-La investigación que CIPER ha realizado indica que la Comisión Chilena de Energía Nuclear (Cchen) no ha fiscalizado como debía las exportaciones de Soquimich. Usted llegó a presidir su directorio en noviembre de 2014, ¿qué pasó hacia atrás?, ¿con qué se encontró cuándo llegó?
Cuando se recabó información por parte de esta presidencia se pudo constatar que las autorizaciones tenían un carácter rutinario. Y que no siempre esa empresa (SQM) había entregado toda la documentación que debía exigirse de acuerdo a las condiciones con que fueron autorizadas sus operaciones productivas y comerciales. El tema de los brokers lo estamos resolviendo. Nosotros hemos señalado que no es más aceptable que la autorización diga que SQM le vende sus productos a un broker. Tiene que quedar consignado su uso final. Evidentemente, en la medida en que en el pasado han aparecido brokers como el destinatario final, ahí no ha habido un control absoluto de quién es el usuario final. Eso hoy está subsanado.
-¿Qué rol debe cumplir la Cchen en materia de explotación y comercialización del litio que SQM extrae del Salar de Atacama?
En primer lugar, asegurarse que se haga un manejo apropiado de los salares. En segundo lugar, garantizar a través del envío oportuno de los contratos por parte de SQM, que el usuario final del litio lo va a dedicar a usos que están permitidos por la legislación internacional y la chilena: es decir, que no lo utilice para fines nucleares. Hay que controlar y monitorear el precio de venta, que de alguna manera es un elemento complementario en la certificación de cuál es el uso final.
Ahora, en estas materias, por razones prácticas, el control que hace la Cchen tiene que ser necesariamente documental, en términos que se nos tienen que exhibir los contratos y otros documentos mercantiles que nos lleven a tener la certeza de cuál es el usuario final. Y en caso que haya incumplimiento, esto llega naturalmente hasta la posibilidad de ponerle fin a la autorización. E incluso, la legislación prevé que la Cchen puede proponer al gobierno la expropiación de las instalaciones productivas y comerciales.
-Es decir, el término anticipado del contrato con Soquimich…
Son dos cosas distintas, uno es el término de la autorización para la explotación y otro es la posibilidad –lo que no está sobre la mesa en este momento– de proponer un decreto de expropiación.
-¿Qué efecto tiene esa falta de fiscalización para el interés del Estado, sobre los pagos trimestrales que debía hacer SQM al Estado chileno, además de una renta anual?
Bueno, naturalmente eso no es potestad de la Cchen, pero indirectamente el no cumplimiento de las condiciones tiene eventualmente un daño patrimonial para el Estado chileno, porque se pueden estar exportando productos que contienen elementos de litio que tienen un valor mucho más alto que el producto que se está vendiendo.
-¿Puede dar un ejemplo?
La salmuera, cuyo valor de venta es muy menor si se toma en cuenta el valor que puede tener el litio que ésta contiene. Y como SQM está pagando una tasa sobre el valor de venta, ahí hay un daño patrimonial para el Estado chileno. Por esa razón, interesa conocer -en coordinación con Aduanas- cómo está sucediendo exactamente el proceso de exportación de salmuera que contiene litio. Y ese es un trabajo que estamos profundizando. Hemos creado una unidad de litio dentro de la comisión, cosa que ojalá hubiera existido desde siempre. Ahora es absolutamente imperioso, de manera que vamos a poder garantizar que realmente se cumplan a cabalidad las condiciones bajo las cuales se autorizó la explotación y comercialización del litio.
-¿Existe alguna explicación de por qué no quedan registradas en Aduanas algunas partidas de litio que se sabe han sido exportadas por SQM, como la “solución de cloruro de litio”?
No, no quisiera hablar a nombre de Aduanas. Solo decir que estamos haciendo un trabajo conjunto para poder homologar apropiadamente los criterios que ellos y nosotros usamos de acuerdo a lo que la legislación establece, de modo que ya estamos muy cerca de tener una homologación total, un elemento de control muy efectivo.
-¿Es posible que durante todo este tiempo en que no hubo fiscalización ni controles se haya exportado productos de litio que no son tales y que estos productos hayan salido con otro nombre y código?
Nosotros no tenemos la seguridad de que no haya ocurrido algo así.
-Cuando dice que están homologando ahora los procedimientos con Aduanas, ¿quiere decir que esa homologación no existía antes?
Las distintas administraciones de Aduanas y las de la Cchen han tenido criterios que no han sido uniformes en el tiempo, entonces parece que hubo un tiempo en que Aduanas sí procesaba los documentos de autorización nuestros y periodos en que no. Ahora lo importante es que hemos llegado a la conclusión de que eso no puede funcionar así.
-Eso significa que Aduanas no debiera dejar salir productos que no tienen la autorización de la Cchen…
No debiera dejarlos salir.
-Y lo ha hecho…
Pudo haberlo hecho.
– Según los contratos, la salmuera residual debe volver a los acuíferos para asegurar la sustentabilidad del Salar de Atacama. ¿Quién fiscaliza que eso suceda?
Entre las atribuciones de la Cchen está realizar inspecciones en terreno para velar porque un producto de valor e interés nuclear, como es el litio, esté siendo explotado racionalmente, no se estén provocando pérdidas, y se esté haciendo un manejo de los salares que implique la reinyección, para que pueda haber una recuperación apropiada del mismo. En esa materia, estamos desarrollando una labor creciente. En diciembre de 2015 fue al Salar de Atacama una delegación importante formada por consejeros y profesionales de esta comisión para comenzar…, o retomar una labor de monitoreo en terreno que vamos a ir profundizando en la medida que vayamos teniendo los recursos.
-¿Hace cuánto no se hacían inspecciones a terreno?
Bastante.
Fuente: CIPER Chile