Acompañado por su esposa, Michelle, y sus hijas Malia y Sasha, Obama inició su periplo habanero en la Plaza de Armas, guiado por el Historiador de la Ciudad de La Habana, Eusebio Leal, quien dirige un proyecto de restauración integral y sostenible del Centro Histórico.
La Plaza de Armas constituye el punto generatriz de la urbe, creada en 1519, y su trazado fue hecho a semejanza del de las plazas fortificadas de la Europa medieval.
En su perímetro están las sedes de las autoridades civiles y militares de la época colonial y la iglesia parroquial.
Obama se adentró en una de esas edificaciones, el Palacio de los Capitanes Generales, otrora sede del gobierno militar cuando Cuba era colonia de España y actual Museo de la Ciudad, considerado además como la de mayor importancia arquitectónica del desarrollo del Barroco en Cuba.
Allí, el mandatario se detuvo a contemplar un retrato de Abraham Lincoln, decimosexto presidente de Estados Unidos y uno de los más venerados a lo largo de la historia por su accionar a favor de la abolición de la esclavitud en su país, así como por su rol en la preservación del mismo durante la Guerra de Secesión (1861-1865).
El jefe de Estado visitó también la Catedral de La Habana, un templo de gran valor arquitectónico, religioso y cultural, sede de la Arquidiócesis de la Iglesia Católica en la ciudad.
A la entrada de la emblemática construcción fue recibido por el cardenal y arzobispo de la entidad, Jaime Ortega, y cálidamente saludado por habaneros que aguardaban su llegada.
Su visita a La Habana constituye un momento importante del proceso iniciado el 17 de diciembre de 2014, cuando tanto él como el presidente cubano, Raúl Castro, anunciaron la decisión de restablecer las relaciones diplomáticas bilaterales tras más de 50 años de ruptura.
Ambos dignatarios sostuvieron encuentros oficiales durante la VII Cumbre de las Américas en Panamá y en la sede de Naciones Unidas, en abril y septiembre de 2015 respectivamente, y se prevé que vuelvan a reunirse este lunes, encuentro tras el que emitirán declaraciones.
Cuba y Estados Unidos reanudaron sus relaciones diplomáticas el 20 de julio de 2015 y convirtieron en embajadas las secciones de intereses que funcionaban en las respectivas capitales desde 1977.