miércoles, octubre 16, 2024
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Actriz Gloria Laso: “La UDI no Quiere Perder el País que Construyó y que le Funciona tan Bien”

Hay momentos en que el futuro de las personas pareciera resumirse en una sola escena. La que definió la vida futura de Sergio Buschmann sucedió en Talca, en el campo de su familia latifundista. El lugar donde vio parir a una de las inquilinas de su familia. La escena tiene a un Buschmann adolescente, mirando cómo una mujer recostada en el piso de su casucha de adobe, traía al mundo a un niño en medio de la tierra. Y mientras Buschmann recordaba el nacimiento de sus hermanas en hospitales privados, algo cambió en él. Ese “fue el gran golpe que recibí en mi vida” dice Buschman en la cinta.

 

Esa escena es una de las tantas que retrata “Buschmann. Comunista con el favor de Dios”, el documental con que la actriz Gloria Laso debuta detrás de la cámara. Lo hace retratando a Segio Buschmann, actor, comunista y ex miembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez que participó en la fallida internación de armas en Carrizal Bajo, estuvo en la cárcel de Valparaíso por un año y escapó en un helicóptero de manera tan cinematográfica como su vida. Una que tuvo su origen en la oligarquía talquina para luego pasar por cárceles, clandestinidad, exilio y tortura.

Del documental, la vida de su protagonista y la actualidad política hablamos con la actriz Gloria Laso.

¿Por qué decidiste realizar un documental sobre este personaje?

-Sergio representa a muchas personas en Chile que fueron muy valientes al enfrentarse contra la dictadura en forma muy generosa. Unos quedaron muertos, otros quedaron dañados. Perdieron sus vidas, sus carreras, sus familias, todo. Este personaje que han construido, del malo de la película y terrorista, es bien absurdo. Él era un actor, militante, consecuente de su ideología, que se enfrentó ante un tirano, algo que me parece sumamente legítimo… Era un tipo que creció en un ambiente distinto, su padre era muy adinerado, la madre pertenecía a la aristocracia talquina. Si él se hubiese dedicado a sí mismo, podría haber hecho lo que han hecho cientos de personas, pero tuvo una opción por los pobres, por su país, por la dignidad.

Más allá de ser colegas, ¿qué experiencias emocionales compartes con Buschmann?

-Siempre voy a tener el deber de mantener viva la memoria, de tratar de que la gente pueda sentir un poco lo que sentimos las personas que pasamos esa experiencia. De verdad uno no se lo desea ni a su peor enemigo. No es lo mismo estar preso que haber estado en la DINA. No es lo mismo ir a una cárcel normal -con lo terrible que son las cárceles hoy en día- comparado con los campos de concentración o las casas de tortura que tenía la dictadura. Es incomparable.

¿Cómo evalúas el clima político actual?

-El tener un país con miedo les funcionó muy bien. Gracias a Jaime Guzmán y la UDI hoy tenemos la constitución que nos rige. Muchos de ellos estuvieron muy metidos en el golpe. El hecho que sean los militares los que están presos y no haya ningún civil preso, no significa que ellos no vayan a ser juzgados por dios cuando se mueran. No van a pasar piola si dios existe. Los seres humanos cuando tienen privilegios son capaces de hacer lo que sea con tal de no perderlos. Finalmente el miedo que quieren inculcarles a los demás, es el miedo que tienen a perder sus vidas de “Bilz y Pap”.

Justamente ayer la UDI publicó un video en el que acusa de mediocre al gobierno actual, situando a Chile en un escenario casi catastrófico…

-No creo que las personas sean intrínsecamente perversas, sino que tienen menos luz, menos conexión con dios aunque vayan a misa todos los domingos. Hay una intensión de mantener el status quo, de mantener las cosas como están porque finalmente es lo que ellos hicieron. Durante 17 años construyeron este país, durante 20 lo mantuvieron, me refiero a la privatización de la salud, de la educación, del agua, todo lo que para muchos de nosotros nos parece un error. Obviamente que no quieren perder el país que instauraron y  van a recurrir a lo que sea, probablemente con métodos más sutiles de los que hicieron en el tiempo de la Unidad Popular.

¿Qué te parecen las reformas que ha impulsado el actual gobierno?

