viernes, noviembre 22, 2024
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Patricio Palma, Encargado programático del PC en el Comando de Bachelet: ‘Nadie Pone en Duda que la Concertación Afirmó el Régimen Neoliberal en Chile

Junto con nombres como Alberto Arenas y Ricardo Lagos Weber, la carta del PC forma parte de uno de los equipos más importantes de la nueva alineación. Asegura que la ex Presidenta no ha descartado la asamblea constituyente y responde a las críticas de apuestas como René Cortázar en el grupo: “No debe existir el veto de ninguno de los participantes”.

Es uno de los hombres clave en la elaboración programática del Partido Comunista y ahora ocupa un lugar entre los nombres del comando de Michelle Bachelet, donde hay cinco representantes de su partido. Aunque podrían sumarse más.

Para Patricio Palma la Nueva Mayoría no tiene nada que ver con la vieja Concertación; no sólo porque está el Partido Comunista, sino también porque se apela a la ciudadanía y organizaciones sociales. “Eso recibió un impulso significativo con las primarias, porque tuvo una convocatoria categórica. Incluso más de lo que podríamos pensar. Esto genera un escenario distinto que es favorable para dar una derrota catastrófica a la derecha”, dice.

-¿Qué es una derrota catastrófica?

«No es el momento todavía de comprometerse con cifras, pero una derrota catastrófica quiere decir que tú logres movilizar de tal manera al pueblo, que  Chile se polarice de otra manera aislando sectores de derecha que han jugado un papel tan negativo durante estos últimos años. Y que el pueblo se posicione detrás de un programa y una candidatura a la cual se le pide que haga cambios. Cuantos más se integren a esta idea, mejor, reconociendo que va a ver un período en el que se van a empezar a notar las diferencias, se van a empezar a ver los puntos de vista, pero en torno a una visión global que está más o menos definida. A estas alturas nadie va a venir a decir que se va a integrar a la candidatura de Michelle Bachelet sin querer cambiar la Constitución. Ese alguien quizás tenga una sorpresa desagradable».

-Usted menciona que la derecha ha jugado un papel negativo en los últimos años, pero esos últimos años no han sido solo de la Alianza, sobre todo en la consolidación del modelo económico; y hay nombres en el nuevo comando que han apoyado ese modelo, como José de Gregorio o Eduardo Engel. ¿Cuál es el alma del grupo finalmente?

«Yo creo que cuando uno dice que los últimos años ha sido catastróficos porque se impuso un modelo económico dice una verdad, ahora ¿a quién beneficia este modelo?, beneficia al empresariado, más vinculado a las empresas trasnacionales y por cierto a algunos chilenos que están vinculados a ese sector social. Ahora, entre esos sectores y el pueblo de Chile hay una capa de técnicos o de profesionales, de altos ingresos, que ocupan o han ocupado puestos importantes en la política y en la economía chilena; de hecho ha habido muchos técnicos de la Concertación que han ocupado lugares relevantes, pero eso no significa que ellos tengan intereses vinculados con este modelo en forma directa».

-O sea, no debiera hacer ruido nombres como los de Javiera Blanco, vinculada a la fundación de los Edwards o los nombres de Alberto Arenas y René Cortázar vinculados a los Luksic.

«Es que veamos cuál es su vinculación. Algunas veces han sido importantes, son directores influyentes…»

-Como René Cortázar, por ejemplo.

«Bueno, Cortázar es un hombre que tiene una larga trayectoria, en varios gobiernos de la Concertación, de lo que fue la Concertación… hay que partir de ahí. Nadie pone en duda que la Concertación afirmó el régimen neoliberal en Chile, lo administró, y en cierta medida lo administró con mucha eficiencia.

Ahora, lo que uno no puede dejar de hacer cuando mira la situación en Chile es reconocer el fracaso del modelo neoliberal, lo que crea un Estado de profunda desilusión de gran parte de los chilenos y es lo que muestra la calle, y demuestra que los chilenos se aburrieron.

