Daniel Jadue, candidato a la Presidencia de la República, planteó que si es elegido pediría Estatutos de Garantías tanto al Partido Demócrata Cristiano como al Ejército.
Lo que levantó un verdadero escándalo, en que han participado autoridades del agónico gobierno, derrotados personeros de los partidos de derecha, elementos de la ex Concertación, todos con lamentos anticomunistas. Destacaron miembros de la DC, que olvidaron que hace 51 años exigieron a Salvador Allende la firma de un Estatuto de Garantías.
“Defensores de la democracia” de todos los pelajes, han acusado a Jadue de querer obligar a las FF AA a dejar de ser no deliberantes, a apartarlas de su labor profesional.
Por lo que se sabe, no fue Daniel Jadue quien impulsó ni apoyó hace 48 años a las Fuerzas Armadas, encabezadas por generales traidores, en su asalto a la democracia, en su golpe contra un gobierno constitucional. Fueron precisamente los que hoy posan de defensores de la democracia., entre ellos las viudas de Pinochet.
La Democracia Cristiana y el estatuto de garantías
Recordemos el difícil y complicado período, comprendido entre el 4 de septiembre y el 3 de noviembre de 1970.
La «santa alianza» no escatimaba esfuerzos ni medios en sus maniobras para impedir que Salvador Allende llegara a La Moneda.
Los fascistas civiles se organizaron el mismo 4 de septiembre.
La CIA elaboró dos proyectos principales para impedir la llegada de Allende a La Moneda. Sus nombres en clave eran Track I y Track II (Vía 1 y Vía 2).
Para contribuir a su realización, llegaron a Chile 400 agentes de la Agencia en septiembre, que se agregaron a los de la Estación de la CIA, que funcionaba desde antes en Santiago.
El Proyecto Track I fue conocido como «Fórmula Alessandri». Según el Informe Church «consistía en inducir una cantidad suficiente de votos parlamentarios para elegir a Alessandri, en el entendido que éste renunciaría de inmediato, abriendo así el camino para una elección especial en que Frei podría legalmente presentarse como candidato.»
Jorge Alessandri, el derrotado abanderado de la oligarquía, dio su aprobación al plan de la CIA.
El entonces Presidente de la República y la derecha del PDC también apoyaron este camino.
La ciudadanía había dado a Salvador Allende la primera mayoría relativa y la UP había decisión de no dejarse escamotear la limpia victoria. Las fuerzas populares se movilizaban. Actuaban activamente los comités de la Unidad Popular, CUP. Se realizaban actos de apoyo al triunfo de la Izquierda. Especialmente impresionante fue el mitin efectuado en Santiago el domingo 13 de septiembre de 1970.
Allende y el PC por diálogo con la DC
En esa concentración Salvador Allende, según informó revista Ercilla N.º 1834, del 16 al 22 de septiembre de 1970, sostuvo:
«La Unidad Popular no se niega al diálogo con la Democracia Cristiana… Los puntos de duda que pudieran albergar están resueltos con claridad meridiana en el Programa que hemos entregado al pueblo.»
El 14 de septiembre, el Partido Comunista realizó un Pleno de su Comité Central. En el Informe, entregado por Orlando Millas, según escribió Ercilla N.º 1840, de 23 a 29 de septiembre de 1970, se decía:
«El Partido Demócrata Cristiano tiene perfecto derecho, de acuerdo con su gravitación electoral, parlamentaria y política, a participar en este diálogo con la Unidad Popular. Lo que nosotros hemos objetado es que pretenda erigir cualquier especie de monopolio sobre la democracia, que no pretendemos ejercerlo los partidos de la UP y que nos parece que tampoco corresponde que los vaya a ejercer otro partido.»
Dos posiciones en la DC
En el seno del PDC se dio una dura confrontación entre las posiciones de izquierda y de derecha. Según revista Ercilla N.º 1839, de 16 a 22 de septiembre de 1970, Radomiro Tomic, líder de la primera, sostenía:
«El resultado del 4 indica que un tercio se pronunció por el pasado con Alessandri y dos tercios se volcaron por seguir en la acelerada política de cambios estructurales que inició Frei.»
