Fernando Atria, es abogado constitucionalista y pre candidato presidencial del Partido Socialista (PS), una figura política que ha logrado, poco a poco, ir re-encantando a la juventud del sector y sumarlos como adherentes a su campaña.
En conversación con El Muro, Fernando Atria sigue manteniendo su idea de que el candidato presidencial del PS sea electo en primarias abiertas, donde la mayoría se exprese y no sea una designación entre cuatro paredes, donde la cúpula partidista sea la que decida, sin importar lo que opine el resto.
El abogado constitucionalista es un férreo partidario de que la ciudadanía ejerza su derecho a expresarse, que no se reste, que no sean excluidos, sino que se sumen, que participen. Esta misma alternativa abierta a la participación ciudadana la comparte el ex agente de Chile en La Haya, José Miguel Insulza, el mismo que, hasta ahora, es su único competidor en las primarias, a la que podría sumarse el senador independiente, Alejandro Guillier y, eventualmente, Ricardo Lagos, quien ha manifestado, en todo caso, que no desea ser parte de esas primarias.
-¿Ha variado un poco el escenario en términos de tener más claridad respecto de lo que van a ser las primarias internas o todavía hay, de por medio, un escenario incierto?
Nosotros hemos dicho desde el principio que la manera en que el Partido Socialista debe decidir su candidatura presidencial es, a través de primarias abiertas a la ciudadanía y, entonces, celebro que el Comité Central de enero, haya decidido hacerlo, precisamente, así. Ahora, todavía faltan cosas que se vayan aclarando, en el camino, a las primarias del 23 de abril y que, por un lado, pasa que se dicte un reglamento que está en producción y que se suspendió producto de los incendios y la atención que debiera estar volcada más a la catástrofe que al reglamento y la Comisión Política dejó eso pendiente para marzo.
-¿Qué otros factores están aún pendientes?
Otro tema pendiente es saber cuáles van a ser los candidatos para esa consulta ciudadana. Queda todavía que se aclare si van a venir los otros candidatos posibles del Partido Socialista como Ricardo Lagos y Alejandro Guillier. En cuanto al apoyo que mi pre-candidatura tiene dentro del partido, mi impresión, he estado recorriendo comunales y regionales del partido, es que es una pre-candidatura que viene desde abajo. La militancia socialista conecta con el discurso de mi pre-candidatura de mover al Partido Socialista hacia la izquierda, porque se dan cuenta que es una necesidad. Es una pre-candidatura que ha ido sumando adhesiones, tanto a nivel de dirigentes del PS y tenemos, por ejemplo, el apoyo de la diputada Maya Fernández, como apoyo de militantes socialistas.
-¿Qué importancia tiene para lo que serán las primarias del PS el que, efectivamente, los militantes de regiones participen y no todo esté canalizado en Santiago?
No cabe duda que si es una consulta ciudadana, se llamará a votar a todos los militantes y a todos los simpatizantes, lo que uno podría llamar el amplio pueblo socialista y, eso, va a ser en Santiago y en regiones y, eso, es una cuestión fundamental. Creo que una de las cuestiones que sirvió para vencer algunas oposiciones que había respecto de una consulta en el Comité Central fue el que, desde los regionales y los comunales, numerosas declaraciones exigieron esas primarias. Es trascendente que participe el amplio pueblo socialista.
-¿Por qué ha sido tan difícil para el Partido Socialista tener un solo candidato, un candidato que represente las distintas miradas y no hay una figura de consenso?, ¿tiene que ver con la crisis, en general, que vive la política de manera transversal?
Creo que hay una discusión dentro del Partido Socialista sobre cuál es el candidato y, eso, refleja varias cosas, entre otras, que hay, efectivamente, un ciclo en la política chilena que está cambiando y lo que está cambiando es que la forma política, habitualmente, identificada con la transición, con la república binominal, está pasada en su fecha de vencimiento. Lo que hay es una pregunta, ¿cómo el partido se acomoda o asume una posición con vista a una política distinta a la que conocíamos hasta ahora? En eso, tanto Ricardo Lagos como José Miguel Insulza reflejan, probablemente, la mejor versión de esa política y mi pre-candidatura refleja una postura distinta y, eso, ha permitido que haya más discusión dentro del Partido Socialista que aquélla que había.
