jueves, noviembre 21, 2024
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El Litio como Factor de Interés Nacional

El creciente mercado del litio, el auge de las energías limpias, el rol corruptor que ha jugado el principal extractor del recurso y la inmensa oportunidad que significaría para Chile, fueron algunos de los temas expuestos en el seminario “El litio para Chile: de la privatización a la recuperación”, realizado el 28 de junio pasado, organizado por el Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, ICAL.

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El evento contó con las exposiciones del diputado del Partido Comunista (PC), Daniel Núñez; de Valentina Durán, asesora del Ministerio de Minería; y de Miguel Soto, secretario general de Constramet (Confederación de Trabajadores Metalúrgicos).

En la oportunidad se reflexionó sobre los motivos por los cuales es imprescindible retomar el control de la extracción del litio en el país, desde el punto de vista de las oportunidades, sociales, económicas, de desarrollo e industrialización del país, y se planteó que hay que dar el paso de declarar de interés nacional al litio, así como a la empresa Soquimich (SQM) que perteneció al Estado y fue privatizada durante la dictadura.

En las exposiciones se planteó la necesidad de que una empresa estatal se haga cargo del tema de explotación y trabajo con este mineral y se describieron varios de los factores que hacen del litio una materia prima estratégica.

Miguel Soto, secretario general Constramet

Hoy día el desarrollo tecnológico hace que el litio se convierta en un potencial energético importante, a partir de la producción a través de las salmueras que tiene una alta rentabilidad. Para producir las salmueras y para sacar el litio en el Norte, el noventa por ciento de la energía que se ocupa es natural y eso hace que los costos sean desproporcionadamente bajos en comparación al producto y a la forma en que se vende.

Por ejemplo, SQM tiene un costo solo de dos mil dólares por tonelada de litio; si lo comparamos con China, que parte de los tres mil trescientos hasta los cinco mil quinientos dólares en su costo, nos damos cuenta la desproporción que existe en términos del mercado en este campo.

Más allá de la producción de litio, a través de las baterías, está el hecho de que el litio a través del almacenamiento estático puede resolver grandes problemas que se tienen de energía en Chile y en otros países. De ahí que nosotros siempre hemos sostenido que es necesaria la nacionalización de las riquezas naturales de nuestro país por dos cosas: el manejo indiscriminado por las transnacionales y una situación económica que podría solucionarse con el buen uso de este mineral. La sola fundición de todo el mineral de cobre podría solucionar todo el problema de cesantía que existe hoy en nuestro país, por poner un ejemplo.

Hoy, gracias al desarrollo tecnológico, el litio se utiliza para las baterías recargables, para vehículos eléctricos, y eso hace que se transforme en uno de los componentes más importantes en Chile y en América Latina por la concentración que existe.

Además, con el almacenamiento estático podemos resolver todo el problema energético que existe en el continente, de ahí que existe la disyuntiva de la forma de producción que hay en este país, basado en la acumulación y en la participación y distribución de las riquezas. La disyuntiva se expresa en que si seguiremos siendo un país productor de materias primas entregadas a las trasnacionales o damos un salto y esta riqueza se transforma en un avance en un proceso de industrialización.

Nosotros como organización sostenemos, además, que nunca será posible que Chile sea un país desarrollado, sino desarrolla su industria nacional, por lo tanto, en esa perspectiva es la única forma que exista una mejor distribución de la riqueza. Por lo tanto, sostenemos que hoy con los elementos que existen en el país -la Universidad de Antofagasta tiene estudios sobre el tema- es posible que una empresa nacional o el Estado, a través de Codelco o a través de la creación de una nueva empresa, se podría desarrollar un entidad a cargo y que tome el control de la situación del litio.

