El juez Daniel Urrutia, del Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, dejó en prisión preventiva al subinspector de la PDI Flavio Torres, tras comprobar los apremios ilegítimos y secuestro del estudiante César Reyes Gálvez, en mayo de 2013. Sin embargo, en testimonio ante la Comisión Especial de la Cámara de Diputados sobre el Derecho de Reunióne, el Director de la Policiía de Investigaciones, Marcos Vásquez Meza, mintió con tal desenfado, en función de encubrir la participación de funcionarios de la institución, que ameriritaría una acusación por grave abandono de deberes.Dijo muy suelto de cuerpo, por ejemplo, que Reyes había sido sorprendido «en flagrancia» y que se habían constado lesiones entre los diez detectives que participaron en la tortura del estudiante. Las instituciones ¿funcionan?.
La fiscal Ximena Chong había solicitado la medida cautelar de arraigo nacional y prohibición de acercarse a la víctima para Torres, pero el magistrado estimó que los actos relatados constituían una violación a los derechos humanos y un delito de lesa humanidad, al verse involucrados agentes del Estado, por lo que decidió dejar privado de libertad al detective por 90 días.
“Este es uno de los delitos más graves de nuestra legislación cometido eventualmente por un agente del Estado, lo que le atribuye una mayor dañosidad”, sentenció el juez Urrutia.
De acuerdo al relato del estudiante del Liceo Barros Borgoño, policías no identificados lo interceptaron y subieron a un automóvil Chevrolet blanco a eso de las 15:30 horas del día 8 de mayo, cuando esperaba locomoción en un paradero. En el trayecto, Reyes fue esposado y golpeado en la cabeza y espalda por funcionarios de Inteligencia de la PDI, siendo intercambiado de vehículo y llevado hasta la Brigada de Robos Oriente.
En el cuartel, cerca de diez funcionarios lo habrían sentado en una silla e interrogado, obligándolo a entrar a su cuenta de Facebook y revelar qué amigos, entre sus contactos virtuales, habían asistido a la marcha estudiantil.
A dos días del hecho, el juez Fernando Guzmán dio crédito a la denuncia de torturas contra el estudiante, señalando que la policía civil había utilizado “métodos cercanos a una dictadura”.
Sin embargo, pese a dos pronunciamientos inequívocos de la judicatura, el director de la Policía de Investigaciones, Marcos Vásquez, mintió con descaro en la Cámara de Diputados.
A mediados de junio de 2013, Vásquez Meza, debió concurrir a una sesión de la Comisión Especial de la Cámara de Diputados sobre derecho de reunión, días después de que César Reyes, su padre Roberto Reyes y el abogado de DDHH Rubén Jerez, expusieran sobre la gravedad de los hechos denunciados.
En su acotado estilo, Vásquez se negó a entregar mayores detalles sobre el procedimiento de inteligencia que llevó al secuestro de Reyes y justificó el accionar policial, señalando que “los funcionarios que participaron estaban en presencia de un delito flagrante”, es decir, que el menor estaba haciendo desmanes en el paradero.
“Aquí se habló de lesiones, de varias cosas, y también por el lado de los detectives hay lesiones que fueron constatadas”, declaró el director de la PDI, y agregó sin que se le moviese un músculo de un rostro de suyo pétero, que la institución estaba entregando “toda la colaboración” a la Fiscalía.
Pero los hechos contradicen la versión de Vásquez. En el caso de los nueve detectives que aún quedan por identificar en el secuestro de Reyes, la PDI ha decidido acogerse a una disposición de la Ley de Inteligencia para no entregar sus nombres a la justicia.
Vea la declaración de Director de la PDI ante la Comisión Especial de la Cámara de Diputados sobre Derecho de Reunión
Fuente: Verdad Ahora