La ofensiva del sector de empresarial y de la derecha política para oponerse a la Reforma Laboral argumentando que no es el momento, debido a la desaceleración económica, esconde la intención de defender la herramienta legal, con que han perseguido los sindicatos y con la cual han negado y quitado derechos laborales.
Detrás del argumento de que no es el momento se esconde el hecho que pueden perder los privilegios que la actual ley laboral les ha entregado, y con la que han manejado sin contrapeso las relaciones laborales.
La pregunta es ¿Cuándo es el momento si cuando la economía del país anda bien dicen que no hay que hacer nada que todo está bien sin lugar a dudas, “Siempre es el momento”, cuando se trate de reparar una injusticia laboral, que por años ha perjudicado a los trabajadores y trabajadoras.
El actual código laboral se ha mantenido por 35 años desde que José Piñera, respaldado por el dictador Pinochet, impuso el actual plan Laboral y que en 25 años de democracia no se ha tenido voluntad política, ni el coraje para cambiarlo y con el cual se ha generado desigualdad y endeudamiento en los hogares de los trabajadores.
Con desfachatez han señalado; “que todo está bien”, y que; “estas leyes le han hecho bien al país”. Y que hacer cambios al actual sistema, puede generar problemas a la economía y al empleo la institucionalidad del país, únicamente ha servido para aumentar las riquezas y los privilegios, de los poderosos y de la elite económica del país mientras la gran mayoría de chilenos y chilenas viven endeudados y se esfuerzan cada día por salir adelante.
Es de esperar que el Gobierno envíe pronto el proyecto de “Reforma Laboral” al parlamento y se aborden de verdad los cambios que se requieren, y contemos con una Ley Laboral, que ponga fin a tantos años de injusticia en las relaciones laborales.
(*) Secretario General, Central Unitaria de Trabajadores