por Javier Claure C.
La eliminación del conjunto chileno de la Copa Mundial de Rusia 2018, provocó un sinnúmero de artículos, tanto en la prensa chilena como en la de varios países de América Latina.
Sin duda es un golpe duro para el pueblo chileno, después de que la Roja conquistara el título de bicampeón de América. Para muchos analistas los jugadores de la selección chilena son los mejores futbolistas que tuvo Chile. Por eso se habla de la “generación dorada”. Pero en realidad, Chile nunca se destacó como una potencia futbolera a la altura de Argentina, de Brasil o de Uruguay. Los tres leones que sacan pecho por el continente sudamericano.
Si retrocedemos el tiempo, podemos observar que la historia del fútbol chileno está teñida con muchos escándalos. Solo para citar dos ejemplos: En 1979, la selección juvenil chilena de fútbol viajó a Paysandú (Uruguay) para participar en el Sub 20. Su Director Técnico, Pedro García Barros, llevaba una tremenda patraña en su archivo. De 20 jugadores, 17 tenían pasaportes falsificados. Es decir, solo tres jugadores cumplían la edad reglamentaria.
El 3 de septiembre de 1989 ocurrió el famoso “maracanazo chileno”. Ese día Chile se enfrentaba ante Brasil, en el Estadio Maracaná, como parte de las eliminatorias para la Copa Mundial de Fútbol de 1990 en Italia.
A los 4 minutos del segundo tiempo, el jugador brasileño, Antonio de Oliveira Filho, más conocido como Careca, cambió el marcador anotando así un gol a favor de su país. Esta situación puso en apuros al equipo “Mapocho”, ya que su fracaso significaba la eliminación del Mundial de Fútbol.
Lo insólito sucedió en el minuto 67 cuando alguien, desde las graderías, arrojó una bengala que cayó cerca del área chilena. El arquero de entonces, Roberto Rojas, apodado, el Cóndor aprovechó esta oportunidad para cortarse la frente con un bisturí. Se tiró al suelo ensangrentado haciendo un gran teatro. Los jugadores de la Roja siguieron este embuste y abandonaron la cancha, alegando que no había seguridad para seguir jugando.
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Sin embargo, el punto de inflexión se dio en el año 2007 cuando Arturo Vidal y Alexis Sánchez salieron a luz. Dos jóvenes talentosos mostraban su destreza en la cancha y daban un gran impulso a su equipo. Así llegaron al Mundial de Sudáfrica en 2010 bajo la batuta de Marcelo Bielsa, cuyo contrato se cumplió un año más tarde.
Claudio Borghi asumió como flamante Director Técnico. Según algunos críticos chilenos Borghi “la embarró y condujo a la selección al oscurantismo”, causa por la cual abandonó la banca chilena. Su compatriota, Jorge Sampaoli, tomó las riendas de la selección, y nuevamente empezaron a brillar logrando clasificarse para el Mundial de Brasil en 2014, en donde derrotó a España, campeón mundial de entonces.
En el 2015 la Copa América se jugó en Chile y la Roja se llevó el trofeo. En este evento ocurrió algo muy feo e “inaceptable”. Cuando la selección chilena se enfrentaba con la uruguaya, Gonzalo Jara, jugador de la defensa chilena, metió uno de sus dedos entre las nalgas de Edinson Cavani.
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Y, como es de suponer, el uruguayo reaccionó empujándole la cara. Jara, a su vez, hizo un “show de víctima” cayéndose al suelo, acción que provocó injustamente la expulsión de Cavani en la segunda mitad del partido. Un año más tarde, o sea en el 2016, la Roja ganó, una vez más, la Copa América Centenario que se jugó en Estados Unidos. Hasta aquí todo parece marchar de maravilla como viento en popa. Sin duda alguna que la selección chilena tiene algunos jugadores estrellas. Gracias a excelentes partidos, donde se vio un juego de alto nivel lograron todas esas conquistas citadas arriba.
En julio de este año, cuando Chile y Alemania median sus fuerzas en la Copa Confederaciones, pasó lo que no debía pasar. Otra vez, Gonzalo Jara, el jugador más obsceno de la Roja, le propinó un codazo mortal a Timo Werner, delantero de la selección alemana, dejándolo completamente atolondrado.