Todos creyeron en el modelo, se casaron con el mensaje de los emprendedores y de que el libre mercado podría otorgar beneficios y que el crecimiento chorreaba. Ese mensaje fue preparado por los ideólogos de la dictadura y posteriormente fue mantenido por los ejecutivos de los gobiernos de la Concertación y amplios sectores del pueblo creyeron.

Y sin que se produzca una crisis económica lo que se produce es una crisis sobre la gente. Es una crisis muy profunda porque no tiene que ver con una coyuntura. Y la gente en la calle dice que el modelo no funciona. Por eso a nosotros no nos extraña que haya mucha gente, incluso que estuvo en el gobierno de la Concertación que dice no, en realidad estábamos equivocados».

-En esa crisis del modelo, uno de los íconos es lo que pasó con La Polar. Insisto. ¿Qué le parecen nombres como Cortázar, ex miembro del directorio de esa empresa, en el comando?

«Fuimos oposición a la Concertación y críticos severos de muchas de las políticas que impulsaron sus gobiernos y algunos de sus personeros, marcadas por el sello neoliberal, cuyos resultados están en la base de la profunda molestia, decepción e insatisfacción que originó la protesta ciudadana en los años recientes.

Hechos como el lucro en la educación, la colusión de las cadenas de farmacias, escándalos como los de La Polar u otros casos emblemáticos como los de la U. del Mar o los problemas regionales, son rechazados por la inmensa mayoría de los chilenos y su superación definitiva debe ser parte del programa de un nuevo gobierno.

Las propuestas que nosotros hemos entregado al Comando se orientan precisamente a impedir la reiteración de esas políticas. La discusión de hoy, con todo, no parte de cero. Nuestra candidata ha hecho importantes definiciones –que compartimos– que proveen el marco general en el cual se dará la discusión programática.

La ciudadanía ha validado esas definiciones en las primarias del 30 de junio, en particular manifestando su voluntad de cambiar la Constitución del país, lo que sitúa la discusión en un nivel diferente al que existió en los meses recién pasados.

En la nueva situación los ciudadanos organizados tienen mucho que decir. Así como también los nuevos rostros que se han destacado en la lucha de los movimientos sociales. Entendemos y esperamos que los partidos políticos que convergen a la formación de la Nueva Mayoría, así como sus representantes, tendrán muy en cuenta este nuevo escenario de la acción política, que marca un momento diferente de la participación de los chilenos en la construcción de su futuro».

ASAMBLEA CIUDADANA

Con esta diversa gama de rostros, para Palma, los equilibrios se van a ubicar “mucho más lejos de lo que alguien pudo pensar hace dos años”.

-¿Por ejemplo?

«Para cambiar la Constitución».

-Que quizás ya no será por medio de una asamblea constituyente.

«Yo no sé el mecanismo. Si a mí me preguntan que quisiera, yo te digo que una asamblea constituyente».

-¿Cuánto pesa el mecanismo para el Partido Comunista?

«Pesa harto, porque no da lo mismo cualquier forma».

-Pero Bachelet ya dijo que nunca expresó que ese fuera su mecanismo. También el coordinador de su equipo constitucional, Francisco Zúñiga, anunció que esa no era la primera opción de la ex Presidenta.

«Es que no veo por qué se coloca en contradicción la asamblea constituyente con la vía institucional. La vía institucional es todo aquello que se pueda hacer usando las posibilidades que existen. Por lo tanto, si yo hago lo que plantean los comunistas, por ejemplo, que es convocar a una asamblea ciudadana, tiene como diferencia principal con la asamblea constituyente, que se llama ciudadana, y por lo tanto está dentro del margen institucional».

-O sea, usted cree que Bachelet no descartó la asamblea constituyente a pesar que eso es lo que dijo.