-¿Hay otros aspectos que con su pre-candidatura han comenzado a evidenciarse hacia afuera?
Dentro del Partido Socialista había un apoyo bastante grande a la candidatura de la senadora, Isabel Allende y, entonces, cuando ella decidió que no iba a postular, se produjo esta situación en la que se está dando una discusión importante de hacerla, tanto dentro del PS como en Chile, en general.
-¿Cuánto, a su juicio, se ve beneficiado el ciudadano común y corriente cuando hay más de un candidato, son varios, y existe la posibilidad de elegir no por secretaría?
La democracia necesita partidos políticos que tengan un proyecto político claro e identificable. Esta discusión va a contribuir a eso, dentro del Partido Socialista, a que el PS pueda tener una candidatura que dé cuenta de un proyecto político claro más que de otras cosas como cálculos electorales o asuntos de ese tipo. Espero que la movilización que va a significar el hecho de hacer una consulta ciudadana sirva para avanzar en esa dirección.
-¿Puede afectar al Partido Socialista, en el marco de las primarias de abril, el que la Presidenta, Michelle Bachelet –militante de ese sector- tenga un 75% de rechazo ciudadano a su gestión?, ¿se les hace a ustedes, como socialistas, más complejo el escenario de que la gente vote por un socialista en las presidenciales?
No cabe ninguna duda que un gobierno encabezado por un militante del partido que tiene una alta adhesión configura un escenario distinto, a un gobierno encabezado por un militante que tiene una baja adhesión, eso cambia los términos del asunto y son, precisamente, las condiciones que estamos teniendo esta discusión presidencial.
-¿Eso significa que, a raíz de la baja aprobación de Michelle Bachelet, sí se les hace a ustedes el camino un poco más difícil por ser ella militante del PS que a otros partidos?
No sé, no me queda claro cuánto afecta diferenciar al Partido Socialista, porque después de todo el gobierno está muy identificado con la Nueva Mayoría. Evidentemente, en todo caso, desde el punto de vista de cualquier partido de la Nueva Mayoría, si hay una aprobación baja como la que tiene la Presidenta, configura un escenario más complejo.
-Mucha gente piensa en Bachelet como militante socialista, sino que aglutina a todos los partidos de la Nueva Mayoría. Por lo tanto, uno podría decir que el escenario, en general, para la Nueva Mayoría no es nada de fácil, ad portas de las elecciones presidenciales y de las parlamentarias, teniendo situaciones de emergencia que, según los expertos, han sido mal manejadas y tardíamente. ¿El panorama para la Nueva Mayoría es más complejo que el de la centro-derecha?
Lo del manejo de las emergencias, creo que es una campaña que ha llevado adelante la oposición, que es de una pequeñez que no había visto hace mucho tiempo. Normalmente, en momentos de catástrofe o de emergencia, en Chile y en el mundo son momentos de unidad y de solidaridad y, en esta vuelta con estos incendios, la oposición lo que ha intentado hacer es obtener cualquier tipo de utilidad política pequeña, es una actitud insólita.
La cuestión, ciertamente, está en que el gobierno tiene una aprobación baja y ésta afecta los términos y las posibilidades de la discusión presidencial en la Nueva Mayoría y, por lo mismo, es fundamental que quien sea el candidato de la Nueva Mayoría sea capaz de articular un proyecto político con miras a los próximos cuatro años, que sea capaz de entusiasmar a la ciudadanía.
-Pero, imagino que no se trate del proyecto neo-liberal que ha mantenido la Nueva Mayoría…
Creo que no se puede negar que este es el gobierno que ha tenido la pretensión más transformadora desde 1990 y, por eso, es fundamental que el candidato de la Nueva Mayoría declare lo importante que es continuar con ese proceso transformador, corrigiéndolo en lo que sea necesario, pero no en su dirección de movimiento que es, precisamente, una dirección de salida al modelo neo-liberal
Fuente: El Muro