Tenemos preocupación porque hoy el Gobierno, a través de Corfo, ha extendido el contrato o la concesión a Rockwood Lithium hasta el 2027. Por otro lado, la gran preocupación nuestra es que las empresas transnacionales no respetan la situación del medio ambiente, y el litio tiene una situación que es importante tener en cuenta. En comparación con la minería metálica tradicional tiene enormes ventajas respecto de la forma de producción, porque no incurre, como la gran minería, en destrozar montañas o en contaminar, y en comparación al tema del agua es competitivo, porque el gasto de agua de la gran minería metálica es más de novecientos veinte por ciento en comparación con la extracción de litio.

La extracción de litio en el Norte es absolutamente fácil, se extrae como salmueras  y se instalan en piscinas para la reacción solar y sacar posteriormente el litio y enviarlo a plantas para transformarlo en carbonato de litio. Bajo esa situación, los que tienen el control generan una serie de condiciones que nos preocupan y, por lo tanto, cuando nos dicen que el nuevo contrato con Rockwood es ampliamente mejor, nos parece que sí, es bastante mejor, y no puede ser de otra manera, porque desde 1999 la gran minería ha realizado estudios para contrarrestar precisamente aquellas discusiones que se generaban en la propia Naciones Unidas respecto del desarrollo sustentable.

Además, todos conocen que estas empresas, especialmente SQM, se han transformado en empresas que transgreden todo tipo de normas y en centros de corrupción, de ahí que para nosotros en importante que exista una renacionalización, porque estas empresas fueron estatales, se tras-nacionalizaron  o se privatizaron en las décadas de los ochenta y noventa, por lo tanto no se está expropiando nada que no hubiera pertenecido al Estado chileno o que no pertenezca hoy desde el punto de vista de la Constitución.

Nosotros creemos que esto ayudaría a revertir una situación que en términos de corrupción abarca todos los sectores, incluido el movimiento sindical, a partir del control que ejerce SQM en los sindicatos, ya que no se pudo evitar que existiera. Se trató de intervenir al máximo la organización el movimiento sindical y por eso es que nunca ha habido un contrato colectivo. Una de las federaciones que intentó hacerlo inmediatamente fue aniquilada y todos los socios de ese sindicato fueron despedidos o amenazados de despido.

Hay que hacer un esfuerzo y seguir debatiendo todos estos temas, por ello celebramos la iniciativa del diputado Daniel Núñez de calificar al litio y a SQM como interés nacional, y esperamos que las otras iniciativas que duermen en el Congreso también sean debatidas, aunque sabemos que no son tratadas por el alto interés que estas empresas generan. Por lo tanto, desde esa visión creemos que es necesariamente pertinente que la industria y la riqueza de un futuro, que aún no podemos dimensionar, quede en manos y con el control del Estado.

Valentina Durán, abogada, asesora del Ministerio de Minería, fue integrante de la Comisión Nacional del Litio

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El litio brinda la oportunidad de repensar nuestra conexión con los recursos naturales, por eso debemos encaminarnos en una nueva política para el litio y la gobernanza de los salares.

El litio se presenta tanto en salmuera como en mineral. En Chile somos ricos por el litio que está presente en la salmuera, en los salares del Norte de Chile. El mercado del litio es relativamente pequeño, pero ha ido en aumento, principalmente por el consumo de las baterías de litio para los vehículos eléctricos; para fabricar dichas baterías se requiere de cobre y de litio, ambos recursos que Chile puede ofrecer. La demanda del litio está creciendo de manera muy importante, al igual que su precio.

Chile tiene el 22% de los recursos del litio mundiales y el 52,2% de las reservas mundiales, es decir, lo que hoy tiene valor y se puede explotar. Le sigue Argentina, Australia y otros países.

La demanda del litio ha crecido una tasa anual del 3,8%, gracias al alza de fabricación de vehículos eléctricos, principalmente, y se proyecta un crecimiento de entre un 15 y 18%. Hoy tenemos un 38% de demandas por baterías y se proyecta al año 2025 un 63% de uso del litio en baterías, en relación con todos los otros usos que tiene el litio. El precio del litio ha tenido un aumento sostenido muy sorprendente, lo que es bueno por una parte y por otra parte genera mayor presión a la búsqueda del sustito del litio.

