Si se juzga por el tradicional doble estándar de la justicia chilena, a los delincuentes de cuello y corbata involucrados en grandes fraudes tributarios y financieros conocidos en los últimos días, al final del día no les saldrá ni por curados, como de hecho es el caso de Nicolás Ramírez, ex gerente general de La Polar. Sin embargo, no saldrán tan indemnes, desde el punto de vista de la condena social. Carlos Alberto Délano, denunciado por fraude tributario por el SII, debió renunciar al directorio de la Fundación Teletón, mientras que un sector de socios de Colo Colo exige la renuncia de Leonidas Vial, luego que se conociera la multa de 28 millones de dólares que le impuso la SVS, por el caso Cascadas.
La salida del fundador del Grupo Penta se produce tras la denuncia del Servicio de Impuestos Internos (SII) en su contra por delito tributario, en una de las aristas del denominado caso “fraude al FUT”.
Carlos Alberto “Choclo” Délano integró ingresó al directorio de Teletón en 1997, “participando del crecimiento institucional en estos casi 20 años en los que se construyeron seis nuevos institutos; Temuco, Coquimbo, Talca, Atacama, Calama, Coyhaique”, indicó la fundación.
“El directorio de Teletón agradece su compromiso y entrega en esta obra que enorgullece a todos los chilenos”, añaden un comunicado.
El nuevo Presidente, dr. Humberto Chiang, es médico cirujano con especialidad en urología de la Universidad Católica e ingresó al directorio el mismo año que Délano, asumiendo la vicepresidencia en 2010.
En el cargo de vicepresidente, fue designado el ingeniero comercial y gerente general de CCU, Patricio Jottar, quien es miembro del directorio desde 2010.
Entretanto, el movimiento Colo Colo de Todos difundió la siguiente declaración:
Vial debe renunciar a Colo Colo por respeto al Club y su Historia
Parece ser ayer cuando, luego de un intenso lobby en el Congreso y los medios de comunicación, se presentaba una nueva institucionalidad para nuestro alicaído fútbol chileno. Los clubes ya no dirigirían la pasión de multitudes bajo el modelo de corporaciones sin fines de lucro, sino que pasaríamos de lleno a las Sociedades Anónimas Deportivas Profesionales. Nos decían que con ellas vendrían nuevos tiempos, marcados por la seriedad, la modernidad y por sobre todo la transparencia.
Hoy podemos ver nuestros colores dirigidos por personajes como José Yuraszeck y Leonidas Vial, ambos reconocidos amigos y competitivos empresarios, según señalan quienes los conocen. Su pasado y presente son contrarios a todas las normas éticas, y a la prometida transparencia que tanto se usó como excusa para la nueva institucionalidad del balompié. Son de público conocimiento las estafas a todos los chilenos que protagonizó José Yuraszeck, de las peores en la historia de nuestro país, como el “caso Chispas” o el caso Corfo-Inverlink. Leonidas Vial, por su parte, ha sido recientemente sancionado por irregularidades en su actuar bursátil en el marco del “caso Cascadas”, cuyas investigaciones y condenas judiciales todavía no han llegado a su fin. En este capítulo Vial no sólo se benefició monetariamente, sino que perjudicó a millones de compatriotas.
Leonidas Vial rara vez da la cara. Se lo ve muy poco hablando en los medios de comunicación, y ni pensar siquiera en verlo alguna vez en el Estadio Monumental. Pese a esto, el misterioso empresario hoy detenta el poder casi absoluto en la sociedad anónima Blanco y Negro, lo cual parece del todo alejado de los propósitos propios de una sociedad de tal naturaleza y envergadura.
Tomando en cuenta el espíritu con el cual fue fundado Colo-Colo, consideramos urgente queLeonidas Vial se aleje definitivamente de las dirigencias deportivas en general, y en particular del directorio de la concesionaria Blanco y Negro. Su permanencia en el cargo enloda a la institución.
Además de lo anterior, el problema de fondo trasciende a la figura particular de Leonidas Vial. Nos encontramos ante la necesidad de evaluar la institucionalidad vigente en nuestro deporte. Habiendo desatendido ya instancias anteriores, queremos exigir al Congreso Nacional la apertura de un proceso de estudio y modificación a nuestro marco legislativo, con participación de todos los actores relevantes.
Por su parte, a los medios de comunicación les pedimos que se trate esta problemática a la altura que se merece. Así como se han dedicado numerosas páginas y minutos en televisión y radio a debatir sobre la conducta de barristas o jugadores, esta situación sin duda alguna merece la misma difusión y profundidad, más aún considerando el nivel de escándalo al cual ascienden los daños a miles de chilenos.
Quisiéramos también entregar una reflexión acerca de cuál es el rol que podría estar hoy jugando nuestro club, la Corporación Club Social y Deportivo Colo-Colo. De acuerdo a la constitución de la sociedad Blanco y negro S.A, los accionistas minoritarios al organizarse y reunir el 10% de la sociedad podrían citar a una junta extraordinaria para exigir la renuncia de Leonidas Vial y de su corredora, Larraín-Vial. Más aún, la Corporación hubiese podido ejercer directamente a través de sus representantes en el directorio de la concesionaria su derecho a llamar a dicha junta o solicitar la renuncia del Vial, ya que también es facultad del directorio. Lamentablemente, la conducción de la Corporación, encabezada por Raúl Labán, nos privó como Club de esta posibilidad, al renunciar a tener representantes en la mesa de Blanco y Negro, en un acto demagógico e irresponsable.
Finalmente, queremos dirigirnos al señor Leonidas Vial. Como los caminos de voz y voto, los canales de comunicación y participación de socios e hinchas, han sido deliberadamente cortados, no tenemos instancias para mirarlo a los ojos. Así, a través de esta tribuna queremos emplazarlo a demostrar cariño y respeto por Colo-Colo, dando un paso al costado. Si nunca hubo razones válidas creíbles para que llegara, no sería malo que al menos diera razones objetivas para seguir ahí. Nos debe a todos los colocolinos, al menos, una respuesta.
