Por 110 votos a favor y 1 abstención, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley que regula el ejercicio del derecho a voto de los chilenos en el exterior, en tercer trámite legislativo. De ese modo, quedó consagrado legalmente ese derecho, sin dudas una gran victoria democrática. Sin embargo, no es completa: sin razón que lo avale, no podrán participar en elecciones parlamentarias y municipales.
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Finalmente la Cámara de Diputados despachó el proyecto que permite a los ciudadanos chilenos que residen en el extranjero a participar en las elecciones.
Con 110 votos a favor, los diputados dieron el visto bueno a la iniciativa que se discutió por años en el Congreso y que este miércoles finalmente sale del Parlamento a la espera de su promulgación.
El ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, afirmó que se trata de un «día histórico» que «hace honor a nuestra democracia».
«Comenzó este proceso hace 25 años, que el diputado Carlos Dupré en ese momento puso el tema en discusión. Nos hemos demorado demasiado tiempo, pero llegó la hora que todos los chilenos, en su condición de ciudadanos, puedan ejercer libremente e independiente del lugar de residencia su derecho a elegir a las autoridades presidenciales», dijo el canciller.
El secretario de Estado aseveró que «con esto perfeccionamos nuestra democracia, participamos más plenamente en los procesos que van a regir en nuestras vidas».
La iniciativa legal permite el sufragio de chilenos en el extranjero en las elecciones primarias, presidenciales y plebiscitos.
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Tras analizar las modificaciones realizadas por la comisión de Gobierno del Senado, los parlamentarios aprobaron la iniciativa que busca facilitar el voto de todos los ciudadanos, independiente de su residencia, aumenta la transparencia del proceso y mejora los procesos de reclamo.
De esta manera- y una vez que el proyecto sea promulgado por la Presidenta Michelle Bachelet- los chilenos que viven en el extranjero podrán votar en las próximas elecciones presidenciales.
Cómo funcionará el voto de chilenos en el extranjero
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Este miércoles fue despachado en la Cámara de Diputados el proyecto que permite a los ciudadanos chilenos que residen en el extranjero participar en las elecciones nacionales, por lo que solo falta su promulgación.
De esta forma, los chilenos que viven fuera de nuestras fronteras podrán participar en las elecciones presidenciales, primarias presidenciales y en los plebiscitos.
Para participar de este proceso, los chilenos en el extranjero que deseen ejercer su derecho a sufragio activo deberán inscribirse sólo una vez para indicar su domicilio electoral en el extranjero y sólo deberán repetir este trámite si cambian de domicilio.
Tanto la inscripción como el cambio de domicilio podrá hacerse ante el Consulado respectivo, o bien, ante la Jefatura Nacional de Extranjería y Policía Internacional de la Policía de Investigaciones de Chile, al momento de entrar o salir del país.
El ministro Secretario General de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre, explicó que «es menester que las personas cambien su domicilio para poder ejercer su derecho en el exterior. Entonces, si están registrados, como muchos, en algún domicilio de la nación, tienen que cambiarlos afuera».
«Los consulados van a ser delegados electorales del Servel y allí se van a organizar mesas. Va a ser una cosa muy hermosa, igual como se hace acá, con vocales y presidentes de mesas que son justamente los chilenos en el exterior en los locales de votación habilitados a lo largo y ancho del mundo por los consulados», indicó.
Eyzaguirre añadió que «los escrutinios, dependiendo de los husos horarios, tienen que cumplir con las normas del escrutinio que se van dando entre las nacionales».
Efectuada la inscripción o cambio de domicilio, se formará dentro del padrón general uno que reúna los datos de chilenos en el extranjero. Cada país que cuente con un consulado de Chile contará también con una Junta Electoral, que será presidida por el respectivo cónsul e integrada, además, por otro funcionario del Servicio Exterior, que tendrá la función de secretario. Corresponderán al cónsul todas las funciones de delegado electoral.
