Los gobiernos de Argentina y Venezuela se enfrentan a golpes de Estado blandos impulsados por sectores bajo la influencia de Estados Unidos, ha advertido el Centro de Militares para la Democracia Argentina, Cemida, en un comunicado divulgado este martes. “El poder imperial y sus cómplices locales aspiran al inmediato derrocamiento de ambos gobiernos mediante la aplicación de la estrategia del golpe de Estado blando”, aseguran la experta Elsa Bruzzone y la máxima autoridad de Cemida, el coronel retirado José Luis García.
Las recientes acciones de la derecha y el Poder Judicial en Argentina intentan desestabilizar al Gobierno constitucional de la presidenta Cristina Fernández, aseguran los analistas.
De acuerdo con la Cemida, Washington desarrolla “estrategias” contra el Ejecutivo de Fernández debido a su “preocupación” por la disposición de la mandataria argentina a recuperar los recursos hidrocarburos y emplearlos en el desarrollo de la industria nacional, pese a los convenios con empresas transnacionales.
En la nota se hace referencia también a la inesperada denuncia del fiscal Alberto Nisman y de su extraña muerte, y menciona que las recientes imputaciones contra casi todos los funcionarios del Gobierno de Fernández han sido ordenadas desde Nueva York.
En tono enfático, Bruzzone y García afirman que en los planes golpistas, en especial en el tema de las imputaciones, están involucrados exagentes del pasado servicio secreto argentino, en confabulación con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EE.UU. y el servicio de inteligencia israelí (el Mossad).
Por otro lado, subrayan que Venezuela también está en la mira de las “estrategias” de EE.UU. por el temor que supone el “Socialismo del Siglo XXI” que impulsa este país suramericano.
Concluyen alertando de las “estrategias” de Estados Unidos (EE.UU.) en la región latinoamericana, a propósito de la incomodidad que les genera las acciones de integración que fomentan los presidentes de América Latina y el Caribe.
El viernes, el fiscal argentino Gerardo Pollicita solicitó imputar a Fernández y a su canciller Héctor Timerman por la denuncia del fiscal Alberto Nisman, encargado del caso del atentado en la AMIA, de que la mandataria argentina y su canciller encubren evidencias.
El sábado, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, advirtió de planes conspiratorios de la embajada de Estados Unidos en Venezuela, razón por la cual urgió a los militares del país a mantenerse vigilantes.
«Manipulación psicológica», «operativos de prensa», «agresiones económicas» y «el control por parte de organismos internacionales» son solo algunos de los instrumentos que se usan en «el brutal ataque», alerta el Cemida a través del comunicado. Desde su punto de vista, el fin es «instalar mundialmente un capitalismo liberal fundamentalista e integrista aplicado a las personas, a los países y a las sociedades en provecho de unos pocos».
No es casual que los principales organismos internacionales ordenen abrir los mercados, mientras los países ‘líderes’ que los dirigen originan todo tipo de perjuicios a los países menores con los subsidios que otorgan, en especial, a sus propias producciones primarias, destaca el centro.
Los «grandes emporios político-económicos» emplean la globalización y la concesión de un poder desmesurado a las organizaciones privadas, especialmente a las financieras, como instrumento para producir una caída de la independencia y del poder efectivo de Estados soberanos, insiste la organización.
El esquema tiene «cómplices locales», insiste el comunicado.
El documento detalla que ocupan cargos tanto dentro del Gobierno como dentro del Congreso Nacional y que van regularmente a la Embajada de EE.UU. y viajan a Washington para «recibir directivas y para informar en privado a sus mentores». Según el Cemida, el intento del golpe blando se debe a la lucha por los mercados globales y los recursos naturales estratégicos, como la energía, el petróleo, los minerales, los ecosistemas, los alimentos y el agua potable.
Venezuela «originó la alarma imperial», porque «se atrevió a propugnar un socialismo del siglo XXI, por el peligro de que ese ejemplo se propague», explica el grupo.
En el caso del Gobierno de Cristina Fernández, se dan unos «errores imperdonables contra el sistema» más concretos: la nacionalización de los fondos de pensiones AFJP, del servicio de correos, de Aerolíneas Argentinas y de la petrolera YPF que poseía la española Repsol y más acuerdos de cooperación económica con Rusia y China.
La conclusión de los militares argentinos la confirma también el ex presidente de Paraguay, Fernando Lugo. Los tentáculos «del pulpo grande del norte» se sienten todavía en toda Latinoamérica, insistió el ex mandatario en una entrevista a ‘Prensa Latina’. Hay pruebas evidentes de la injerencia de EE.UU. en Venezuela, dirigida a desestabilizar y golpear al proceso bolivariano, insistió.
En el texto Bruzzone y García subrayaron que “en su conjunto el empleo de todas estas “estrategias” constituye lo que se ha llamado “golpe de Estado blando” como el claramente desatado actualmente contra la República Bolivariana de Venezuela que se atrevió a propugnar un Socialismo del Siglo XXI, por el peligro de que ese ejemplo se propague; y el ataque que está soportando el gobierno argentino por alguna manifestación de independencia al mandamiento capitalista. Analizaremos este ataque destinado a imponer la propia voluntad al oponente más débil (…) queda claro que el nuevo orden mundial no ha podido sostener la paz y la armonía en las relaciones entre los Estados; en realidad es todo lo contrario”.
La cantidad de recursos de hidrocarburos en Argentina supone otra de las “preocupaciones” de EE.UU, al constatar la disposición del Gobierno de Fernández en recuperarlos para el desarrollo de la industria nacional, pese a convenios con empresas trasnacionales.
Asimismo, este 2015 inició con la inusitada denuncia del fiscal Alberto Nisman y su extraña muerte, a su vez, se le atañen otras imputaciones contra casi todos los funcionarios del Gobierno de Cristina Fernández, ordenadas desde Nueva York.
El Cimeda fue categórico al decir que en los planes golpistas- sobre todo- las imputaciones están involucrados los exagentes del antiguo servicio secreto argentino, en confabulación con la CIA y el Mossad israelí.
“El poder imperial y sus cómplices locales parece que aspiran al inmediato derrocamiento del Gobierno mediante la aplicación de la estrategia del golpe de Estado blando”, recalcan los analistas.
“Aspiran a quedarse con todo como en la época menemista”, y advierten que “será imprescindible que nuestro Gobierno tenga la enjundia para continuar y ampliar la senda de independencia emprendida ahora junto a nuestros hermanos latinoamericanos y caribeños y sus nuevos socios estratégicos”.
La región se pronuncia
El presidente de Bolivia, Evo Morales manifestó que en Argentina se fragua “un golpe judicial”, al tiempo que lo comparó con el golpe de Estado que le dieron a Fernando Lugo, en 2002 en Paraguay
«Después de un intento de agresión económica mediante los llamados ‘fondos buitre’, ahora viene un golpe judicial», manifestó Morales en un programa de radio dirigido a la zona de productores de hoja de coca del Chapare, del Departamento de Cochabamba, informó Página 12.
En su apoyo a Argentina detalló que «a veces, el imperio nunca perdona, pero cuando el pueblo está fuerte, unido y organizado, también nos tiene miedo. Seguramente con este golpe judicial quieren acabar con el proceso del pueblo argentino, imputando a la compañera Cristina», agregó.
Sobre el caso de los fondos buitre puntualizó que no existe fundamento para continuar atacando a Argentina porque hay un debate en Naciones Unidas sobre la reestructuración de las deudas, liderado por el diplomático boliviano Sacha Llorenti.