Walter se dirigía con su familia de regreso a Argentina desde Brasil, pero en el camino paró para llenar el tanque de gasolina de su auto y al volver a la carretera olvidó a Claudia, su esposa de 40 años. El problema es que se dió cuenta después de cien kilómetros.
La mujer, que había estado durmiendo en la parte trasera del vehículo, fue a la tienda a comprar galletas y se encontró con que su familia se había ido del lugar.
No sólo su esposo cometió este olvido sino que también su hijo de 14 años de edad, que estaba distraído jugando en su teléfono en el asiento delantero.
Los informes oficiales aseguran que Walter condujo alrededor de 100 kilómetros antes de darse cuenta y regresar.
Claudia intentó llamar al teléfono de su marido, pero no se pudo conectar debido a la falta de cobertura y luego preguntó a los empleados en la gasolinera para pedir ayuda.
Un oficial de tránsito describió el comprensible enojo de Claudia, luego de esperar por cerca de dos horas, que al llegar pateó el auto.
«Ella estaba muy enojada. Ella le gruñía a él por tomar tanto tiempo para darse cuenta», dijo el oficial. «No hubo ninguna agresión física, pero ella estaba muy molesta cuando vio a su marido».