Uno de los puntos de mayor confrontación entre la defensa de los dueños de Penta, Carlos Eugenio Lavín y Carlos Alberto Délano, y su ex gerente general, Hugo Bravo, es que los dueños del holding aseguran que nunca tuvieron relación directa con el martillero Jorge Valdivia. Que prácticamente no lo conocían, que habían prohibido su entrada al edificio institucional y que todo lo que hizo para las empresas Penta fue siempre a espaldas de ellos. Sin embargo, en la carpeta del Fiscal Gajardo existe un amplio poder del dueño de Penta Carlos Eugenio Lavín al ex martillero Jorge Valdivia para realizar todo tipo de trámites ante el SII firmado en 2009. También figura una rectificación por lo tributos de un bien raíz el año 2006, cuya gestión realizó Valdivia en representación de Lavín.
Entre los documentos entregados por Valdivia al fiscal Carlos Gajardo antes de morir figura un poder amplio dado por Lavín a Valdivia el año 2009 ante la notario María Soledad Santos.
En este se lee: “Que el mandante viene a conferir mandato especial, pero tan amplio y suficiente como en derecho requiera a Jorge Luis Patricio Valdivia (…) para que en su nombre y representación proceda a firmar resguardos y documentos, otorgar recibos, cancelaciones, finiquitos y cualquier otro instrumento que se le exija al respecto”.
Luego agrega: “El mandatario tendrá la total representación del mandante y en consecuencia, podrá usar de cuanta facultad estime conveniente para el mejor y más expedito desempeño de su cometido sin limitación de ninguna especie”. “Trámites de formularios de rectificatorias, modificatorias, recibir giros, declaraciones de renta (…) además autorizo para ser notificado personalmente a nombre del mandante”.
Valdivia falleció en junio pasado de un cáncer terminal, luego de declarar como imputado en la causa conocida como fraude al FUT.
Gajardo lo investigó por sus vínculos con la red de funcionarios del SII de devolvían FUT fraudulentamente y por ser la persona que pagaba al principal implicado, Iván Alvarez, por una serie de rectificaciones de declaraciones de renta que éste último realizó para empresas Penta y sus principales ejecutivos.
Alvarez llegó a manejar las claves de todos ellos y a ingresar directamente al sistema, lo que está legalmente prohibido para un funcionario del servicio.
Los dueños de Penta aseguran que nunca tuvieron relación directa con el martillero Jorge Valdivia. Que prácticamente no lo conocían, que habían prohibido su entrada al edificio institucional.
Sin embargo, la persona que enviaba la documentación tributaria de Penta a Alvarez por mail y por mano, era justamente Valdivia. Según la defensa de Lavín y Délano, ellos despidieron a Bravo justamente por los vínculos con el ex martillero, algo que -según señalan- le habían prohibido.
También alegan que nunca supieron que Bravo usaba a Valdivia y Alvarez en estos trámites irregulares.
Sin embargo, Bravo alega que eso no es cierto y que los dueños del holding siempre supieron quién era Valdivia y qué servicios prestó para Penta.
La gestión del 2006
En la carpeta del fiscal Gajardo también figura otro antecedente entregado oficialmente por el SII.
Se trata de una copia del Formulario N°2835 (del 31 de marzo de 2006) sobre una solicitud de reconsideración del tributo a pagar de un bien raíz ubicado en Las Condes “presentado por Jorge Valdivia en representación de Carlos Eugenio Lavín a la propiedad Administración e Inversiones Convento Viejo, hoy en día corresponde a Inversiones Piedra Roja II”. Actualmente el avalúo fiscal de la propiedad ubicada en calle Camino Mirasol es de 444.500.000 millones de pesos.
En el formulario se ve la letra manuscrita de Valdivia señalando: “Repre: Carlos Eugenio Lavín. Bosque Norte 0440, piso 15. Nota: Solicité telefónicamente plano Arqu. Representación y poder simple”.
El poder sin firma
Otro documento que está en la carpeta de Gajardo es un poder de Délano a Valdivia para actuar ante el SII “a efectos de presentar formulario de condonaciones de intereses y multas girados en Form. 21”, pero que no posee firma.
Estos documentos cobran especial interés en medio del juicio laboral, donde lo que más ha reiterado Bravo es que sus jefes siempre supieron quién era Valdivia y que éste no sólo realizaba trámites tributarios para ellos, si no que los ayudaba incluso cuando sus familiares caían detenidos gracias a los contactos con la policía del ex martillero.
Ayer el abogado laboral de Penta, Alvaro Pizarro, señaló que los dichos de Bravo son falsedades.
Sin embargo, este es otro de los documentos entregados a Valdivia el 2009.