«No. Ella dijo que no había afirmado que el mecanismo iba a ser una asamblea constituyente. No dijo que ese iba a ser el mecanismo, pero tampoco lo descartó. Y en ese contexto caben distintas opciones. El Partido Comunista va a defender aquella que sea más democrática, la que permita contar con la mayor participación ciudadana y donde se exprese la soberanía popular en materia constitucional.

En este momento no le reconocemos al Congreso Nacional la legitimidad de ser representativo de la soberanía popular porque está elegido mediante un sistema binominal. Por lo tanto si a mí me dicen que la Constitución se reforme únicamente en el Congreso, nosotros vamos a decir que no nos parece como mecanismo. Por eso hemos planteado que se realice un mecanismo de convocatoria a una asamblea ciudadana, que permita que el pueblo participe directamente.

Lo que ha dicho la candidata —y me parece que es la única afirmación razonable que puede hacer un candidato en un país como éste— es que ella está prometiendo hacer reformas en el marco de la institucionalidad del sistema. O sea, que no está llamando a romper la institucionalidad. La institucionalidad se rompe de facto y ningún candidato en su sano juicio va a llamar a romper la institucionalidad».

-En cuanto a los contenidos. Hay quienes auguran una pelea más fina con la Democracia Cristiana con temas relevantes como los derechos reproductivos o la laicidad de la educación.

«Hay quienes han querido poner el acento en las diferencias que existen, entre distintos partidos, pero tal vez –y sin quitarle la significación que tiene que exista una escuela particular pagada, como ha existido siempre desde la colonia– eso es una discusión importante, pero más importante es terminar con el Consejo de Seguridad Nacional o lo que va a ser el Banco Central. O que se hable de democratizar la doctrina militar. O sea, si bien hay puntos donde hay grandes diferencias entre los partidos de la Nueva Mayoría, hay otros aspectos que no han estado en el debate público, tal vez precisamente porque estamos de acuerdo».

-¿Por qué la gente tendría que creer en esta nueva mayoría si hay tantos nombres que se repiten de esa Concertación que ayudó a mantener el modelo impuesto en dictadura?

«Yo diría que por dos razones: primero porque el derecho a corregir una posición es un derecho que no se le puede quitar a nadie. No puedo partir de la base de que todos los que están sentados a mi lado tienen alguna mala intención. Y segundo, porque yo creo que han aparecido un montón de actores sociales que jugaron un papel muy relevante. No me imaginaría la reproducción de los usos políticos en la Nueva Mayoría tal como ha sido hasta hoy día.

Cuando decimos que se trata de una mayoría, hablamos de un concepto de participación diferente. Ahí hay todo un terreno de experimentación. Eso va a significar una gran renovación de rostros y organizaciones que van a participar. Eso significa renovación y uno debiera decir que en la política hay rostros distintos que juegan un factor importante. Si tú te fijas en las candidaturas, no solo del PC, vas a ver candidaturas que tienen bien poco que ver con el establishment».

-¿Cuál es el cambio que tienen que hacer los partidos políticos para acompañar esa apuesta programática, que supuestamente es también ciudadana?

«Ella hizo un exhorto a los partidos políticos en general. La primera más dura va a los partidos de oposición y les advierte que en la medida que mantengan esta posición de atrincheramiento van a tener que atenerse a la voz del pueblo. Yo creo que fue un mensaje muy feliz de la futura Presidenta. Es un mensaje muy claro».

-¿Ya han analizado como Partido Comunista la posibilidad de formar parte de un gobierno de Bachelet?

«Ese es otro problema. Yo hablo de una coalición que llega un gobierno para hacer un programa. Si vemos que hay condiciones para que ese programa se pueda realizar, si creemos que los intereses de los que representamos estarán cubiertos. Si no nos compromete en algo que podamos pensar que es una contradicción, por supuesto que podemos pensar en ser gobierno».

Fuente: El Mostrador

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