Rodolfo Reyes, sobrino de Pablo Neruda y querellante de la causa de la muerte del poeta, aseguró este miércoles que recurrirá a la resolución del juez Mario Carroza, quien ordenó que los restos del Nobel volvieran a su sepultura, tras una serie de investigaciones científicas para saber la real causa de su muerte. «En un escenario de nuevos análisis, no vamos a estar haciendo una nueva exhumación», aseguró.
Reyes argumentó que no compartía la resolución del juez «porque realmente lo necesario no es fijar una fecha exacta para trasladar el cuerpo», detalló Reyes, quien señaló que en un escenario de nuevos análisis «no vamos a estar haciendo una nueva exhumación».
Reyes aseguró que «se debe actuar bajo la lógica científica, eso vale más que lo comercial (..)».
Afirmó que los interesados en la devolución de los restos del poeta a la casa museo de Isla Negra, «es la propia fundación que quiere su retorno solo con afán lucrativo», expresó.
Los restos de Neruda, según una resolución emitida por el juez de la causa, deberán ser devueltos a su sepultura, en la localidad de Isla Negra, el próximo 8 de abril.
Pablo Neruda murió a pocos días del golpe militar de Augusto Pinochet en Chile, presuntamente de cáncer a la próstata.
En 2011 el Partido Comunista de Chile presentó una denuncia en base a las declaraciones de Manuel Araya, chofer de Neruda, en que aseguraba que al autor de «Canto General de América» se le suministró una inyección en la clínica donde era atendido.
En 2013 el juez encargó las pericias científicas a un grupo de forenses, que finalmente determinaron que Neruda no había muerto envenenado. Pese a eso el caso no se cerró, porque las dudas seguían rondando la hipótesis del asesinato.
Desde entonces los querellantes han pedido otras diligencias que no han cambiado radicalmente las primeras conclusiones.