El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha pedido este martes a todas las fuerzas del cambio, y especialmente a Podemos, que le permitan liderar un gobierno de cambio que esté sostenido en el «mestizaje ideológico», porque «no hay una suma posible sólo con partidos de la misma ideología». Sin embargo, tan sigular manera de ver la política fue rechazada por la izquierda, tanto por IU, como por Podemos.
En el discurso de investidura Sánchez ha dicho:
«No vale la imposición, el chantaje y el abandono de la mesa de negociación», lo que hay que poner en práctica es «la capacidad de ceder».
«Estamos obligados a mezclarnos», ha afirmado Sánchez ante los 350 diputados elegidos en las urnas el pasado 20 de diciembre, durante la primera jornada de su debate de investidura, al que ha acudido con un acuerdo cerrado con Ciudadanos y pidiendo el apoyo a los partidos de izquierdas.
El candidato a la Presidencia del Gobierno ha dado las gracias al partido de Albert Rivera por su «valentía y coraje» por dar ese «primer paso» hacia «la solución», que ha demostrado que es posible que «dos grupos políticos con ideología y programas diferentes pueden buscar puntos de entendimiento».
Y ha lanzado un mensaje a Podemos, al insistir en que no es viable «una coalición» para la conformación de un gobierno de izquierda. Así, aunque «se ha creado una falsa esperanza» para muchos votantes de izquierdas, ha insistido en que «no hay mayoría suficiente» en el Parlamento «para sumar un gobierno de izquierdas».
«No suma, lo siento pero no suma, la izquierda no ha conseguido en estas elecciones el número de diputados suficiente para conformar un gobierno de un único color político», ha remachado Sánchez.
«Absolutismo»
El líder de los socialistas, que ha subido a la tribuna a las 16.30 con traje azul marino y corbata roja, ha insistido desde el inicio de su discurso en que en España se ha abierto un nuevo tiempo en el que va a ser necesaria la negociación y el entendimiento.
«Es tiempo de cambio, de diálogo y, ojalá, también de acuerdo. Hoy no estamos en campaña electoral», ha dicho, nada más tomar la palabra, para después avisar de que de todos depende evitar que haya que volver a las urnas, que es lo que, a su juicio, esperan los españoles.
Sánchez ha defendido que el resultado de las pasadas elecciones ha dado un mandato claro a los partidos: el cambio. La mayoría, ha dicho, quiere dejar atrás las políticas del PP y del presidente Mariano Rajoy, quien ha gobernado «imponiendo su absoluta mayoría hasta convertir su toma de decisiones en absolutismo».
Y para recorrer ese camino, ha dicho, «el vehículo se llama acuerdo y el combustible que hace que se mueva es el diálogo», mientras que lo que lo paraliza son «las imposiciones, el chantaje y el abandono de la mesa de negociación».
En evidente referencia al partido de Pablo Iglesias, Sánchez ha defendido que para acelerar este recorrido hace falta «capacidad de ceder, espíritu de entendimiento e ilusión por el cambio». «No nos vale la imposición, el chantaje y el abandono, necesitamos ceder, entendernos y, sobre todo, ilusionarnos con el cambio», ha remachado.
«Sin líneas rojas»
Sánchez ha insistido en que esto es lo que ofrece al resto de fuerzas parlamentarias, porque el PSOE «no exige nada, no aspira a imponer nada», ni tiene «líneas rojas, tan sólo firmes convicciones».
De esta manera, ha explicado que su oferta es gobernar «mediante pactos que cuenten con el mayor respaldo parlamentario posible», para poner en marcha «todo» aquello en lo que la mayoría esté de acuerdo. Su objetivo, ha dicho, es un «gobierno del bien común», que esté «basado en el bien general y en el sentido común».
Y ha avisado además de que la alternativa es que «no pase nada». «Bloquear los acuerdos posibles significa seguir donde estamos», ha remachado, para después insistir en que, ahora, la única pregunta es si se apoya un cambio de gobierno «basado en el diálogo» o se permite que continúe Rajoy en La Moncloa.
El candidato ha hecho hincapié en que ahora existe «la oportunidad de desterrar de la vida pública el insulto, la descalificación, el discurso del miedo que atenaza y fractura» y abrir «un tiempo de tolerancia y respeto que permita un diálogo fructífero entre todos».
Pero, además, ha hecho un alegato de la fortaleza, que, a su juicio, tiene «el ejercicio del poder desde la humildad y el entendimiento». Porque, ha subrayado, el Gobierno saliente «ha mostrado que no hay nada más débil que el ejercicio del poder basado en la soberbia y la imposición».
Así, ha insistido en que el momento exige ponerse de acuerdo y hablar. «El camino que proponemos, el de un gobierno apoyado desde diferentes fuerzas, con diferentes ideologías, pero que compartan la idea de convivir en un amplio territorio común, además de ser el que mejor representa lo que la sociedad demanda, es el único camino posible, no hay otra alternativa», ha dicho.
