Por estos días las redes sociales están llenas de mensajes para el saliente presidente de Uruguay, Jose Mujica. «Pepe, queremos que gobiernes toda la vida»; «Mujica Ladrón:te robaste el corazón de los uruguayos y del mundo»; «Pepe, tu auto vale mas de un millón de dólares: vale el respeto internacional». Incluso el embajador de México en Uruguay, Felipe Enríquez, confirmó en Montevideo que este viernes 5 de diciembre, una Asociación de Trabajadores de Cancún, regalará, en representación del pueblo mexicano, un Volkswagen “new beetle 2004” a Mujica como un homenaje a su honestidad y modestia. Hace unas semanas, el presidente rechazó la oferta de un jeque árabe que le ofrecía un millón de dólares a cambió de su modesto Volkswagen Fusca. «Somos amigos hace muchos años (el auto y yo) y pienso tenerlo el resto de mis dias»,dijo.
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Resulta particularmente curioso que este nuevo vehículo tenga la misma procedencia que el antiguo de 1987, ya que el viejo auto fue regalado al político por un grupo de amigos que hicieron una colecta para comprárselo.
Los halagos se incrementarán por estos días cuando comienza a difundirse una reciente entrevista que la BBC le hizo a Mujica. En ella señala,con su habitual tono campechano, que el mundo está absolutamente loco al admirarse de que él viva en una casa simple, con pocas cosas y un auto viejo. «Vivo de manera normal, como vive la gran mayoría de mi pueblo» dijo y volvió a denunciar que la actual sociedad tiene como única religión el dinero.
Recordó que hace unos meses, un miembro del gobierno chino le comentó que antes que comenzara el crecimiento económico acelerado en China, sus habitantes tenían menos cosas pero dormían con la puerta abierta. Hoy en el país asiático, a medida que la economía crece y mejora el poder adquisitivo de las personas, los chinos han tenido que empezar a cerrar las puertas de sus casas.