Nuevamente los chilenos y las chilenas cumplen con la actividad alienante de ver desfilar a las fuerzas armadas, que se suponen tienen por finalidad disuadir a los muy malos vecinos a tratar de quitarnos nuestro territorio, aunque la otra lectura es que son pretorianos que protegen a la clase alta de las peticiones y exigencias de los asalariados.
Son demasiados millones inactivos de armas, uniformes, zapatos, vehículos y sueldos (incluso sin AFP), que año tras año se gastan sin ningún tipo de retorno, son gastos que se autojustifican en el temor y la oscuridad.
Imaginen por un momento a un obrero de la construcción que durante toda la vida le estén enseñando como debe clavar un clavo, como cortar un tablón, como soldar una cadeneta, pero que durante toda su vida nunca puede levantar una casa, o un médico al que durante toda su vida laboral le expliquen y le muestren como se debe realizar una operación, pero que finalmente jubila sin jamás realizar una sola.
Eso es lo que le sucede a nuestros «valientes soldados»: están todos los días jugando a la guerrita, desfilando, realizando guardias, manejando camiones sin ningún enemigo al frente, y jubilan sin conocerle el «ojo a la papa».
Por ello, la agente de la CNI en Australia declaró que la mejor época de su vida fue cuando estuvo bajo las ordenes de Contreras: por fin pudo hacer lo que veía en las películas; tenía un enemigo al frente (que importa que sin armas y del mismo país), por fin justificó toda su formación.
Es realmente lamentable que la sociedad crea necesario mantener un grupo humano destinado para ocasionar la muerte e incidentalmente morir y que no considere que la sociedad civil tiene la necesidad en subsidio de también armarse, por si los pretorianos, desean pasar por encima de los acuerdos de las mayorías nacionales.
Mas tarde, durante la transmisión, piense, ¿siquiera sabe como se llaman las armas que muestran orgullosos? ¿Son para disuadir a los vecinos o son para impedir los levantamientos de las masas populares del propio país?
Dicen que en Suiza cada ciudadano guarda en casa el arma que permitiría defender la Patria común…
Vaya, quien entiende a los europeos.