Los presidentes de México y Estados Unidos se reunirán este martes 6 en la Casa Blanca. La agenda de los mandatarios tiene en primer lugar el tema de la inmigración, que tiene aristas legales y económicas, y el de la violencia.
Peña Nieto quiere reconocer el esfuerzo de Obama por legalizar la estadía de unos 5 millones de indocumentados en suelo estadounidense. El 80% de los beneficiados son mexicanos que cruzaron la frontera en busca de mejores condiciones de vida.
Entre dos países que comparten una frontera de 3.185 kilómetros este es un problema mayor pues la exhaustiva revisión fronteriza entorpece el tráfico vehicular y hace perder millones de dólares a un comercio que se hace mayoritariamente por vía terrestre. México es el tercer socio comercial de Estados Unidos, y Estados Unidos el primero para México: el 80% de las exportaciones mexicanas se dirigen a territorio estadounidense.
Pero en la práctica, la lentitud para cruzar la frontera de un camión de carga, legal, provoca pérdidas millonarias. Los tiempos de espera en los puentes fronterizos (Tijuana, Nogales, Nuevo Laredo y Nogales) va desde una hora hasta tres, lo que se traduce en pérdidas directas de al menos 549 millones de dólares anuales e indirectas de cerca de 7.285 millones de dólares al año, según el estudio Working Together: Economic Ties between the United States and Mexico, del Instituto Woodrow.
La reunión de los mandatarios se hace después de un año especialmente crítico para el presidente mexicano sellado por la tragedia de Ayotzinapa: la desaparición de 43 estudiantes de magisterio en una emboscada, que causó in situ la muerte de seis personas. EE UU ha mostrado su preocupación y ha ofrecido su cooperación en la identificación de los restos que la Fiscalía mexicana ha mostrado como los que, probablemente, pertenecen a los jóvenes.
Otro tema a tratar, aseguró el subsecretario de Relaciones Exteriores, Sergio Alcocer, es la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. México, que había anunciado la condonación de una parte de la deuda al Gobierno de La Habana con el país, e incluso estableció una oficina para el comercio exterior en la isla para intentar un acercamiento con el régimen castrista, no participó en las negociaciones entre Washington y La Habana. En la rueda de prensa en la que el subsecretario anunció los temas de la agenda oficial, Alcocer detalló que, entre ellos, están, además, los límites marítimos, la inclusión financiera o la bancaria, y los desastres naturales que afectan a los países.