Los Milenios del Agua, Patricio Manns

I.- La imposibilidad del Diluvio Universal y los problemas del agua en Chile.

Como se sabe, la cantidad de agua existente en la tierra –en superficie o en sus profundidades-, es inmutable.

Aquí no cabe la posibilidad siquiera de que una gota proveniente del espacio se agregue al agua ya existente y tampoco cabe la posibilidad de que una gota del agua de la tierra se evada hacia el espacio exterior. La cantidad de agua terrestre es siempre la misma.

Pensando en esto, reflexioné sobre el caso del Diluvio Universal y descubrí que algunas cosas que de él se afirman no tienen asidero en la realidad. Como el agua se relaciona con si misma por medio de un fenómeno que conocemos como vasos comunicantes, el agua que rodeó e inundó al monte Ararat tenía necesariamente que inundar la tierra entera a la misma altura, esto es, 5.156 metros.

Esto significa más de cinco kilómetros de altura. Pero en la tierra no hay suficiente agua para realizar una operación semejante.

El asunto no puede ser circunscrito sólo al Monte Ararat, en cuya cima se supone que fue depositada el Arca de Noé. El agua no puede sostenerse en un espacio dado como si fuera un cubo de hielo.

En razón de los vasos comunicantes, habría buscado nivelarse de algún modo expandiéndose hacia los costados hasta encontrar su nivel natural. Pero no existe ninguna noticia de que aquello haya ocurrido entonces, aunque en diferentes culturas terrestres se habla también de un Diluvio acaecido por la misma época.

En algunos casos se trata de salidas de mar, en otros de lluvias torrenciales que asolaron los lugares durante cuarenta días y cuarenta noches. Pero esta lluvia venía de la tierra y al caer en ella, habría sido fácilmente absorbida para reencontrar su espacio propio en ríos, en lagos, en canales y en napas subterráneas, cuando no en el mismo mar.

La posibilidad de que haya cambio en los niveles de la costa sólo puede deberse al hundimiento de ella. Pero cuando la costa se hunde en determinado sitio, en otros puntos, a veces muy distantes, surgen cerros, volcanes y se modifica la superficie terrestre.

En el caso del Diluvio, la cantidad de agua requerida para su realización es de tal magnitud que ella no existe en la tierra bajo ninguna forma.

El agua es un elemento que tiene leyes muy simples para regular su funcionamiento y el hombre las percibe día con día. El agua y sus movimientos constituyen un hábito del hombre y estos hábitos no se han modificado jamás.

Algunos científicos turcos –el Monte Ararat está situados en Anatolia- como el doctor Musalem Hichmet, han analizado las posibilidades científicas del Diluvio, y han llegado a la conclusión de que es un fenómeno imposible.

Un agua total de cinco kilómetros sobre el nivel del mar tendría que rodear la tierra entera.

Si esto fuera así, habrían desaparecido todas las ciudades del mundo, pero testimonios de esta monumental catástrofe no existen en ninguna parte.

Pero subsisten por lo demás otros problemas. ¿Dónde fue a parar el agua del Diluvio? ¿Al centro de la tierra, apagándola? Esto significa que después del Diluvio no habría erupciones volcánicas, lo que no es el caso, pues ellas se suceden ininterrumpidamente desde entonces, y aún, antes.

La ciudad de Pompeya jamás habría sido destruida. En Chile hay varias erupciones por decenio. Asimismo las hay en otras regiones del globo.

El agua del Diluvio no pudo irse hacia el espacio, y la humanidad no ha conocido jamás un fenómeno semejante. La fuerza de gravedad retiene el agua de la tierra en la tierra, y esto es tremendamente fácil de probar. Y el agua del Diluvio debió ser agua de la tierra.

Desde el Diluvio, el agua ocupa la atención del hombre, pues hay regiones donde ella existe en abundancia, y regiones desérticas donde no llueve nunca. Si sobreviene una nueva conflagración mundial, la causa no será el petróleo sino el agua.

