Luego de que el Gobierno de Chile suscribiera el tratado, el rechazo al TPP ha ido en aumento. Desde el Gobierno le bajaron el perfil a la postura más crítica que genera divisiones en el oficialismo.
En medio del rechazo ciudadano y de la oposición transversal de parlamentarios, el ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz firmó este jueves en Nueva Zelanda el polémico Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) junto a ministros y delegados de 12 países, que representan el 40% de la economía mundial.
El tratado busca regular áreas tan diversas como la ganadería, la agricultura, el medioambiente, el derecho de autor, la regulación de las empresas del Estado, normativas laborales, entre otras.
Los defensores del acuerdo afirman que con la mayor apertura comercial, se inyectará más dinamismo a la economía. Mientras que los opositores al TTP reclaman que el acuerdo sólo beneficiará a las empresas multinacionales en desmedro de las más pequeñas y que al afectar áreas tan sensibles como la salud o la agricultura, se estaría vulnerando gravemente la soberanía del país.
Luego de firmado el acuerdo, el Parlamento chileno tendrá dos años para votar favorablemente o en contra el proyecto, que se presume será enviado en marzo. Es en este punto que el Gobierno enfrenta una importante disyuntiva, ya que una parte de los parlamentarios oficialistas han manifestado que rechazarán el controvertido tratado.
Es así como diputados y senadores se han expresado a través de las redes sociales, en donde anuncian su voto en contra del TPP.
Por su parte la diputada comunista Camila Vallejo, quien, junto a un grupo de parlamentarios forma parte de la agrupación “Chile Mejor Sin TPP” destacó la importancia de que la ciudadanía adquiera un rol más activo en este debate.
«No estoy dispuesta a contribuir a hipotecar de esa forma nuestra soberanía y votaré en contra del TPP, pero creo que resulta imprescindible la movilización ciudadana para que el Gobierno revierta su posición y el Parlamento lo rechace”.
Asimismo el senador del MAS, Alejandro Navarro expresó que el TTP es “un tratado que nos pone de rodillas frente a las trasnacionales”, y advirtió los riesgos para la soberanía del país con la creación de un tribunal supranacional, el que estará encargado de resolver controversias de distinta índole y que estaría por sobre los poderes del Estado chileno.
Desde el movimiento «Chile mejor sin TPP», su vocero, Carlos Figueroa, lamentó la firma del acuerdo, recalcando que éste no es beneficioso, que fue gestado de manera antidemocrática y en secreto. Además el dirigente reiteró que este acuerdo no es meramente comercial, sino que afectará temas preocupantes para el Estado.
Una visión que contrasta con la postura de distintos analistas y organizaciones internacionales quienes sostienen que el TPP es una amenaza, ya que la soberanía nacional se verá fuertemente afectada en ámbitos como los precios de los medicamentos, la libertad de expresión en internet, o los derechos de autor.
En este sentido, la organización médico-humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras aseguró que el TTP impedirá el acceso a medicamentos genéricos que salvan vidas. «El texto del TPP es el peor acuerdo comercial para el acceso a medicamentos y hará que los tratamientos que salvan vidas sean inasequibles para aquellos que más los necesitan. Por eso es fundamental que las personas demanden a sus gobiernos a que cumplan las obligaciones de proteger la salud pública y eviten el abuso que el TPP habilitará», declararon.
Por su parte el Premio Nobel de Economía en 2001 Joseph Stiglitz, en conversación con el diario “El Mercurio” a fines del año pasado, aseguró que “Chile no está ganando nada con el TPP que no tenga con el TLC de EE.UU., y su aprobación sólo empeorará las cosas”.