por Nathali Gómez
Las cifras de participación del plebiscito celebrado por la oposición el pasado domingo han generado dudas incluso en sus propios seguidores, que tendrán que conformarse debido a que los resultados fueron quemados públicamente.
Este lunes, algunos venezolanos amanecieron haciendo cálculos sobre el número de participantes en la consulta organizada por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) del conglomerado opositor.
Quienes acompañaron el proceso convocado por la oposición informaron que con 99% de actas escrutadas hubo un total de 7 millones 535 mil 259 votos, cifra inferior a la obtenida por Nicolás Maduro (7 587 579) en las elecciones arbitradas por el Consejo Nacional Electoral (CNE) tras el fallecimiento de Hugo Chávez, en 2013.
Sin embargo, los especialistas en la materia recuerdan que, si no hay un registro de participantes, no se puede establecer ningún resultado confiable.
Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional y actualmente en desacato según el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ), manifestó que, con los resultados del plebiscito “matemáticamente, Nicolás Maduro está revocado el día de hoy”.
Ante esta afirmación, el jefe de Estrategia y Comunicación del Comando de Campaña de la Constituyente y exrector del CNE, Jorge Rodríguez, recordó que la cifra dada a conocer por los opositores era menor que la obtenida por el mandatario venezolano en las pasadas elecciones de 2013.
Según la Constitución venezolana, se necesita alcanzar una numero de votos igual o superior al obtenido por el funcionario a revocar para que sea separado por su cargo de elección popular.
“Es una vergüenza, Álgebra de Baldor para Julio Borges”, declaró Rodríguez, en referencia a un libro de matemáticas escrito por el cubano Aurelio Baldor, de uso muy popular en América Latina.
Inconsistencias
El exrector del CNE afirmó que durante la consulta opositora hubo “voto cíclico itinerante”, lo que quiere decir que varias personas emitieron votos en distintos centros de votación.
En Venezuela, el árbitro electoral ha garantizado en todos los procesos comiciales la proporción “un voto, un votante”, por lo que es imposible que se registren ese tipo de irregularidades.
En las redes, lo usuarios colgaron videos donde se ve a un mismo hombre participando en la actividad opositora en distintos puntos de Caracas.
En la rueda de prensa de los rectores opositores responsables del proceso, una periodista preguntó si una persona podía participar 17 veces en un mismo día. Uno de los rectores, Benjamín Scharifker, respondió que “era posible” y que sería detectado en las auditorías que se realizaban en ese momento.
Frente a esta afirmación, Jorge Rodríguez indicó que, al no haber registro de votantes ni recuento de votos, no se puede saber cuál es el número de electores y subrayó que “ellos hablaron de votos totales, jamás dijeron votantes”.
Multiplicación de votos
https://twitter.com/_ju1_/status/886756283998720002
El plebiscito tenía tres preguntas, que cada persona debía responder con ‘sí’ o ‘no’. Rodríguez denunció que el equipo de la comisión electoral universitaria que asesoró técnicamente la consulta le informó que habían multiplicado por tres cada uno de las tres opciones.
“Dicen que votaron más de seis millones de personas porque, supuestamente, las tres opciones del ‘sí’ suman 6 millones 152 mil y hubo 930 mil votos nulos y se los sumaron”, explicó el exrector del CNE y recoge el diario ‘Panorama’.
“Votaron niños de 10 años, miles de menores de edad, votaron australianos, austriacos, brasileños, norteamericanos”, afirmó el experto en temas electorales.
Con respecto a los venezolanos en el exterior, señaló que el registro electoral arroja que hay 101 mil personas y que según la oposición participaron 693 mil este domingo.
Solo quedan las cenizas
Le preguntan a "rector" de la consulta de la MUD si es posible que alguien votase 17 veces. "Pudiera haber ocurrido", responde.. pic.twitter.com/EZgPUT4lBw
— bruno sgarzini (@brunosgarzini) July 17, 2017
Al caer la tarde circularon en las redes imágenes de los procesos de quema de actas con los nombres de los electores. La oposición había dicho con anterioridad que realizaría este proceso para evitar “persecuciones políticas” por parte del Gobierno.
“Hubo un gigantesco engaño, sobre todo a quienes decidieron participar en esta consulta”, afirmó Rodríguez con referencia a la imposibilidad de realizar auditorías a las actas con los datos de los participantes que ardieron sin escrutinio previo, y recalcó “es una vergüenza”.
Durante la realización del plebiscito en un sector popular de Caracas, una mujer falleció en circunstancias que investigan los cuerpos de seguridad venezolanos.
En la jornada de este domingo, el CNE también realizaba un ensayo electoral para afinar detalles técnicos antes de las elecciones de los 537 integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente de este 30 de julio, un simulacro que fue calificado por su rectora principal como “exitoso”.
Algunos medios internacionales publicaron imágenes de ambos eventos como si se trataran del mismo y el ministro de Comunicación e Información de Venezuela, Ernesto Villegas, compartió en su cuenta de Twitter el “error” que el diario español El País corrigió en sus redes.
Frente a las dudas sobre el proceso organizado por la oposición, pareciera que este lunes, quienes participaron solo obtendrán como respuesta que comienza una “nueva etapa de lucha” que implica un la conformación de un “gobierno de unidad nacional” sin que aún sea 2018, fecha prevista por la Constitución para elegir a un nuevo mandatario.
Revelan audio que “maquilla” las cifras de plebiscito opositor en Venezuela
“Aquí, arreglándote los números“. Así comienza el audio revelado la noche del lunes, que pone en evidencia la manipulación de las cifras de votos en la consulta realizada por la oposición venezolana el pasado domingo.