-Cualquiera con dos dedos de frente, que haya ido a un consultorio a las cinco de la mañana, a hacer cola para que te atienda un doctor y te diga: “Váyase para la casa y pida hora para el pie porque ahora le vi la oreja”… O sea esa indignidad a la que han llegado las personas en su salud, en su educación, en todo, se debe a un sistema instaurado que es lo más perverso que yo he visto. Un sistema que no le interesan los seres humanos, que sólo le importa la plata, que todos son números y que es capaz de pasar por arriba de lo que sea. El demonio no es un señor con cachos, el demonio es el dinero. Que haya gente dispuesta a cambiar eso, intentar disminuir esos vicios, me entusiasma mucho y me parece fantástico.

La ex candidata presidencial, Evelyn Matthei, dijo que “Bachelet es la principal falencia de Chile… el desastre va a seguir”, ¿qué te parecen estas declaraciones?

-Me da un poco de pena, Matthei es como la hermana fea de la cenicienta. Ellas tenían una historia tan parecida, de padres amigos, generales de la Fuerza Aérea, las dos se criaron igual y todo el mundo enamorado de la Bachelet. Tiene un cierto encanto, algo en el alma, que a las personas les atrae, independiente que se equivoque o no. En cambio, Evelyn Matthei, siendo alguien muy inteligente y preparada, también tiene algo en el alma pero que hace que la gente la rechace. Es súper triste, de verdad creo que es como el cuento de las hermanastras con la cenicienta.

¿Qué le hace falta a la clase política chilena actual?

-Le falta grandeza, mirar más allá, acordarse más de los padres de la patria, de la gente que soñó con un país digno y no una picantería de segunda clase que mira todo el día a un país tan multifacético como Estados Unidos. No es que tengan todo malo (EE.UU) pero su concepto de que la vida es tan poca cosa, tan mínima, que lo único que hay que tener es un auto, una casa, los niñitos e ir al mall. La vida es mucho más que eso, el haber instaurado “este modelito” es como que anduviéramos con unos zapatos cuatro números más chicos. Se necesita gente que quiera menos eso.

¿Eso apunta a algún sector en particular?

-Los de derecha quieren conservar sus privilegios, sus casas en Zapallar, sus viajes por el mundo, ir a ver ópera a New York, a compra a Londres, pasearse en yate todos los inviernos por el mediterráneo o el caribe. Y los otros, hay demasiada gente en la izquierda que es muy aspiracional, que quieren tener lo mismo, que les encanta que los invite Sebastián Piñera a almorzar en su casa de Cachagua o ir a comer con el “rucio” Matte a no sé dónde. Creo que el arribismo intrínseco de este país se refleja por todos lados. Este concepto de cuánto tienes y cuánto vales es demasiado pequeño. Ojalá las nuevas generaciones vean más allá, sean capaces de ser honestos, de trabajar por los otros.

Gloria Laso quiere continuar en la realización de documentales. De hecho está trabajando en uno llamado “Kalfurray”, sobre el poeta mapuche Elicura Chihuailaf, y otro titulado “Abanico”. “Quiero hacer varios documentales y después hacer ficción. También dirigí una obra de teatro este año, se llama ‘Nadie es profeta en su espejo’, de Jorge Díaz. Estoy incursionando en dirección de todo tipo”, detalla.

Respecto a sus expectativas con “Buschmann. Comunista con el favor de Dios”, asegura que lo que más le importa es llegar a un público juvenil.

“Tengo la esperanza que hayan centros de alumnos, tanto secundarios como universitarios, interesados en ver la película y que sea un punto para partir una discusión ética y política de cómo debe ser este país”, dice. “A la gente se le olvida que aquí (en la dictadura) nadie tenía más de 25 años, aquí se exterminó una generación de jóvenes, no se mató a unos terroristas que andaban poniendo bombas. Se mató a gente joven que estaba en la universidad estudiando, dispuestos a hacer algo por los demás para tener un país con un poco más de justicia. Eso es lo más impresionante”.

El film se estrena el jueves 27 en la Cineteca Nacional y estará disponible al público general desde el 28 de noviembre hasta el 30 de diciembre a las 19:30 horas en el Microcine (nivel -2), con valores de $ 3.000 general y $2.000 estudiantes, tercera edad y convenios. Con la tarjeta Centro de Amigos Centro Cultural La Moneda se puede acceder a la promoción 2×1.

Fuente: El Dínamo

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