Por Fausto Triana
Aun con el alegre recorrido de las Fiestas Patrias cada 18 y 19 de septiembre, se trata en realidad de un mes luctuoso y dramático para Chile por la pérdida de numerosas personalidades. En razón del sangriento golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, liderado por el general Augusto Pinochet, se sucedieron las muertes del presidente Salvador Allende; el cantautor Víctor Jara ; el poeta Pablo Neruda y el excanciller Orlando Letelier. Aunque no todos fallecieron en el mismo año, pero sí en septiembre. Allende decidió inmolarse por la Patria a raíz de la asonada golpista; Jara asesinado el día 16 y Neruda el 23, todos en 1973.
Jara fue acribillado con 44 balazos tras ser brutalmente torturado, en tanto el Premio Nobel de Literatura perdió la vida como
consecuencia de un cáncer de próstata o envenenado como asegura el Partido Comunista de Chile.
El caso de Letelier, canciller, embajador en Washington y ministro de Defensa de Allende, ocurrió el 21 de septiembre de 1976 en la capital estadounidense, donde un agente de la CIA y de la DINA hizo detonar una bomba en su auto.
Dentro de poco, el 5 de octubre, se conmemorará la desaparición física de Miguel Enríquez, médico y líder del Movimiento de
Izquierda Revolucionario, baleado por la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA) de Pinochet.
Los restos de Pablo Neruda siguen sometidos a exámenes en el extranjero en busca de la verdad sobre su deceso, pero igual Chile, que ya festejó el 110 aniversario de su natalicio el 12 de julio, quiere rendirle tributo ahora.
Según testigos en los que se apoya la organización comunista, el autor de Canto General recibió una inyección letal por parte de agentes pinochetistas.
Las casas museo de Neruda, La Chascona en Santiago, la Sebastiana, en Valparaíso e Isla Negra, serán parte de momentos de recordación del hombre que escribió Veinte Poemas de Amor y una Canción Desesperada.
En La Chascona, en el Espacio Estravagario que rinde honor a una de sus obras más intimistas, este martes se exhibirá el
documental La muerte de un poeta, de Manuel Basoalto y consagrado al funeral del escritor.
Quizás terminar con una pequeña estrofa de su Estravagario venga bien con el tema del septiembre luctuoso en Chile. «No hay espacio más ancho que el dolor, no hay universo como aquel que sangra».