Esta grabación de una conversación telefónica entre dos miembros de partidos políticos adversos al Gobierno de Nicolás Maduro confirma la información suministrada por el jefe del Comando de Campaña Constituyente, Jorge Rodríguez, sobre las supuestas irregularidades en el proceso donde la oposición afirma haber obtenido 7.535.259 votos.
Quienes interactúan están identificados como Filiberto Colmenares, secretario del partido opositor Primero Justicia en el estado Aragua (a 123 Km de la capital), y José Gregorio Hernández, secretario de la Mesa de la Unidad, conglomerado opositor, en la misma entidad venezolana, reseña el portal La Tabla.
Cuando uno de los interlocutores saluda y le pregunta cómo está, el otro le responde: “aquí, arreglándote los números“.
Una de las voces afirma que le enviaron una información donde en el estado Aragua “tiene 397.000 votos” y que la “participación real es de 347.000, es decir, le pusieron 50.000 votos más“. La otra persona le da una cifra arbitraria: “Vamos a trabajar con 397.224“.
El diálogo continúa con ambas personas haciendo cuentas de cómo van a presentar las cifras para que no generen suspicacias entre los garantes. Estos son los rectores universitarios que apoyaron técnicamente el proceso, que ha sido catalogado por el Gobierno como inconsistente e imposible de auditar.
Al final de la charla, que fue filtrada y presentada en un programa de la televisora estatal VTV, uno de los hombres le dice que está en su casa “haciendo esos números para que cuando los vayamos a leer, todo el mundo los tenga“.
El experto en procesos electorales Jorge Rodríguez dio a conocer en una rueda de prensa del pasado lunes hechos irregulares como personas que votaban varias veces en distintos puntos y cifras que fueron multiplicadas por tres, según testimonios de personal técnico que participó en el plebiscito.
Rodríguez indicó que, al no haber registro de votantes ni recuento de votos, no se puede saber cuál es el número de electores.
Al terminar la consulta opositora, las actas con el registro de la participación fueron quemadas públicamente, por lo que fue imposible realizar auditorías posteriores.
Fuente: Cubadebate
Falso plebiscito: lectura a primera vista
Yldefonso Finol
Los números del falso plebiscito de la MUD no los cree nadie. Según anunciaron sus organizadores pasadas las doce de la noche, la participación se ubicaría en 7.186.170 personas que hicieron su “manifestación” en 14.300 mesas. Tomando en cuenta el carácter manual, la precaria logística e improvisación del evento, y asumiendo que cada participante tardara dos minutos en identificarse, responder las tres preguntas, depositar la boleta en la caja (con la respectiva pose para la foto de las redes) y registrar firma y huellas en los cuadernos, –lo que sería un verdadero récord mundial- eso da un total superior a 16 horas; es decir, el doble del tiempo que duró la actividad.
Para ser un acto con tantas pretensiones, el “plebischimbo” se deslegitimó a sí mismo. La cantidad de impurezas ocurridas contaminaron la seriedad política de lo que los líderes opositores habían precalificado como el inicio (la loca «Hora 0» que anuncian semanalmente) de la historia.
A los vicios de inconstitucionalidad e ilegalidad, se le sumaron un sin fin de irregularidades procedimentales como:
1) ausencia de un registro único referencial, pudiendo participar menores de edad, extranjeros, inhabilitados, etc…
2) carencia absoluta de imparcialidad de todos los involucrados, desde los supuestos «rectores» y «garantes», hasta los «observadores» venidos de fuera,
3) violación abierta del carácter universal y secreto del sufragio,
4) evidencias de doble y múltiple votación por un número indeterminado de participantes,
5) inexistencia de escrutinio público,
6) eliminación física de las pruebas materiales de que el acto haya sido realizado correctamente,
7) contradicciones sobre cifras finales, y
8) imposibilidad de auditar resultados.
II
Pero hubo algo que si funcionó perfecto en el parapeto plebiscitario: la sincronía de la transnacional antibolivariana que tutela a la MUD.
El diario El Tiempo de Bogotá publicó su editorial a las 12:17 comenzando la madrugada del lunes, casi en simultáneo con el anuncio de los «resultados», por supuesto avalando de frente al bando derechista.
Toda la gran prensa de España, Argentina, Chile, Perú, Brasil, EEUU, tituló en primeras páginas el mismo discurso, magnificando el impacto de la acción simbólica y otorgándole una legitimidad de efectos instantáneos para un cambio de gobierno.
El club de expresidentes indignos, reos facturados de la CIA, que vinieron a convalidar la trama, llevan años anunciando el fin del bolivarismo.
La OEA, a través del secretario innombrable, está ansiosa por reconocer al «gobierno de transición» que emergerá mágicamente del sainete dominguero.
La vocera diplomática europea hizo lo suyo, y la guinda la puso el mismo que llamó ladrones y violadores a los mexicanos.
Trump nos amenaza duramente si hacemos la Constituyente. No nos conoce. Ahora la apoyaremos con más ganas.
III
La pregunta que cabe hacerles a todos estos roedores insanos es: ¿la ciudadanía venezolana que va a votar en la elección legal y constitucional del 30 de julio, organizado por el CNE, con un Registro Electoral Permanente institucionalizado por décadas y un sistema automatizado, personalizado biométricamente, sujeto a auditorias y con presencia oficial de acompañantes internacionales, no cuenta?
Es una negación criminal de nuestra existencia, de nuestros derechos políticos, de nuestra libertad de expresión. Es el preámbulo de un intento de genocidio virtual contra el chavismo.
Fuente: Alainet