Consecuente con ello, el excandidato democratacristiano, planteó la necesidad de apoyar a Allende en el Congreso Pleno del 24 de octubre, a condición de que éste acepte el Estatuto de Garantías.
Se llamaba así un documento elaborado por una comisión formada por los senadores Prado, Fuentealba y Aylwin; además del vicepresidente del partido Jaime Castillo y el diputado Luis Maira.
Las principales garantías planteadas por la DC eran:
1. Respeto por el Estado pluralista chileno:
2. Mantener el carácter no deliberante de las FF.AA.;
3. Educación pluralista;
4. Funcionamiento de la organización sindical;
5. Garantías administrativas;
6. Precisión de las reformas constitucionales; y
7.Respeto a los principios y organización del PDC.
Todos estos puntos no sólo estaban contemplados en el Programa Básico de Gobierno de la Unidad Popular, sino que eran postulados levantados por los partidos de la Izquierda.
Como una manera de garantizar el cumplimiento del Estatuto, la DC puso como aval a las Fuerzas Armadas y exigió la incorporación de sus demandas a la Constitución Política del Estado.
El lunes 14 de septiembre, el Consejo del PDC aprobó por unanimidad este documento.
A favor de los cambios
En la edición N.º 1840, correspondiente a la semana del 23 al 29 de septiembre de 1970, revista Ercilla informaba sobre dos hechos positivos:
El jueves 17, la Juventud Demócrata Cristiana celebró una Junta nacional, donde se adoptan tres resoluciones:
“1. Nada con la derecha y sus maniobras póstumas;
2. Aceptación de la gran decisión del 4 de septiembre; y
3. Defensa, garantías y condiciones para asegurar la permanencia del pluralismo y la democracia.”
El sábado 19, tuvo lugar el Tedeum efectuado en la Catedral Metropolitana de Santiago. Fue una excelente ocasión para que la Iglesia Católica entregara su opinión sobre el momento que vivía Chile. La homilía estuvo a cargo de Monseñor Vicente Ahumada. En una de sus partes dijo:
“Necesitamos audacia para cambiar lo que se debe cambiar… Hoy no podemos volver la cabeza hacia el pasado a riesgo de llegar atrasados a la hora de las grandes decisiones.”
Un importante acuerdo
El lunes 22, la DC ratificó el Estatuto con una plataforma concreta. Al día siguiente, se iniciaron las conversaciones entre Salvador Allende y los dirigentes democratacristianos.
En el diálogo hubo total acuerdo. Surgió un único problema.
Así lo relata Joan Garcés en el Prólogo de “Propuesta para Chile” de Salvador Allende:
“Una sola excepción: cuando en el transcurso de las negociaciones el senador Patricio Aylwin, y algún otro democratacristiano ansioso de levantar bayonetas al ascenso democrático popular, insistieron en mantener como condición de su voto que el Presidente electo se comprometiera a ceder a favor de la propia cúpula castrense la potestad de designar y remover a los generales, Allende rechazó en redondo aceptar una Jefatura del estado privado de poder tan capital para la vigencia de la democracia representativa.”
Con toda razón llamó la atención a los funcionarios de la ITT la actitud a la ofensiva de la Izquierda.
En el Memo del 17 de septiembre, se le comunicaba al Vicepresidente de la ITT Edward J. Gerrity:
“Allende y la coalición Marxista-Socialista (Unidad Popular) están actuando como si él fuera el Presidente Electo. Están presionando fuerte en todos los frentes para consolidar su magra mayoría de la elección del 4 de septiembre en una sólida victoria en la votación del Congreso. El Partido Comunista de Chile, parte de la coalición UP, dirige la presión. La estrategia es coordinada por la URSS. Hasta ahora el control y disciplina del partido son extraordinarias.”
(*) Historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER.