A las 6:30 del 6 de febrero llegó un contingente policial a romper con el campamento, dividir el corte y despejar la ruta que hace 72 días el pueblo de Caimanes tiene tomada para que se cumpla el fallo de la Corte Suprema y que obliga a la Minera Los Pelambres a restituir el caudal hídrico del valle El Pupío, en la zona andina de la Región de Coquimbo. Hay cuatro detenidos, daños en el improvisado campamento, incertidumbre en la población, y la evidente indolencia de las autoridades que no se hacen presentes para resolver el asunto. Caimanes cumple otro día de resistencia bajo el sol abrazador de la injusticia.
“Aquí los ricos están pasando por sobre todo el poder judicial… que un guardia esté dando órdenes a Carabineros en la forma cómo se tienen que hacer las cosas ya estamos con un problema bastante grave”, explica Juan Olivares, Vicepresidente del Comité de Defensa del Valle del Pupío, ante el gran operativo policial que en la zona andina están viviendo desde este 6 de febrero de 2015, contra los pobladores de Caimanes, movilizados en exigencia del cumplimiento de una resolución de la Corte Suprema. Sin embargo llama a que “la gente se levante y que haga cumplir la justicia”.
Eso han estado haciendo desde hace 72 días en la ruta que une Caimanes con la minera privada de la familia Luksic, pero cuando el turno de amanecida llegaba al corte de ruta, vieron con sorpresa que estaba Carabineros. Eran las 6:30 de la mañana la fuerza policial ya había entrado al campamento con prepotencia cortando con cuchillos las cuerdas que sostenían las carpas así como los cables de energía eléctrica.
“No vinieron a dialogar ni nada, y hasta el momento les hemos pedido que muestren la orden (de desalojo) y un Coronel de La Serena de apellido Carvajal, dice que él no tiene por qué mostrar nada ya que solamente vienen a despejar al vía, que es una vía particular (de Minera Los Pelambres) pero que ellos dicen que es una vía pública”, explica Juan Olivares.
El dirigente comunitario explica que entre las diferentes autoridades se “tiran la pelota, mientras tanto Carabineros nos tiene rodeados y divididos en tres grupos”. Tanto el Ministerio del Interior, como la Intendencia, la Gobernación y la Municipalidad se han desentendido diciéndoles a los caimaninos que ellos no han emitido ninguna orden.
Cuatro detenidos
La estrategia de Carabineros fue ir al campamento antes de que el turno de amanecida llegara a la posición, pero de tal forma que no pudieran comunicarlo a tiempo. Entonces, actualmente el grupo que pasó la noche está en el campamento sin poder salir rodeados con seis o siete patrullas de Carabineros; el turno de amanecida no puede llegar a dar apoyo necesario pues está cortado el camino, y por ende, el pueblo tampoco puede ir a apoyar a quienes están en el corte de ruta pues están las Fuerzas Especiales de Carabineros.
Los cuatro detenidos hasta el momento son dos adultos mayores, uno jubilado y la otra con problemas de salud, además de una señora y un joven de 18 años.
Ante la pregunta de si los detuvieron por realizar desórdenes Juan contesta enfático: “No, si nosotros no hemos arrojado ni una piedra. Aquí toda la vida ha sido un movimiento pacífico. Nosotros cortamos el camino, llevamos 72 días con el camino cortado, tenemos una vigilancia diaria de Carabineros y, de un momento a otro, llegan con hartas patrullas no más diciendo que vienen con una orden de desalojo y con explicación ninguna. Toda la amistad que se hizo con carabineros durante 72 días ahora se derrumba de la forma como entraron al campamento a destruir”.
Recordemos que Caimanes está exigiendo que Minera Los Pelambres cumpla con la resolución que emanó de la Corte Suprema en noviembre de 2014 y que establecía 30 días de plazo para presentar un plan para devolver las aguas del valle del Pupío al estero que abastecía de agua potable a los dos mil habitantes del pueblo andino.
“Estamos en febrero y nadie se pronuncia con nada. En el fondo la justicia no existe para nosotros… y es un fallo irrevocable. Y el fallo dice que devuélvase las aguas a su forma natural y si no se pudiese tienen que mover el tranque de relaves, ¿cómo lo van a remover? No tenemos idea, nosotros lo que estamos peleando es que nos devuelvan el agua como lo teníamos antes del tranque. Porque aquí nos contaminaron todo, ahora es otro valle”, concluye.