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El árbitro serbio Milorad Mazic sancionó a Jara solamente con tarjeta amarilla, cuando en realidad era tarjeta roja. Que suerte de la Roja! Alemania ganó por un gol. Unos meses más tarde, especialmente en la recta final para las eliminatorias del Mundial 2018 en Rusia, la Roja empieza a flaquear y baja enormemente el nivel de su juego.
Pierde en Santiago ante Paraguay por 3 – 0. El 5 de septiembre la selección se ausenta a La Paz para enfrentarse con la Verde boliviana. Un encuentro futbolístico en medio de diferencias políticas y puntos de vista históricos entre ambos países. La Verde mostró mucho coraje. Ambos equipos lucharon para cambiar el marcador.
La selección altiplánica estuvo varias veces cerca del gol. Mientras que los visitantes sorprendían con sus peligrosos contraataques. El cambio radical llegó, en el segundo tiempo, a los 58 minutos cuando el árbitro cobró un penal a favor de Bolivia. El jugador del Bolívar, Juan Carlos “conejo” Arce, fue el encargado de patear el balón, mientras las piernas de Claudio Bravo temblaban provocando un gran terremoto en Santiago. Y zas! se incrustó la pelota en el ángulo superior derecho del arco defendido por Bravo. Después de este gol, la Roja intentó desesperadamente igualar el marcador, pero nunca lo logro.
Lamentablemente fue un partido lleno de insultos, provocaciones y gestos entre los jugadores de ambas selecciones. Normalmente cuando se trata de dos países amigables, y sin juicios de por medio, los jugadores al final del partido, independientemente si un equipo ha perdido o ha ganado, se dan la mano e intercambian camisetas. Pero en este caso no ocurrió eso. Se vio una espantosa bronca de jugadores chilenos hacia jugadores bolivianos y viceversa. Al final del partido se suscitó una escena muy desagradable en el Estadio Hernando Siles, la Policía tuvo que hacer un cerco para evitar que los jugadores de ambos equipos no se agredan físicamente.
Claudio Bravo, Arturo Vidal y Gary Mendel no ocultaron su frustración derivando en conductas groseras. Tres muchachos insolentes que caminaban por las nubes, pero cuando vieron la realidad y, por fin, pisaron tierra; salieron llorando de la cancha. Ha todo esto se sumaron los maléficos comentarios del Ministro de Relaciones Exteriores de Chile. El señor Heraldo Muñoz escribió en su cuenta de twitter: “bolivianos salieron a ganar como fuese. Estamos perdiendo con un equipo rústico, por la altura y poca claridad e insistencia en pelotazos”.
Un comentario perverso totalmente fuera de juicio que apunta a restar el esfuerzo y el mérito de la Verde. En otras oportunidades, Chile ganó a Bolivia, precisamente en el Hernando Siles de La Paz. El señor Muñoz y mucha gente en Chile pueden alegar que perdieron el partido por la altura, porque la pelota “Golty” era multicolor, porque las palomas que volaban sobre el cielo del Estadio no eran blancas, o finalmente porque el sol no alumbraba a los jugadores chilenos. Nada de eso señor Muñoz. La Roja no pudo con la Verde y punto! Alexis Sánchez y Arturo Vidal estaban, en la cancha, más perdidos que “el teniente Bello”.
La respuesta contundente a la artificiosa interpretación del señor Muñoz vino, nada más y nada menos, del presidente del Senado de Bolivia, José Alberto Gonzales, quién dijo: “Nos ha demostrado dos facetas el canciller Muñoz que nosotros ignorábamos, desconocíamos: la faceta del mal perdedor y la faceta del llorón. Ese es nuestro criterio respecto a esa desafortunada intervención”.
Otro golpe certero y duro que sufrió la Roja, fue el encuentro con Brasil que le descargó una goleada histórica de 3-0. Y así quedo fuera del Mundial. Otra vez, la frustración de Gary Mendel, nombrado Pitbull, subió a mil grados. El Director Técnico de la selección brasileña, Adenor Leonardo Bacchi, conocido como Tite, afirmó que él y Neymar sufrieron indebidos insultos por parte de Mendel, quién se pronunció despectivamente sobre las madres de los atacados. De esta manera Chile se buscó un nuevo enemigo. Da la impresión que algunos jugadores de la Roja se emborracharon con el éxito y se volvieron soberbios, arrogantes y prepotentes.
