lunes, noviembre 25, 2024
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Promiscuidad Carcelaria: Permisito, le Dijo Delincuente a Primerizo, y lo Violó Repetidamente

El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de La Serena condenó –el martes 26 de abril– a la pena efectiva de 5 años y un día de presidio a Johnny Alejandro Cabello Sánchez, en calidad de autor del delito consumado de violación, ilícito perpetrado en junio de 2015, al interior de la cárcel de la ciudad.

 

 

El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de La Serena condenó –el martes 26 de abril– a la pena efectiva de 5 años y un día de presidio a Johnny Alejandro Cabello Sánchez, en calidad de autor del delito consumado de violación, ilícito perpetrado en junio de 2015, al interior de la cárcel Huachalalume de la ciudad.

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En fallo unánime (causa rol 81-2016), el tribunal –integrado por los magistrados Nicanor Salas (presidente), Iván Corona y Jimena Pérez (redactora)– aplicó, además, a Cabello Sánchez la accesoria legal de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la de inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena; además del pago de las costas de la causa.

Asimismo, una vez ejecutoriado el fallo, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestra biológica del  sentenciado para determinar su huella genética e ingreso en registro nacional de ADN de condenados.

La resolución da por establecido el 1 de junio de 2015, en horas de la madrugada, al interior del módulo 92 del Complejo Penitenciario de Huachalalume, de La Serena, Johnny Alejandro Cabello Sánchez, mediante el uso de fuerza, accedió carnalmente a S.I.A.A.

El fallo, agrega, que el sistema carcelario «en este caso concreto haciendo caso omiso de las normas de segregación, permitió que en una celda en la que habitaba un sujeto que se encontraba cumpliendo condenas de 15 años y un día más una pena de 541 días como autor de dos delitos de robo con violencia y de uno, por sorpresa, con alto compromiso delictual (…) ingresara también, un sujeto con calidad procesal diversa, un imputado. Un hombre joven, de tan sólo 20 años, sin compromiso criminógeno y sin que hasta ese momento tuviese acercamiento alguno con recintos penales de adultos así como tampoco Centros de Internación Provisoria para menores ya que con anterioridad jamás había estado privado de libertad».

Fuente: Poder Judicial

El manual de supervivencia para evitar la violación en la cárcel

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El activista T.J. Parsell, quien fue detenido de joven por una serie de malas decisiones y vivió en persona la degradación de ser vejado sexualmente en prisión, hoy realiza una campaña de cortos donde aconseja, de boca de los mismos presos, cómo evitar esta práctica.

Si bien el sistema carcelario estadounidense protege a los reos con una serie de canales anónimos de denuncia, el temor y la ignorancia muchas veces legitima los ultrajes, dice Parsell. Los videos, dirigidos tanto a hombres como a mujeres que van por primera vez a la cárcel, sirven coimo escalofriante recurso de orientación para evitar caer en las trampas de los depredadores sexuales en la cárcel que coaccionan a las víctimas a través del engaño y un sistemático lavado de cerebro.

En el caso de los hombres, por ejemplo, suele decirse vulgarmente que las duchas son el principal lugar de ataque, pero Parsell recomienda poner barreras apenas se tenga un pie en la cárcel. «La manipulación mental es muy sutil y suele ir de la mano de la necesidad de encajar en un ambiente hostil como la cárcel», explica.

Es en ese contexto que al recién llegado se le acercarán personas amigables que intentarán indagar en las causas de su encarcelamiento, su biografía y alegre conversación, como en cualquier presentación. Los mismos presos víctimas de violación aseguran que es una de las principales estrategias del acosador ya que a través del discurso tratará de ganar confianza con el novato y obtener información para extorsionarlo más adelante.
No aceptes nada

El supuesto amigo o cualquier desconocido puede llegar con un chocolate de bienvenida, un libro, prenda de ropa o algún útil de aseo como obsequio y muestra de amistad. «No aceptes nada», dicen los que saben. Más tarde, el supuesto benefactor dará a conocer el precio del detalle que excederá con creces cualquier cifra racional sólo con para hacer sentir al engañado que está en desventaja y que deberá pagar «de alguna manera».

Llegar haciéndose el choro

El viejo consejo de llegar mostrando violencia el primer día de cárcel, suele ser un código respetado, pero quienes impostan el personaje sólo dejarán en evidencia su miedo y necesidad de protección. Eso atraerá a los depredadores sexuales o bien llamará la atención sobre la posible víctima.

En la ducha

Según los entrevistados por el realizador, el primer lugar donde se lleva a cabo el acercamiento y ataque es la ducha. Contrario a lo que pueda pensarse, en la cárcel nadie se baña desnudo ni exhibe sus partes para no tentar a grupos de violadores. Se suele usar la misma ropa interior, un traje de baño o el mínimo tiempo posible. Hay que actuar ante el primer «roce accidental» del compañero de ducha que intentará tantear así el aguante de su presa del que tampoco hay que aceptar shampoo, toallas o prendas de baño, aconsejan.

Ojo el primer día

Cuando este nuevo amigo se acerca, la recomendación es no darle confianza, ignorarlo y fijarse más en cómo lo trata el resto de la población que ya lo conoce que en cualquier muestra de amistad. La gente que lleva más tiempo encerrada los rechaza e ignora. Una persona experimentada en el ámbito carcelario que no tiene amigos o deambula sola es el perfil del violador carcelero.

Pajaritos nuevos

Para los recién llegados en busca de contención, la recomendación es acercarse a otras personas en su condición. Recién llegados que se hayan conocido en el traslado o las oficnas de ingreso. Es más probable encontrar ahí otra persona con la cual protegerse e intercambiar información para evitar ser víctima de abusos.
Mala suerte en el juego

Quienes tienen debilidad por las cartas, el dominó y otros juegos de azar, pueden ser objeto de la trampa preferida de los violadores de la cárcel, explican en los videos de Parsel. Se arma una jugada trucha en la que el recién llegado siempre pierde y termina obligado a pagar una deuda impagable a los ganadores con su propio cuerpo. Lo mismo con quienes consumen droga y van por una dosis de contrabando que resulta más cara de lo que se cree.

En el gimnasio del patio

La postal conocida de los presos que ejercitan para pasar las horas también es una treta de coacción para el violador. El espontáneo «preparador físico» que da consejos y mete conversa al recién llegado puede contar incluso que viene del mismo barrio del nuevo para ir ganando confianza y contacto físico poco a poco.

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