Durante las últimas cinco décadas, se verifica la modificación gradual del modelo de generación de riquezas (1) que ha hecho más compleja y fragmentada la fuerza de trabajo del país. Es decir, si en los sesentas un alto porcentaje de la población desarrollaba su trabajo en sectores productivos tradicionales como la construcción, minería e industria; actualmente nos encontramos con una alta migración hacia la producción de bienes y servicios intangibles.
La evidencia del cambio en su composición, lo podemos observar en el siguiente gráfico, que compara los datos del año 1960 con los del año 2012 en esta materia.
En el observamos que los mayores de 15 años acorde al censo de 1960 eran 4.446.591 personas (PEA) (2), y los trabajadores productivos o del sector real 3 eran 571.500
representando un 12.84 % de esa fuerza de trabajo.
Mientras que hoy, de acuerdo al INE, los mayores de 15 años son 13.695.080 personas (PEA), y los trabajadores productivos son 1.865.180 correspondientes a un 13.62 %
de la fuerza de trabajo. Es decir, solo existe una diferencia del 0.78% del total de la Población Económicamente Activa en 50 años, ese es el incremento en los sectores productivos de la economía real.
No obstante, si consideramos los datos PEA en el gráfico del trimestre Agosto-Septiembre-Octubre del 2012 (INE) en comparación al censo de 1960, la fuerza de trabajo ha crecido en un 208%.
Esto significa que una enorme cantidad de trabajado res en Chile se han incorporado durante estos años a sectores de trabajos “improductivos” correspondientes a la generación de bienes y servicios intangibles, como lo es el sector de comercio y servicios, que además tiene un componente de feminización importante.
Fuente: Documentos de Trabajo, ICAL.
(1) Matriz productiva entendida como modelo de desarrollo socioeconómico.
(2) Población Económicamente Activa
(3) Corresponden a los sectores de la construcción, minería, industria en general