Los cónsules serán los responsables de que las mesas se instalen correctamente en los locales de votación, además de ser expertos de identificación, en los casos en que exista disconformidad notoria y manifiesta entre los datos del padrón de mesa y la identidad del elector.
El Servicio Electoral cumplirá las mismas funciones que respecto de las elecciones que se desarrollan en Chile, además de determinar los lugares de votación y la creación o fusión de mesas receptoras de sufragios y dictar instrucciones para determinar la aplicación de la normativa electoral en aspectos concretos.
Del padrón de chilenos en el extranjero, la Junta Electoral correspondiente -el consulado de cada país- elegirá a tres vocales para constituir cada una de las mesas receptoras de sufragios.
El proyecto, además, contempla normas relativas a los actos preparatorios en el extranjero, sobre publicidad y propaganda, funcionamiento de las juntas electorales, los locales de votación, la oficina electoral, reclamaciones, sanciones y procedimientos judiciales.
También se introdujo una enmienda que prohíbe a todo el personal de embajadas y consulados a participar de actividades de campaña.
Por último, se planteó una modificación que aclara que habrá al un lugar de votación por cada consulado, salvo que, por razones fundadas y de acuerdo a la información de infraestructura y cantidad de chilenos en la zona geográfica, pueda disponer más de un lugar de votación por cada consulado.
Voto de los chilenos en el exterior puede ser clave en las elecciones presidenciales
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Desde 2017, los candidatos a La Moneda tendrán que contemplar un nuevo horizonte para hacer campaña que abarcará, literalmente, todo el mundo. Esta tarde, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto que permitirá que los chilenos que vivan en el extranjero puedan votar en primarias presidenciales, elecciones a La Moneda y plebiscitos, el que incluirá a cerca de 450 mil de los aproximadamente 900 mil compatriotas en otros países.
¿Pero cuál es la real relevancia de la cifra? Considerando la historia de los comicios chilenos, el grupo podría ser un factor crucial en el caso de contiendas muy cerradas, como ha sido el caso de varias de las últimas carreras por la Primera Magistratura.
Sin ir más lejos, el total de votantes en el extranjero es mayor que la diferencia de las segundas vueltas entre Ricardo Lagos y Joaquín Lavín en 2000 (180 mil votos), o la de Sebastián Piñera con Eduardo Frei en 2010 (223 mil votos).
Y aunque la cantidad estimada es un poco menor a la ventaja que Michelle Bachelet le sacó al propio Piñera en el balotaje de 2006 (486 mil votos), el grupo sí podría haber inclinado la balanza en la primera vuelta de esos comicios, en diciembre de 2005.
Allí, Piñera logró su paso a la segunda vuelta al obtener poco más de 150 mil votos de ventaja sobre Lavín. Es decir, un tercio del eventual universo en juego en el resto de los países.
Además, en el caso de las primarias presidenciales, el grupo tendría mayor influencia dado que el universo de votantes es menor. Un ejemplo es lo ocurrido en las primarias de la Alianza en 2013, donde Pablo Longueira –quien después renunció a la candidatura- superó a Andrés Allamand por 22 mil votos.
Las cifras estimadas no son definitivas: de hecho, se basan en estimados de la Dirección para la Comunidad de Chilenos en el Exterior que datan del período 2004-2005.
La repartición está actualizando los datos con una encuesta que durará todo este año.
Argentina es el país más atractivo para hacer campaña: cerca de la mitad del total de los chilenos en el exterior está avecindado allí. Lo sigue a mucha distancia Estados Unidos, con alrededor de un 13% del total; Suecia, con el 5%, y luego Canadá, Australia, Brasil, Venezuela y España, con cifras entre el 2% y el 4% de todos los chilenos.
Un aspecto relevante es que, a diferencia de otros países en que sus votantes en el exterior además eligen representantes al Congreso, en el caso de la legislación chilena este derecho estará acotado a las primarias y elecciones para elegir al presidente, así como a eventuales plebiscitos y referéndums.
