El nuevo director del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol, Senda, Patricio Bustos, marcó de entrada las diferencias con su predecesor, Mariano Montenegro: «La Marihuana no es. definitivamente, una puerta de entrada a otras drogas».
En los últimos meses del gobierno de Bachelet, el ex director del SML deberá enfrentar el debate por el proyecto de ley que despenaliza el consumo y porte de cannabis.
El Ejecutivo ya envió algunas indicaciones: por ejemplo, fijó en 5 grs el máximo de porte y permite el autocultivo de una sola planta.
Bustos tiene un enfoque de salud pública:
«No soy ni liberal ni conservador. Soy salubrista respecto de este tema y de la integración de las personas. Aquí hay un doble problema: las personas que consumen no son aceptados socialmente y ellos también se sienten discriminados desde el punto de vista de la sociedad. Por lo tanto, mi opinión tiene que ver con construir políticas públicas que ayuden respecto de todo tipo de sustancias y también tengo que defender la postura del Ejecutivo sobre las modificaciones que se están planteando en el proyecto de ley”.
El director del Senda asegura que van a escuchar a todos, pero se tomarán decisiones según lo que muestre la experiencia internacional, científica y la realidad propia de Chile.
Bustos, ex director del Servicio Médico Legal agregó que ninguna legislación en el mundo ha sido permisiva del uso de cannabis en niños, niñas y adolescentes:
“En Uruguay son 18 años y en los estados de EE.UU. se permite a los 20 años. Por lo tanto, aquí no habrá un relativismo”.
Además, señaló que es necesario incluir a las familias en las política públicas preventivas para enfrentar el aumento en el consumo escolar:
“¿Qué cosa no vamos a hacer? Dejar que el problema en Chile sea entre narcotraficante y consumidores. Vamos a ser actores para prevenir el consumo de sustancias dañinas para la salud y para rehabilitar a las personas que consumen”.
Al ser consultado como médico respecto a los posibles daños del uso de cannabis, Bustos explicó:
“Es una sustancia que produce adicción y en algunos casos produce algunos niveles de dependencia. Pero, para aclarar el tema, puesto que hay un debate, no es definitivamente una puerta de entrada a otras drogas. No ocurrió ni en Holanda, ni en Estados Unidos ni ha ocurrido ahora en Uruguay. Los estudios comparativos tienen el problema que si se asocia una caricatura, a propósito de términos que ha usado otra colega —uso terapéutico, marihuana, cocaína, heroína, Sida— es una cosa lineal que no tiene ningún sustento”.
Sus declaraciones marcan un importante quiebre en las opiniones sostenidas hasta ahora por el Senda, especialmente en el caso de Mariano Montenegro, calificado por las organizaciones activistas como un “prohibicionista”.
Bustos marca sus diferencias:
«El Senda no se ablanda ni se endurece. Construye políticas públicas a partir de la experiencia anterior con todo lo positivo que han construido mis antecesores, Conace y Senda. Y esto no es demagogia porque estoy invitando a todos los ex directores y directora para una reunión el 3 de marzo. Por lo tanto, recojo todas las experiencias positivas y lo que han dicho mis antecesores, incluyendo al doctor (Mariano) Montenegro. No soy mejor ni peor que él, soy distinto”.
Legislación comparada
Chile forma parte del 63% de los países (107 en total) que mantiene al cannabis en absoluta ilegalidad (salvo la despenalización del consumo privado y personal), en el resto del planeta hay 52 países (30%) que son más permisivos con el tema: cuatro de ellos la establecen como una droga legal (Holanda, Uruguay, Corea del Norte y Bangladesh), mientras que otros 48 presentan matices en su ilegalidad o la tienen completamente despenalizada.
Países como Estados Unidos, India o Australia presentan variaciones por región al interior de sus territorios.
Aunque en la mayoría de Estados Unidos la posesión y el abastecimiento de marihuana están tipificados como delitos graves, gacias a las facultades que derivan el gobierno federativo de dicho país, desde 2012 hay algunos estados que pudieron modificar sus reglas al respecto.
Tras las campañas electorales de ese año, Colorado y Washington realizaron referéndums que establecieron la legalidad de la distribución regulada de marihuana para usos no necesariamente medicinales.
Hace muy poco, Uruguay causó revuelo a nivel internacional luego de convertirse en el primer país latinoamericano en legalizar la producción y la venta de marihuana.
Esto sucedió en mayo de 2014, -con José Mujica todavía en la presidencia- cuando entró en vigencia la ley promulgada por el Poder Ejecutivo el 24 de diciembre de 2013. El debate sobre esta legalización comenzó con fuerza en Uruguay en 2012 y tardó un año en lograr la aprobación mayoritaria en el poder legislativo.
Holanda es uno de los casos más emblemáticos del mundo. El país europeo es conocidos por sus coffee shops y por tener una de las leyes de drogas más liberal y permisiva, la cual permite no solo el consumo de marihuana, sino también de cocaína, heroína (médicamente suministrada a adictos) y hongos alucinógenos, entre otras sustancias.
Una polémica que, según estipula la legislación holandesa, está basada en cuatro principios:
1) prevenir el uso recreativo de drogas;
2) reducir posibles daños;
3) eliminar molestias que los consumidores pudiesen provocar al resto y
4) combatir la producción y el tráfico.