por Rafael Cancines.
A pesar de estar acusado por el delito de lesa humanidad, investigado por oscuros manejos en paraísos fiscales, con el respaldo a su gestión por el suelo y cada vez más voces pidiendo su renuncia, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, parece decidido a aferrarse con dientes y uñas al poder.
En la lista de problemas que enfrenta, el más reciente fue el llamado hecho por el jurista Mario Daza a una veintena de autoridades como parte de las investigaciones relacionadas con una nueva acusación por delitos de lesa humanidad, con el objetivo de recabar información sobre en qué medida las decisiones políticas adoptadas por el mandatario derivaron en violaciones de Derechos Humanos durante las protestas, que ya llevan más de tres meses y medio.
La querella fue presentada el 16 de diciembre último e involucra también al exministro del Interior Andrés Chadwick; al actual titular de esa cartera, Gonzalo Blumel y al jefe de Carabineros, general Mario Rozas.
Entre los llamados a declarar figuran el contralor Jorge Bermúdez y la expresidenta Michelle Bachelet.
Daza explicó que el sentido y alcance de la presentación es que el Ministerio Público realice una investigación penal efectiva, aspecto muy importante porque Chile es firmante del Estatuto de Roma, con lo cual reconoce la competencia de la Corte Penal Internacional en materia de crímenes de lesa humanidad.
Ello implica que si la justicia chilena no actúa en caso de demostrarse la responsabilidad de los imputados, el ente internacional podría operar en el caso.
Igualmente en marcha se encuentra el trabajo de una comisión de la Cámara de diputados para investigar los posibles actos fraudulentos de la familia del jefe de Estado en el traspaso de fondos millonarios hacia paraísos fiscales, hecho calificado de grave y escandaloso.
Mientras, Piñera sigue sin poder remontar la cuesta ante el bajo reconocimiento popular a su gestión que, con apenas un seis por ciento, lo ubica como el mandatario con menos respaldo de todos los que han pasado por el Palacio de La Moneda desde 1990.
Son crecientes las voces que reclaman su renuncia, no solo en manifestaciones populares, sino también en medios
políticos.
En ese sentido, el presidente del Partido Comunista de Chile, Guillermo Teillier, propuso recientemente alcanzar un acuerdo democrático entre todas las fuerzas políticas del país para convocar a elecciones presidenciales y parlamentarias adelantadas, como parte de la solución a la crisis imperante.
También Marco Enríquez-Ominami, excandidato presidencial, llamó al gobernante chileno a dar un paso al costado.
«Piñera debe retirarse, pues se transformó en un monarca insensible y desnudo, solitario en su castillo», remarcó.
Fuente: Prensa Latina