El 70 y el 25

Ambos números, en este caso años, están vinculados en la vida global de los últimos 55 años.

En 1970, poco antes de nuestra elección presidencial de septiembre de ese año, el presidente yanqui Richard Nixon, termina con uno de los acuerdos principales establecidos en 1944 previo al término de la II GM, de la convertibilidad fija a 35 dólares americanos la onza de oro.

Desde ese instante toda transacción entre países se hacía en dólares, respaldados por el Banco Central Norteamericano o Reserva Federal.

Se crearon así instituciones globales para el efecto como FMI o el BM. Comenzó así la reconstrucción derivada de la guerra, la paz trajo la calma para aquello y además a un señor Keynes que impulso desde USA una activa política fiscal para desarrollar lo que se llamó los Estados de Bienestar.

Todo esto con el dólar en el núcleo de la economía global.

Pero nada es eterno: la emisión al infinito de dólares yanquis debilitó la confianza, y el gran déficit ocasionado por la guerra de Viet Nam en los 1966 a 1974 se tradujo en pérdida de competitividad frente a Alemania y Japón.

A medida que la desconfianza crecía, el cambio de dólares por oro aumentó, disminuyendo drásticamente las reservas yanquis. Así fue que el 15 de agosto de 1970, Nixon anuncia al mundo la suspensión unilateral y temporal de la convertibilidad del dólar en oro.

Así nació la moneda fiduciaria o Fiat, no respaldada físicamente, cuyo valor deriva de la confianza colectiva. Es de curso legal (respaldada por el país que la emite) y los bancos centrales se comprometen a mantener el valor.

En octubre de 1973, nosotros con dictador autodesignado un mes antes y cometiéndose crímenes monstruosos de lesa humanidad, se produce en Medio Oriente el ataque de Siria y Egipto sobre Israel, la Guerra del Yom Kipur.

EE.UU. y sus aliados de la OTAN reaccionan y los países petroleros de la OPEC, decretan embargo y suben el precio del petróleo un 70% a US$3 y llevándolo posteriormente a US$12, en menos de un año. Esto genera en occidente racionamiento y escasez, redistribución de la riqueza a los países productores y el surgimiento de los petrodólares.

Las consecuencias en occidente: estancamiento económico y altísima inflación.

El petróleo barato de los países de Golfo y de otros países petroleros fue el que permitió la existencia de países desarrollados en América, Europa y en Asia.

Los dos episodios narrados en esta columna son impulsores del surgimiento de una nueva propuesta de orden mundial.

La disminución del rol del Estado en la economía (rol subsidiario), una economía centrada en el monetarismo que contenga la inflación, el rol autónomo de los Bancos Centrales y la disminución constante del déficit fiscal.

Nacía oficialmente el neoliberalismo. Veamos los cuatro fundamentos:

Rol SUBSIDIARIO del Estado:

EL Estado no debe intervenir en las decisiones económicas. Es el mercado, a través de la oferta y la demanda, la que asigna los recursos. Sus intervenciones son mínimas y ocurren solo si se detecta una falla en el mercado o falta de competencia en el mismo y el instrumento único, la inversión privada.

Esto lo conocemos: 725 empresas estatales, privatizadas en dictadura, y las sanitarias y puertos en los gobiernos posteriores. También una forma encubierta de aplicar el rol subsidiario han sido las concesiones mineras y de carreteras. El sistema de AFP entrego la administración de los fondos previsionales a privados, que definen el monto de las mismas; el rol subsidiario del Estado está en que las pensiones son tan bajas, que hubo que subsisiar la pensión básica solidaria y ahora agregamos la PGU con cargo estatal.

El Monetarismo:

La actividad económica logra estabilidad controlando la oferta de dinero circulante en la economía (masa monetaria o M1), con ello se maneja la tasa de interés y la inflación. Esto orientado a mantener constante el valor de las inversiones extranjeras.

El shoclk de 1975 disminuyo M1 en 44%, elevando las tasas en 178% anual y bajando los salarios reales en un 30%. En la crisis de 1982, de los bancos y el derrumbe del cambio fijo, que si bien contuvo la inflación, hizo decrecer la economía en mas de13% y llevar el desempleo a mas del 30%

Autonomía Banco Central:

El Banco Central encargado de la emisión del dinero del país debe ser autónomo, profesional y técnico y debe mantener la estabilidad de los precios y controlar la inflación, garante del orden financiero y evitar los déficits fiscales, a través del monetarismo. La cris bancaria de 1982 y la compra de la deuda de los bancos privados iniciaron la “autonomía” del Banco Central en Chile. La pérdida de las AFP, es decir, de los fondos trabajadores, por el COVID 19, fue asumidas por el Estado en el 2020.

Déficit Fiscal:

El déficit, gastar más de lo que se tiene es una fuente de inflación y deuda insostenible y por lo tanto el gasto público debe ser equilibrado y no alterar la eficiencia del mercado. La reducción del gasto fiscal es el fetiche del neoliberalismo. Mantener bajo el déficit o que no exista, es su objetivo. Eso pasó entre 1977 y 1981, El PIB del país creció, pero causo la caída de los salarios reales en más de un 12%, cesantía de más del 39% y la pobreza a más del 40%.

Me detengo aquí para la explicación del tema déficit fiscal y el presupuesto.

Desde el 2001, en el gobierno de Lagos, el Estado (gobierno, parlamento, BC) se comprometieron a buscar un equilibrio fiscal con no mas del 1% del PIB, de déficit anual.

Lo anterior para equilibrar la volatilidad del precio del cobre, que es el principal ingreso de Chile. Esta política permitió estabilizar la economía, creando el fondo de estabilización del cobre, no gastando todo cuando el precio es alto y ahorrar utilizando ese fondo para cuando los ingresos bajan.

Eso permitió mantener una deuda pública de no mas del 28% al 2019 (prepandemia COVID 19), entre las más bajas de Latinoamérica.

La situación de crisis económica post pandemia COVID 19, (-5,8% del PIB), la inflación que llego al 13% y el rechazo de la reforma tributaria propuesta por el presidente Boric, por un lado; y por otro, el aumento del gasto fiscal, debido a la gratuidad educacional, la implementación de la PGU y su aumento a $250 mil, incrementaron la deuda pública a un proyectado 43, 2% para 2026.

La deuda pública expresada en términos del porcentaje del PIB, es la siguiente:

El 70 y el 25

Señalé anteriormente que el presupuesto proyectado para el 2026 es de 43,2%, aumento del 0,8% sobre el 2025.

De ser así tomando los años 2022 al 2026, años en los que ejerce el gobierno del presidente BORIC (aunque en el 2022 no propuso el presupuesto), el promedio anual de aumento del gasto público fue de 1,38% del PIB. Y la regla constitucional es del 1 %.

El aumento de la deuda de manera colosal se dio en el gobierno anterior y fue 8,3%. El gasto estimado para los dos últimos años Boric, están incluso bajo lo permitido como techo de la regla.

He intentado explicar cómo funciona la economía neoliberal que se les ocurrió a los “chicago boy” incluidos “los morenitos chilenos” y que desaplomó un gringo colorín casi albino, a partir de enero pasado, imponiendo la mayor intervención estatal de la historia capitalista y haciendo “pebre” el libre mercado con sus aranceles.

Justo entre el 70 y el 25.

(*) Licenciado en Economía y Administración y ex dirigente gremial del sector pyme