Los líderes mundiales en la extracción de litio son Rockwood Lithium, SQM y Albemarle, las dos principales están en Chile.

Ante esto Corfo plantea un desafío de no perder cierta competitividad y presencia en este mercado, ya que no existen importantes proyectos en carpeta para nuestro país, pero sí existen en Argentina y Australia.

La Comisión del Litio tuvo un trabajo de mucho consenso en los análisis y diagnósticos. No hubo mayor discusión, y después de muchas participaciones y seminarios, llegamos a las mismas conclusiones y eso fue algo muy notable.

Una constatación generalizada fue la ausencia del Estado, la falta de control y de conocimiento de los salares.

Además, hubo consenso en que no se podía hablar de litio si no mirábamos a los salares como ecosistemas frágiles, dinámicos, en los que se encuentra el litio y otros recursos también y donde habitan comunidades indígenas, grupos de personas, por lo tanto había que mirarlo en su integridad y eso fue un consenso.

Otro consenso fue la inexistencia de una institucionalidad que aborde el manejo de los salares. Existen distintas instituciones con competencias en materias de litio y de salares, pero estas no conversan necesariamente entre sí, no tenemos, entonces, una adecuada contraparte por parte del Estado frente a la extracción del litio que está en manos de privados, incluso si es que ésta la realizara el mismo Estado el día de mañana.

Por la naturaleza del litio, que siempre está presente en forma compuesta en esta salmuera que es un ambiente líquido debe ser mirado integralmente y no en forma particular, es muy distinto al resto de la minería. Por tanto, más que una política del litio lo que necesita Chile es una política para los salares.

En cuanto al régimen del litio, se considera que es estratégico y no es concesible, por tanto, la propuesta de la Comisión, ante las presiones de innovación, fue que el litio debe seguir en su carácter de inconcesible, manteniendo su carácter estratégico. Esto, por varias razones, entre ellas, porque el sistema de concesiones mineras vigente no se adapta a la realidad de la salmuera y a la realidad del litio, porque se bombea en un lugar determinado y esto puede afectar al resto del salar, por lo tanto la lógica de las concesiones no nos sirve para ordenar la extracción del litio.

También, se discutieron una serie de reformas legales, por ejemplo, si se debían declarar no concesibles todos los salares; frente a ello no se llegó a un consenso. Otro debate generó la opción de poder expropiar las pertenencias posteriores a 1979. En lo que sí hubo consenso fue en generar un proyecto de gobernanza para todos los salares, pero no tuvimos suficiente tiempo para determinar cuál es la figura en definitiva para la gobernanza de todos los salares necesitan, pero claramente la figura tiene que nacer de un proyecto de ley.

La futura figura de gobernanza de los salares actuará como contraparte del Estado frente a las empresas que explotan los salares sean cuales sean, con el objeto de generar conocimiento de estos salares y poder generar políticas públicas que permiten un adecuado aprovechamiento del litio y también de los otros minerales que están en la salmuera, como el potasio, el boro y el magnesio. Esta gobernanza de los salares es la que debiera definir cuáles son las condiciones para que un proyecto productivo se instale y velar por la sustentabilidad de los salares.

Como solución a corto plazo se propuso la creación de un Comité Corfo, que es lo que finalmente se creó, para partir con esta discusión de gobernanza de los salares en un espacio que tuvieran que reunirse los principales actores públicos con competencias en materia de salares.

La otra propuesta muy relevante fue la necesidad de tener una empresa pública dedicada al aprovechamiento de los salares, inicialmente, del litio. Esta empresa no necesariamente se debe crear, porque también se planteó que era posible que alguna de las filiales de las empresas públicas actualmente existentes se dedicara al aprovechamiento de los salares.