Los pueblos la buscan desesperadamente. Los chinos inventaron un procedimiento para hacer llover a voluntad bombardeando las nubes con un producto especial, el cloruro de sodio. Pero es necesario que haya nubes.

Hace un par de años se denunció que algunas naciones enviaban barcos a la Antártica para trasladar grandes porciones de hielo remolcándolos a través del océano. Este es un caso de robo internacional del agua y muestra en forma gráfica la gravedad del asunto.

Demás está señalar que si las naciones que tienen derechos sobre la Antártica hundieran estas naves piratas, estaríamos permanentemente al borde de una guerra.

En la actualidad, y citaremos sólo el caso de Chile, el agua es motivo de disputas crecientes.

Hay empresarios agrícolas como el ex ministro Edmundo Pérez Lloma o el ex candidato presidencial, Francisco Errázuriz, que desvían cursos de agua para hacerlas fluir sobre sus terrenos, perjudicando a muchos pequeños agricultores que no pueden o no saben defenderse.

Esto trae como consecuencia las marchas por el agua que se multiplican de año en año. Por ejemplo, en Pascua Lama. La empresa canadiense Barrick Gold ha sido multada varias veces y hoy en día ha sido obligada a cesar sus faenas auríferas por múltiples abusos. Ha destruido numerosos glaciares y cuncas acuíferas que originan los ríos de la región, en particular, el río Huasco.

Tendrá que recomenzar de cero la petición de una autorización para prospectar el oro que encontró en la Cordillera de los Andes. En el lado argentino de Pascua Lama la conciencia del daño ecológico es mucho más potente que en Chile aún que el gobierno regional frena todas las iniciativas en contra del proyecto.

Allí las protestas comenzaron hace ya varios años. Fui invitado a una de ellas. De regreso escribí una canción sobre el tema, “De Pascua Lama”, que ganó el Festival de la Canción de Viña del Mar. Paso a paso vamos progresando. En la actualidad se organizó una Marcha Por el Agua, que partió simultáneamente desde Arica y Puerto Montt, para converger frente al Palacio de la Moneda, el pasado 22 de abril.

Poco a poco Chile está tomando conciencia de la importancia capital del agua. Pero escasea la información fidedigna. Hay un sospechoso velo de misterio sobre lo que acontece con el agua. Su privatización comenzó durante la dictadura y fue profundizada por la administración de Eduardo Frei Ruiz Tagle.

En algunos países vecinos –Argentina, Perú, Bolivia- también se privatizó. Los presidentes responsables fueron los no muy recomendables, Menem, Fujimori y Frei Ruiz-Tagle.

Esto significa que el agua tiene dueño, y para usarla es necesario pagar a particulares. Como se trata de un monopolio, los precios del agua los fijan los propietarios y son muy altos, en especial, el agua destinada a la agricultura.

Quizás pronto se privatice el aire. O el mar. El hecho es que estamos siendo despojados de muchos de nuestros derechos fundamentales.

El Tratado Binacional Minero suscrito en 1997 y ratificado en 2001, entregó las nacientes de todas las cuencas acuíferas , donde se encuentran los ecosistemas glaciares a las compañías transnacionales mineras, dando señales de que a quienes nos gobiernan no les interesa el cuidado de los ecosistemas, la preservación de nuestras vidas y la protección de los bienes comunes.

En esta misma línea, de crear leyes para la muerte, se inscriben otras medidas que amenazan el acceso al agua en cantidad y calidad óptima, a todas las comunidades y ecosistemas.

Siguiendo los criterios del Banco Mundial, en el gobierno de Eduardo Frei Ruiz Tagle se inició la venta y entrega en concesión a privados, de las empresas sanitarias, es decir, del agua potable.

Actualmente este proceso se encuentra prácticamente concluido ya que el gobierno de Sebastián Piñera, en menos de dos años, ha terminado de vender la participación fiscal en las sanitarias.

