenas”.
Además señaló que la autorización de este proyecto vulnera las garantías constitucionales, el proyecto debió ser evaluado mediante un estudio de impacto ambiental y no por una declaración de impacto ambiental, pues genera efectos que dañan directamente a las comunidades, como alteración significativa del sistema de vida y costumbres de grupos humanos y alteración de monumentos pertenecientes al patrimonio cultural, entre otros.
Finalmente, es preciso mencionar que Rakun SpA, ofreció una suma de $40 millones a las comunidades cercanas, a modo de indemnización.
La comunidad Antonio Epuñam rechazó dicho monto, acusando no ser consultados y donde la instalación de la termoeléctrica a menos de 500 metros de la comunidad, demuestra el desamparo en que se encuentra el pueblo mapuche, indican que este proyecto solo beneficia a la empresa, no importando las alteraciones que provoca a las comunidades, en materia arqueológica, patrimonial, cultural y de salud, como la emisión de contaminantes atmosféricos que dañan directamente a los habitantes.
Los cientos de proyectos de esta envergadura destinados a la Araucanía, son una invasión que amenaza directamente a los territorios y sus comunidades, sin contar la contaminación ambiental que genera y daña el entorno: “no se trata de un problema de plata, sino que de respeto” concluyó la vocera de la comunidad Epuñam.
Fuente: Radio Villa Francia