Para poder llegar a ello, primero hay que avanzar en los temas de valor compartido con las comunidades que están en torno a los salares, con las regiones donde se ubican estos recursos, luego proponer instrumentos que aseguren la investigación, esto como algo urgente, mejorar el plan de investigación que existe en el país, tanto del recurso y la forma de explotación, como  sobre el valor agregado que se le puede dar a la producción de litio, promover desarrollo tecnológico asociado al litio vinculado al desarrollo energético de Chile, se vio que había una gran sinergia entre el potencial energético de Chile, en especial, el potencial solar y el aprovechamiento de los salares y del litio en particular.

También, se recomendó a Corfo no ampliar ni renovar los contratos actualmente existentes en el salar en los términos actuales. Esto es una síntesis de lo que propuso la Comisión del Litio.

Pero ¿qué pasó con esto? Hubo un trabajo del Comité de ministros económicos y un trabajo del Ministerio de Minería, y en enero del 2016 la Presidenta Michelle Bachelet, en un acto, recogió la propuesta de la Comisión en términos generales y anunció en un discurso la voluntad de mantener el carácter inconsecible y estratégico del litio, de recoger la mirada de los salares -sobre los salares más que sobre el litio- y la necesidad de avanzar en una gobernanza de los salares para darle un mayor rol al Estado y la propuesta de tener una empresa pública para el litio encargándole a Codelco un modelo de negocios para el litio. Con estas medidas de corto plazo se está dando impulso a generar una política del litio y de gobernanza de los salares.

El Comité Corfo que se creó ya lleva tres sesiones y ha sido bastante productivo, tiene como objeto tener un espacio donde estén los fundamentos y antecedentes necesarios para definir una política nacional para la gobernanza de los salares, la idea de impulsar el sector y resguardar los salares, promover la generación de valor desde la producción y mejorar la fiscalización de los proyectos.

La Presidenta Bachelet le pidió especialmente a Codelco estudiar un modelo de negocio y un socio estratégico que le permita en una primera fase desarrollar la explotación del litio en un par de salares, esto está siendo visado por el Ministerio de Minería y tiene un plazo acotado.

En 1976 se declaró al litio como una sustancia de interés nuclear, en 1979 se reservó para el Estado el litio, por exigirlo el interés nacional y esta reserva para el Estado se consideró a excepción de las pertenencia que estuvieran ya constituidas o en trámite antes de 1979, es decir, que esta reserva del Estado opera para todos los recursos posteriores a ese año. En 1982 se declaró al litio como no susceptible de concesión minera.

Por lo tanto, puede ser explotado por el Estado y sus empresas, por eso el Ministerio de Minería le ha señalado a Codelco que mire todos los recursos que estén en manos de privados. El sector privado puede explotar el litio cuando tenga concesiones administrativas -que no es lo mismo que las concesiones mineras- o contratos especiales de operaciones con el Estado. Y pueden explotar el litio los titulares vigentes previos al año 1979.

Desde la Comisión del Litio se estima que Chile posee ventajas comparativas que van más allá del Salar de Atacama, frente a la presión de nuevos proyectos hay una sensación de urgencia, hay una alta demanda del litio a nivel mundial y el país no se puede quedar atrás. El Gobierno también promueve el aumento de la oferta nacional del litio, a través de la asociación público-privada.

Daniel Núñez, diputado PC

Quiero resaltar dos aspectos. El primero es que, efectivamente, el litio tiene un potencial -a diferencia de otros minerales- que es fundamental. Estamos convencidos de que lo que está pasando en la economía chilena no es culpa del proceso de reformas que se están llevando a cabo, sino que ocurre que hoy las economías en el mundo están entrando en una fase de estancamiento, donde las economías crecen muy poco después de un boom de buenos precios en las materias primas, no solo del cobre y del petróleo.