La privatización de las empresas sanitarias fue un buen y suculento negocio, puesto que sólo el año 2011, Aguas Andinas obtuvo en utilidades el equivalente a 111.000 millones de pesos.

El agua es un bien común, y tal como Chile lo reconoció ante las Naciones Unidas, es un derecho humano básico y debe ser consagrado como tal en nuestra Constitución, evitando de este modo el ser una mercancía regulada por el mercado.

Este despojo se hace con suprema impudicia. Y ahí estamos los chilenos sin decir agua va, tamboreando en un cacho. Es preciso abrir un debate nacional a través de las redes sociales. Pidamos a los candidatos que precisen sus intenciones sobre el tema.

Este es un gran momento para clarificar las cuestiones. Para corregir los errores administrativos y controlar las maniobras del gran capital. Se debate mucho sobre el lucro en la educación, y nadie hace el punto del lucro sobre el agua. Y bien miradas las cosas el agua es más importante, porque concierne a la vida misma del hombre, a su sobrevivencia.

El caso más reciente lo protagoniza el nuevo intendente de Copiapó, Rafael Prohens Espinoza, de RN. Fue presidente de la Asociación de Productores y Exportadores Agrícolas del Valle de Copiapó, se desempeñó como alcalde de Tierra Amarilla y concejal por Copiapó.

Es uno de los empresarios agrícolas que se ha enriquecido gracias a la alarmante sequía del río Copiapó ,y que tiene a sus habitantes en estado de alerta. Según el Director de la DGA, Matías Desmadryl, Copiapó es “la zona más compleja del país en cuando al déficit del recurso hídrico”.

Los dueños del agua

En la región de Antofagasta, encabezan la lista Codelco, Minera Escondida, y Enaex, la firma de explosivos del grupo Sigdo Koppers. En la región de Coquimbo, dominan los Canalistasa del Embalse Recoleta.

En la Región de Valparaíso, Minera Valparaíso, perteneciente al Grupo Matte, y la Hidroeléctrica. En la región Metropolitana, nuevamente los Mattte, con CMPC, más Eléctrica AES Gedner. También están presentes Chilectra y Aguas Andinas. En la región del Maule, sobresalen otra vez Endesa, Colbún y AES Gener.

En la región del Bío Bío se encuentra Endesa. En la región de Aysén, Endesa otra vez, que junto con Colbún pretenden levantar cuatro centrales hidroeléctricas en los ríos Baker y Pascua. Y en la región de Magallanes opera como dueña del agua, Salmones Multiexport.

Representantes políticos, sociales, eco ambientalistas y gremiales relanzaron la campaña “Recuperar el agua para Chile”, iniciada en 2009, cuyo diseño para esta segunda etapa contempla la recolección de un millón de firmas para presionar al gobierno y al Congreso a que legislen sobre la nacionalización de los recursos hídricos.

Es importante recordar que el Código de Aguas de la Dictadura eliminó un elemento esencia de las legislaciones hídricas comparadas que es que todo derecho de aprovechamiento debe tener un uso efectivo y beneficioso, como lo consignaba la legislación anterior.

Dicha transformación permite la apropiación de derechos de agua con el único objetivo de la acumulación y especulación con el recurso, sin otorgarse derechos con una función determinada y dejando eso manos privadas la planificación para su uso sustentable.

A estas alturas ya se ha privatizado casi el 100% de las empresas sanitarias que funcionan en el país. La mayoría está en manos transnacionales.

Es el caso de la española Endesa, que domina el campo de la generación de electricidad. Según la Dirección General de Aguas (DGA) la empresa hispánica es la mayor poseedora de derechos de aguas para uso no consuntivo, o sea, la construcción de centrales hidroeléctricas.

Texto de Patricio Manns publicado en Le Monde Diplomatique, mayo 2013

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