Organizada a través de las redes sociales por dos jóvenes negras y con el apoyo de varias asociaciones civiles,la manifestación realizada en Nueva York este fin de semana resultó mucho más masiva y multirracial de lo que se esperada. Al igual que las otras protestas similares en en Washington y otros puntos del país, provocando que los ojos del mundo se vuelvan mucho más críticos con el país del Norte .
La manifestación, bautizada «Millions March NYC», recorrió buena parte del centro de Manhattan antes de desembocar ante la sede de la Policía. «Pedimos cambios profundos que nos permitan vivir sin miedo»
Un comunicado de Umaara Iynass Elliott, una de las organizadoras, reiteró que es hora de cambios profundos, “que nos permitan a nosotros y a nuestras comunidades vivir sin miedo y sin sufrimiento a manos de la Policía».
«Las vidas de los negros importan»
«Ni uno más» o «No puedo respirar», en referencia a las últimas palabras pronunciadas por el afroamericano Eric Garner antes de morir asfixiado por un agente el pasado verano en Nueva York,eran las voces con que los manifestantes expresaban su rabia y dolor.
La decisión de un gran jurado de no imputar al policía, Daniel Pantaleo, desató desde principios de diciembre este mes una ola de protestas en la Gran Manzana, que continuaron las ya iniciadas con motivo de una decisión similar en el caso de Michael Brown, el joven negro tiroteado por otro agente en Ferguson.
Uno de los grandes líderes de la comunidad negra de Nueva York, el reverendo Al Sharpton, viajó este sábado junto a varios cientos de personas -entre ellos la familia de Garner- a Washington para participar en la protesta en la capital del país.
Bajo el lema «Justicia para todos» miles de personas se reunieron frente a la Casa Blanca en Washington para protestar contra lo que consideran es brutalidad policial a la hora de tratar con la comunidad negra de Estados Unidos.
Otras Víctimas de la Comunidad Afroamericana
Los últimos acontecimientos de violencia en el país del norte recuerdan a anteriores víctimas del racismo contra los negros, desde Emmett Till, un adolescente linchado hace 60 años, hasta Eric Garner, asfixiado por un policía en New York en julio
La protesta arrancó desde la Plaza de la Libertad, oficialmente llamada Martin Luther King en honor del líder de los derechos civiles negros.Fue en ese lugar donde pronunció en 1963 su famoso discurso ‘I have a dream’, que empezaba diciendo: «Cien años después [de la emancipación de los esclavos por Abraham Lincoln, en 1863], el negro todavía no es libre».
Para muchos analistas, las circunstancias actuales son muy diferentes a las de la época de King. Por un lado, junto a la Plaza de la Libertad, vive un presidente negro, Barack Obama. Pero también es cierto que algunos de los progresos de los años 60 -sobre todo, la ley de derechos de voto de 1964- han retrocedido en los últimos años, en parte por la acción del Tribunal Supremo, dominado por los conservadores.
¿Faltan Líderes?
Según algunos, la comunidad negra en Estados Unidos no tiene grandes líderes reconocidos. Al Sharpton, el organizador de esta marcha, caminó en la primera línea de la protesta, acompañado por los padres de las víctimas negras más sonadas del racismo blanco en los últimos años: la madre de Tamir Rice, el niño de 12 años muerto a tiros por la policía de la ciudad de Cleveland, en Ohio; la viuda y la esposa de Garner; los padres de Michael Brown, muerto a tiros en un enfrentamiento con la policía en la ciudad de Ferguson; y los padres de Trayvon Martin, muerto a los 17 años en un enfrentamiento con un hombre blanco en extrañas circunstancias en Florida.
Faltan, sin embargo, grandes segmentos de la población de Estados Unidos. Entre ellos, los que siempre son olvidados: los inmigrantes. Washington es la ciudad del mundo, fuera de África, con mayor número de etíopes. Sin embargo, en la marcha, hasta ahora brillan por su ausencia, tal vez porque esa comunidad se sienta marginada por blancos y negros a partes iguales. Tampoco hay apenas hispanos, A pesar de que esa comunidad es la minoría étnica más grande de Estados Unidos.
El estudiante de Brooklyn College K. LaMonte Jones, con cadenas en su cuerpo, aseguraba que esto era «sólo el principio».
Y todo parece indicar que así será en la Tierra de Sam.