Extrañamente después de la eliminación de Chile del Mundial; muchos países, hinchas, jugadores y conductores de programas televisivos de diferentes naciones se burlan y sienten felicidad al saber el triste destino de la Roja. El jugador mexicano, Adolfo Bautista escribió en su cuenta de twitter: “ssssssin Mundial” refiriéndose a Chile. Otro jugador argentino, Marcos Rojo, publicó en Instagram Stories, la tabla de posiciones junto a una cara riendo de los puntos sumados por Chile.
El jugador paraguayo nacionalizado boliviano, por el que Chile recibió 2 puntos de la FIFA, se burla de la Roja. Twiteó una tabla de posiciones y escribe: “Dios sabe lo que hace y sus tiempos son perfectos”.
Hinchas uruguayos escriben: “el repechaje quedó en buenas manos, ¡Vamos Perú! El conductor de televisión, Phillip Butters, de nacionalidad peruana fue muy duro en su crítica y dijo: “… todo lo malo que le pueda pasar a Chile, que es el Caín de Sudamérica, me hace a mi feliz”. Los jugadores bolivianos hablan de “justicia divina”.
El periódico argentino Crónica escribió en su cuenta twitter: “Chile, el Mundial lo ves por TV”. Hinchas peruanos, uruguayos, bolivianos, colombianos, mexicanos, paraguayos, argentinos y ecuatorianos se burlan de la Roja con sus ingeniosos memes en Internet.
Un titular deportivo del periódico chileno “La Tercera” reza: “Chile no le cae bien a Sudamérica”.
Lo cierto es que la Roja faltó al respeto a ciertas selecciones latinoamericanas. Cuando viajaron a Asunción, los jugadores lucían una insignia con la inscripción “Campeón de América Centenario”. Arturo Vidal, con los humos en el cielo, declaró: “la selección chilena es la mejor selección del mundo” (!!).
En Lima ganaron a la selección peruana, y en el camarín donde estuvieron dejaron la inscripción: “Respeto, por aquí pasó el Campeón de América”. Los rumores dicen que los autores de estas palabras son Claudio Bravo y Felipe Correa. Vidal antes de llegar a La Paz, publicó en su cuenta de twitter una foto en la cual se lo ve con una de sus manos tapándose la cara, digamos como burlándose. Al final del partido en La Paz, los jugadores bolivianos se burlaban de Vidal con el mismo gesto de la foto.
Ese día, Vidal dijo: “Bolivia está eliminada, ellos verán el Mundial por TV”. Pues, ahora, él y sus compañeros verán los partidos del mundial en casita, también por TV y probablemente tirándose de los pelos.
Lo curioso de todo esto es que en Chile hay gente que no acepta la derrota de su selección. Ya en los tres últimos minutos del partido en Brasil, un locutor chileno exclamaba: “3 minutos de vida muchachos, por Dios! Esta generación no puede quedar fuera del Mundial. Al menos el repechaje, al menos de luchar en cancha la posibilidad de poder ir al Mundial. Qué te hace un gol Brasil, qué te hace un gol Brasil. Qué daño te va hacer un gol Brasil”: https://www.youtube.com/watch?v=kfl37okZ9cE
Jamás en mi vida he escuchado algo parecido anteriormente! Parece una plegaria a un santo, al cual se le pide un milagro.
En la misma línea desde Chile, Luis Mariano Rendón junto a otros abogados chilenos, enviaron reclamos a la FIFA por el supuesto arreglo entre Colombia y Perú. La intención: que se le conceda a Chile una nueva oportunidad “para que vaya al Mundial en Rusia.”.
Lean bien “para clasificarse y tener derecho a jugar en las canchas de algunas ciudades de Rusia”, a pesar de sus fracasos en Santiago, en Bolivia y en Brasil. ¡Qué vergüenza! ¡Qué cinismo! ¡Qué prepotencia! La cosa no es por la fuerza estimados señores, sino por la razón en la cancha, y la Roja no tuvo razón en varios partidos.
Mi mensaje para ese grupo de abogados: “amárrense bien los pantalones, dejen de llorar y acepten la derrota”.
De la derrota nace el triunfo. Además, como es bien sabido, en el fútbol no hay lógica. El mejor equipo puede perder. La Roja no fue eliminada del Mundial por Colombia, ni tampoco por Perú. La Roja se auto eliminó.
Fuente: Alainet