El jurado de un tribunal federal de Estados Unidos en Orlando halló culpable al ex teniente Pedro Barrientos por tortura y asesinato extrajudicial al cantautor Víctor Jara en 1973. El jurado impuso Barrientos el pago de una compensación por daños y perjuicios de 28 millones de dólares (unos 19 mil millones de pesos chilenos) para la familia Jara.
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Barrientos, quien es ahora ciudadano estadounidense, estaba acusado en una demanda civil interpuesta por la esposa de Víctor Jara, Joan, y sus dos hijas, Manuela Bunster y Amanda.
Según los abogados de la acusación, el monto de la indemnización es tan alto porque el jurado encontró una fuerte «conexión» entre Barrientos y lo sucedido en el Estadio Chile, que hoy lleva el nombre del cantautor, convertido en un centro de detención y tortura al comienzo de la dictadura del general Augusto Pinochet.
Tras conocer la decisión del jurado luego de dos días de deliberaciones, Joan, Amanda y Manuela comenzaron a llorar de alegría y se abrazaron con sus abogados. Mientras Barrientos, que estaba acompañado por tres representantes legales, quedó notablemente cabizbajo.
Según la abogada Catherine Roberts, este veredicto supone un «mensaje no solo a otros perpertadores sino también al Gobierno de Estados Unidos para que agilice la extradición a Chile» de Barrientos.
Durante el juicio, el militar en retiro negó conocer en esa época al popular cantautor y aseguró que supo de Víctor Jara y de los sucesos que llevaron a su muerte mucho tiempo después de ocurridos.
Varios testigos de la acusación, entre ellos ex oficiales, aseguraron que Barrientos era uno de los militares a cargo del Estadio Chile hasta donde fueron llevados en calidad de detenidos el cantautor y decenas de estudiantes y maestros.
Señalaron haber sido testigos de las torturas a los detenidos por parte de oficiales en los vestuarios del recinto deportivo.
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Tanto la viuda del cantante como sus dos hijas también rindieron testimonio en la corte a cargo del juez Roy Dalton, encargado de presidir este juicio tras la demanda civil presentada en 2013 por el Centro de Justicia y Responsabilidad (CJA), con sede en San Francisco.
Por su parte, Lorena Pizarro, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) indicó que «la impunidad no termina para el crimen de Víctor Jara ni tampoco para muchas víctimas que aún buscamos verdad y justicia. Pero aquí resulta impresionante los poco que hemos logrado condenar, están recibiendo beneficios carcelarios».
«Una vez más hay una señal desde el exterior que demuestra que estos crímenes que incluso impactan y conmueven a países de otras latitudes. Si bien no pueden hacer justicia absoluta por Víctor Jara, ellos van y emiten un fallo declarando culpable a uno de los responsables», agregó Pizarro.
Decaración oficial de la familia Jara
Estamos contentas, tranquilas y agradecidas. Estos 8 días de juicio han sido sin duda fuertes para nosotras. Fuertes del punto de vista emocional ya que en ellos se concentró todo el dolor, la pena y la rabia por todo lo que vivimos como país tras el golpe militar, específicamente el horror que se vivió en el Estadio Chile—primer centro de detención masiva de la dictadura—descrito en este juicio por sobrevivientes, soldados y académicos.
En esta corte, la cultura de la mentira, el encubrimiento y el matonaje fue pulverizado por la verdad. La cultura de la muerte y la cobardía encarnada en Pedro Pablo Barrientos Núñez, por el canto de Víctor que vivirá por siempre.
Hoy, aquí en las afueras de la corte de Orlando EE.UU., queremos decir que estaremos por siempre agradecidas de nuestros abogados de la ONG Centro de Justicia y Responsabilidad (C.J.A)—quienes presentaron el caso acá en EEUU—y de Chadbourne and Parke por su compromiso, su solidaridad y sobre todo su profesionalismo.
Su trabajo legal colaborativo, su rigor, convicción y pasión han sido un regalo inesperado en nuestras vidas y el efecto constructivo de ello es aun “indimensionable” después de tantos años de vivir con el dolor de la impunidad tan arraigado en nosotras.
El caso criminal en Chile sigue su curso y ahora esperamos que Pedro Pablo Barrientos sea extraditado y enfrente la justicia en nuestro país.
Aún hay mucho por hacer. Son muchas las personas que fueron asesinadas en el Estadio Chile—hoy Estadio Víctor Jara—y seguiremos en la búsqueda de justicia por todos ellos.
Joan Jara Turner, Manuela Bunster Turner y Amanda Jara Turner
27 junio, 2016