Una investigación de Forensic Architecture y @nomaslacris demuestra que el 20 de diciembre de 2019, una de las jornadas de mayor represión policial, la concentración de gas lacrimógeno en el perímetro de Plaza Dignidad, superó en 40 veces la norma especificada en el Manual de Operaciones para el Control del Orden Público de Carabineros de Chile.
Las autoridades que ordenan esta barbarie parecen ingnorar que el gas afecta por igual a policías, manifestantes y residentes, sin distinguir rango, condición o filiación política.
Forensic Architecture, una agencia de investigación independiente con base en la Universidad Goldsmiths de Londres, que realiza investigaciones espaciales y de medios de comunicación sobre la violencia estatal y corporativa y el grupo chileno @nomaslacris, iniciativa vecinal-comunitaria destinada a proteger la salud de las personas y sus familias del uso indiscriminado de gases lacrimógenos en zonas residenciales, unieron capacidades para analizar la represión policial y el uso gas lacrimógeno el 20 de diciembre de 2019, uno de los días más intensos de la represión policial.
Durante esa jornada, los manifestantes fueron reprimidos con gases lacrimógenos y chorros de agua a presión.
Desde el jueves 17 de octubre hasta el viernes 20 de diciembre de 2019, el INDH ha documentado 3.557 personas heridas durante las protestas en el país; 2040 presentaron heridas por disparos, principalmente perdigones. Según el último reporte del organismo, 359 presentan lesiones oculares, 23 de ellos con estallido o la pérdida de al menos un ojo.
El INDH ha interpuesto 918 acciones judiciales en el marco de las protestas antigubernamentales.
De esta cifra, Carabineros suma 833 querellas: 2 por homicidio; 16 por lesiones, 124 por tortura con violencia sexual; y 680 por tortura y tratos crueles.
La conclusión del estudio es estremecedora, y evidentemente debe sumarse a la contabilidad de las violaciones a los derechos humanos durante el gobierno de Piñera: la concentración de partículas tóxicas de gas lacrimógeno alcanzó niveles de toxicidad 40 veces mayores que el límite especificado en el Manual de Operaciones para el Control del Orden Público de Carabineros de Chile.
Comunicaron este resultado a través de un hilo de twitter, que reproducimos íntegro:
Forensic Architecture y el grupo chileno @nomaslacris colaboraron para analizar la represión policial y el uso gas lacrimógeno el 20 de diciembre de 2019, uno de los días más intensos de la represión.
Una combinación de OSI y simulación dinámica de fluidos es la primera en medir la concentración de partículas de gas en aire y suelo, estableciendo un punto de referencia.
La lucha completa por la toma de la #plazadignidad está registrada en cámara. Reconstruímos el cono de visión de la cámara y confirmamos su código de tiempo.
Usando un método automatizado de análisis de video marcamos la extensión de cada nube de gas lacrimógeno con un marco, y la ubicación aproximada del cartucho.
Luego de derribar las barricadas de la policía, lxs manifestantes llevan su bandera al centro de la plaza. Después de esto nuestro sistema identificó que se usaron al menos 82 cartuchos en un espacio de 10 minutos.
Con la ubicación de 594 cartuchos mapeada en el modelo, y colaborando con el Dr Salvador Navarro-Martínez, podemos simular y medir los niveles de toxicidad en el aire y el suelo, considerando también temperatura, aire y humedad.
La concentración de partículas tóxicas de gas lacrimógeno alcanzó niveles de toxicidad 40 veces mayores que el límite especificado en el Manual de Operaciones para el Control del Orden Público de Carabineros de Chile, arriesgando la vida de lxs manifestantes.
El viento desplaza las partículas de CS depositándolas en el suelo y también hacia el Río Mapocho, que irriga los campos del sur de Santiago.
Nuestro análisis apoya y corrobora la denuncia hecha por la Comisión Chilena de Derechos Humanos en contra del uso ilegal de gas lacrimógeno y exige la prohibición absoluta de este gas como arma química.
El estudio concluyó que durante la tarde y la noche del 20 de diciembre de 2019, se usaron al menos 594 cartuchos de gas lacrimógeno en contra de civiles que protestaban pacíficamente en el área de la Plaza de la Dignidad, además de los múltiples despliegues de vehículos que lanzaban agentes químicos similares al gas lacrimógeno a los manifestantes.
Se estableció que la densidad de los químicos tóxicos en el aire en algunos puntos de la Plaza de la Dignidad excedió por lejos los niveles de toxicidad considerados seguros de acuerdo al manual de utilización de estos gases de Carabineros, el cual FA revisó.
Durante un período determinado de esa noche, la concentración de gas lacrimógeno en un cierto volumen de la rotonda llegó a niveles de toxicidad alrededor de 135 veces el límite recomendado, lo que -literalmente- «puso en riesgo las vidas de los manifestantes«, concluyen las investigadoras.
Aquel 20 de diciembre, se registraron concentraciones de 54 mg/m3 de gas lacrimógeno; 135 veces el límite de exposición de 0,4mg/m3 que establece Carabineros para su uso en el «Manual de Operaciones para el Control de Orden Público».
Además, la cifra supera en 27 veces los 2mg/m3 que el Instituto Nacional para la Seguridad y la Salud Ocupacional de Estados Unidos y la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional del mismo país reconocen como «Inmediatamente peligroso para la vida y la salud».
El siguiente video de RT muestra la represión de ese día