Sánchez ha asegurado que es consciente de que el PSOE cuenta sólo con 90 diputados, pero ha recalcado que «cualquier fórmula de gobierno pasa por la implicación» de su partido y de esos parlamentarios: el cambio o un gobierno del PP que necesitaría la abstención del PSOE, una posibilidad que ha vuelto a rechazar por completo.
Ha rechazar la «gran coalición» que propone el PP porque con los socialistas, ha dicho no pueden pactar con esas políticas que en los últimos años, con el «discurso» de que los españoles vivieron «por encima de sus posibilidades», han provocado que muchos pasen a «vivir por debajo de sus mínimas necesidades».
IU-UP cree que el discurso de Sánchez solo contenta a Ciudadanos
El portavoz de IU-UP en el Congreso, Alberto Garzón, cree que Pedro Sánchez ha hecho hoy un discurso «muy ambiguo» para intentar «contentar a todo el mundo», pero que «sólo contenta a Ciudadanos», cuyo plan económico es, a su juicio, «contradictorio» con un programa político y social de izquierdas.
«Sánchez ha ofrecido medidas sociales que algunas suenan bien», ha reconocido Garzón tras el discurso de investidura del candidato socialista, al tiempo que ha advertido de que en IU-UP no se van a «dejar engañar».
«Si el acuerdo con Ciudadanos sigue vigente aceptando su plan económico, el no es rotundo», ha subrayado, tras defender que las «bases de un gobierno estable» están en los partidos de izquierda.
A ese respeto, ha llamado a los implicados a «volver a la mesa de negociación» a cuatro la semana que viene -PSOE, Podemos, IU-UP y Compromís-, porque «161 diputados es una base mejor para construir una alternativa de gobierno al PP que 130», ha argumentado.
Pablo Iglesias a Pedro Sánchez: “Hace falta ser honesto y decir claramente con quien se está”
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha pedido este martes al candidato socialista, Pedro Sánchez, que en el ‘segundo tiempo’ que se iniciará tras su investidura «fallida» de esta semana deje a un lado los «engaños» y las negociaciones a dos bandas con Ciudadanos y se siente a construir «con lealtad» un gobierno de coalición y «de cambio» con ellos, Compromís e Izquierda Unida-Unidad Popular.
«Después de esta investidura, en la que debatiremos, nosotros volveremos a tener la mano, porque lo que hace falta en España es un gobierno de progreso», ha asegurado en declaraciones a los medios en el Congreso antes de participar en la reunión de su grupo parlamentario.
De este modo, Iglesias ha reafirmado que su grupo votará ‘no’ porque la última oferta remitida este lunes por el PSOE, en un último intento de contar con su apoyo, no es más que un «corta y pega» del acuerdo que alcanzaron con Ciudadanos, que llevó a la formación morada a romper las negociaciones. De hecho, ha criticado que «no es serio» recurrir a «jugadas efectistas de ultimo minuto» porque son «una falta de respeto hacia los ciudadanos».
Asimismo, ha reconocido que, llegados a este punto, no espera nada de Sánchez en el debate de investidura que comienza esta tarde con la intervención del candidato socialista. «El señor Sánchez ha llegado aquí con un pacto que suma 130 votos y eso es lo que vamos a tener esta semana», ha apostillado.
«Lo que le corresponde ahora a Pedro Sánchez es presentar un proyecto que está condenado a fracasar, pero nosotros le volveremos a tender la mano», ha insistido el líder del partido emergente, que mañana se estrenará en el Congreso, con su primer ‘rifirafe’ con el candidato socialista en el hemiciclo.
En dicha jornada se pondrá de manifiesto, a su juicio, «el primer ejemplo histórico en España de un candidato que se presenta sin los apoyos suficientes para ser presidente». Por su parte, Podemos se centrará en defender la necesidad de negociar «de igual a igual» la necesidad de conformar un «gobierno de coalición» de PSOE, Podemos, IU-UP y Compromís.
Para ello, Iglesias pedirá «lealtad» al PSOE en este nuevo tiempo que se abrirá a partir del día 5. «Se acabó el tiempo de los engaños. No es serio estar negociando una cosa en una mesa al tiempo que se negocia algo que es diametralmente opuesto en la otra. En política hace falta ser sincero y honesto y decir claramente con quién se está», ha reivindicado.
En este sentido, ha lamentado que el pacto que ha alcanzado el PSOE con Ciudadanos «apuesta por la continuidad de las políticas del PP», ya que, según Iglesias, el propio responsable económico de Ciudadanos, Luis Garicano, ha insistido en que «es un acuerdo en el que programáticamente caben el PP».
«Nosotros pensamos que hay que elegir, y hay dos posibilidades en España: o un acuerdo programático en el cabe el PP y que puede terminar en un gobierno de gran coalición, o apostar por el cambio verdadero, el cambio real, que es un acuerdo con nosotros, con Compromís y con IU-UP, y nosotros trabajaremos en esa dirección con firmeza pero también con honestidad y lealtad», ha ahondado.