La UDI, cuyo discurso apela a una extraña concepción de libertad, es decir la libertad empresarial para el abuso y la explotación, cada cierto tiempo se ve obligada a sacarse la careta. Es el caso de lo que sucedió con la reforma constitucional que permitirí a dirigentes sociales y sindicales postularse al Congreso. La aún más extraña matemática binominal, aquella donde se gana perdiendo, le bastó al partido de la extrema derecha para bloquear la reforma.
Pese a sumar 72 votos a favor -frente a 18 en contra y 16 abstenciones-, la Sala de la Cámara de Diputados rechazó una reforma constitucional que permitía que dirigentes gremiales y vecinales pudieran postular a cargos parlamentarios.
La iniciativa -que permitía además que los cargos superiores de organizaciones sindicales pudieran participar en las directivas de los partidos políticos- no alcanzó los 79 votos a favor que requería para su aprobación, equivalentes a los dos tercios de los diputados en ejercicio.
El proyecto proponía suprimir el artículo 23 de la Constitución, que declara incompatibles los cargos directivos superiores de las organizaciones gremiales con los cargos directivos superiores nacionales y regionales de los partidos políticos y eliminar la prohibición que afecta a estos dirigentes para ser candidatos a parlamentarios, pero proponía que ambos cargos fuesen incompatibles entre sí.
Tras su rechazo, el proyecto de ley, que refunde cinco mociones parlamentarias y recoge las indicaciones presentadas durante su análisis en la Comisión de Constitución de la Cámara Baja, no puede renovarse sino hasta después de un año.
Después de la votación en la Sala, el diputado comunista Hugo Gutiérrez escribió en su cuenta de la red social Twitter que la UDI y RN «se llenan la boca con los dirigentes sociales y les impiden ser candidatos a diputados o senadores».
En tanto, la también comunista Camila Vallejo calificó como «una vergüenza» que «en la Cámara de Diputados la derecha negó la posibilidad de que dirigentes sociales y sindicales puedan postular al Congreso».
Por su parte, el también ex dirigente estudiantil Gabriel Boric escribió que «toda la derecha vota contra proyecto que deroga la prohibición a dirigentes sociales de postular al Parlamento».
Finalmente, el ex presidente de la FEUC Giorgio Jackson comentó que «la derecha, con su rechazo, impidió reforma constitucional que impide que dirigentes sociales o vecinales puedan postular al Parlamento».
«La derecha mostrando la cara más fea del gremialismo: su desprecio por la política dentro de organizaciones sociales y después los llaman para acarrear votos», añadió el líder del movimiento Revolución Democrática.
