Según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, Chile es uno de los países donde más se trabaja, pero por un salario que no permite salir de la pobreza. El estudio establece que en nuestro país los asalariados trabajan en promedio 1.990 horas anuales, lejos de Alemania que aparece con 1.371. Además, en Chile la productividad es absorbida íntegramente por el capital, pues a pesar de ese elevado número de horas de trabajo, los salarios no permiten al trabajador chileno salir de la pobreza.
La clasificación, circunscrita a los países de la OCDE, viene encabezada por México, con un total de 2.228 horas al año por empleado, seguida por Costa Rica (2.216), Corea del Sur (2.163) y Grecia (2.042). En quinto lugar aparece Chile con un promedio de 1.990 horas anuales. Al respecto, el reporte consigna que «por primera vez» la jornada media anual de nuestro país «cae por debajo de las 2.000 horas».
La jornada laboral de los tres países latinoamericanos se encuentra por sobre la media de la OCDE que es de 1.770, por lo que el informe concluye que las cifras caracterizan a Latinoamérica como una región con países de largas jornadas laborales, pero una productividad relativamente baja por hora trabajada.
Francia, Dinamarca, Noruega, Holanda y Alemania aparecen en el otro extremo: entre los países en los que menos horas al año se trabajan. Son países con alta productividad, con mayor presencia de la industria en la economía.
«Trabajan menos y son más ricos (tienen mayor renta). La productividad es la clave, pero también el hecho de que haya un mayor número de personas trabajando, aunque lo hagan menos horas, un mejor reparto el trabajo, por así decir», consigna hoy El País.
La OCDE informa que Alemania es el país donde se trabaja menos horas anuales., con solo 1.371 horas.
Cabe señalar que el cálculo se refiere al total de horas trabajadas en un año, según los datos de contabilidad nacional, divididas por el número medio de personas con empleo. Además, el estudio considera tanto los trabajadores fijos a tiempo completo como los temporales y los trabajadores a tiempo parcial.
Salario y pobreza
Por su parte, el informe «Employment Outlook 2015» de la OCDE revela otra preocupante realidad: El nivel actual de salario mínimo en Chile no es suficiente para que una familia logre salir de la línea de pobreza, informa hoy Diario Financiero.
De acuerdo al estudio, en nuestro país se requieren más horas de trabajo con el sueldo mínimo legal para escapar de la línea de pobreza, con más de 70 horas semanales para una familia con un solo ingreso y 61 horas para padres o madres solteros.
Al respecto, la OCDE afirma que es «impracticable» lograr las horas de trabajo suficientes en Chile, por lo que es necesario un apoyo más generoso que complemente los ingresos laborales o salarios significativamente mayores a los asignados en la remuneración mínima legal.
«Complementar el piso salarial con beneficios al interior de las empresas o exenciones tributarias pueden ser una forma más efectiva de enfrentar la pobreza que usar el sueldo mínimo aisladamente», advierte el organismo.
Así, el estudio sugiere que si bien el salario mínimo puede tener un fuerte impacto en la parte baja de la distribución de sueldos, pueden hacer sólo una contribución limitada para combatir la pobreza sin otras medidas adicionales.
Recuperación global
El informe destaca, además que a nivel global el empleo ha estado repuntando de manera más extendida, aunque esta recuperación «está lejos aún de ser completa y se está acabando el tiempo para prevenir que millones de trabajadores queden atrapados en la parte más baja de la escala económica».
De hecho, la OCDE sostiene que si bien el desempleo ha seguido una trayectoria descendiente en la mayoría de los países tras la crisis, cerca de la mitad del aumento de la cesantía causada por ésta aún persiste.
En este sentido, una de las principales preocupaciones de la organización es que el desempleo «de largo plazo» se mantiene alto en la mayoría de las naciones del bloque, lo que puede llevar a depreciación de habilidades, pérdida de motivación y salida de la fuerza de trabajo.
Por esto, la entidad hace un llamado a los países a generar marcos de políticas que tengan como foco mantener motivados a las personas que buscan empleo, especialmente a los que llevan más tiempo cesantes, a la vez que ayuden a mantenerlos «empleables» y expandan las oportunidades de conseguir un trabajo.
Sin embargo, la organización destaca que no basta sólo prestar atención a la cantidad de nuevos empleos, sino que también a la calidad de estos. Acceso a trabajos más productivos y satisfactorios ayudarán a un crecimiento sustentable.