En Chile estamos viviendo eso, un agotamiento del tipo de modelo y estamos llegando a un límite de la sobrevivencia de la naturaleza que tiene nuestro país. Ejemplo de esto es lo que pasó en Chiloé, donde la industria salmonera ha sido saturadora del uso de los mares interiores y eso se mezcló con fenómenos naturales y desató una crisis social.

Chile no crece, entre otras cosas, porque las posibilidades de negocios no son las mismas que existían al inicio del periodo y si nosotros pensamos que la única forma de crecer es teniendo este tipo de modelo, vamos a llegar a un punto de colapso.

El litio, frente a este escenario, es un recurso que tiene otra forma. No es que el litio en si tenga valor agregado, pero sí el uso del litio con valor agregado, y ahí es donde tenemos la riqueza. Por lo tanto, el punto no es solo el valor del litio como insumo, sino el valor de los productos finales que se hacen con litio, todos los aparatos electrónicos que utilizamos diariamente tienen litio en cantidades pequeñas, pero gracias a eso ha crecido el mercado y se estima que crecerá aun mas con la fabricación de autos eléctricos en Europa.

Hay marcas de automóviles que ya se han propuesto fabricar un 40% de autos eléctricos, por ejemplo Rockwood en cinco años más tiene previsto crear alianza con una gran planta que fabrica baterías eléctricas, quienes están buscando asegurar la materia prima para fabricar esas baterías a un precio razonable.

Hay también una segunda industria que es menos espectacular en la forma, pero es muy importante: el uso de energías renovables. Pero tienen un pequeño problema, tanto la eólica como la solar, y es que no tienen un flujo constante como lo tiene, por ejemplo, una central hidroeléctrica. Eso significa que el flujo eléctrico no es continuo, para ello lo que se está experimentando, y creo que ya está muy avanzado, son los acumuladores de larga duración hechos de litio y eso se fabricaría a gran y pequeña escala. Tengo entendido que en Antofagasta ya se están usando estos acumuladores de litio.

Si uno piensa que el petróleo en algún momento se va a agotar, se consolidarían las energías renovables y la posibilidad que nosotros como país tenemos de innovar en esta materia, de generar experiencias nuevas, es tremendamente significativo, viendo que en nuestro país se está avanzado en materia de energías limpias.

Además, coincide que en la Cuarta Región, mi zona, se instaurarán Centros de Formación Técnica públicos, lo que ayudará a formar técnicos para fiscalizar el auge de estas energías en la región, ya que actualmente vienen técnicos españoles, no ingenieros, son técnicos, y ahí hay un potencial tremendo.

Esta es una posibilidad de aspirar a un tipo de modelo económico distinto, donde podamos comenzar a innovar en el tema del valor agregado que nos pueden vincular estas industrias.

¿Pero qué pasa con el litio en Chile? Aquí llegamos al problema que nos ha mantenido preocupados como bancada parlamentaria del Partido Comunista y de la Izquierda Ciudadana, porque aquí es donde viene lo escandaloso y vemos lo que pasa con la empresa Soquimich y también con su dueño, Julio Ponce Lerou, que ha incurrido en todo tipo de acciones dolosas.

Si uno hace el currículo de Soquimich, termina haciendo un prontuario donde faltan páginas. Voy a comentar solo algunos: el Caso Cascadas, que fue generado por Ponce Lerou a partir de los recursos que ha ganado y de las sociedades que tiene Soquimich, vendía caro y compraba lo mismo barato, pero en ese proceso perjudicaba a una serie de inversionistas privados, entre ellos a las AFP. Un segundo caso escandaloso es la fallida negociación del litio con Corfo hecha bajo el Gobierno de Sebastián Piñera, con un subsecretario de Minería, Pablo Wagner, procesado por el Caso Penta, y que incurrió en todo tipo de faltas a lo que son las normas mínimas de arbitrariedad, donde una empresa que tenía juicios con el Estado se ganó la licitación, cuando en las bases se determinaba que no podían participar aquellas que tuvieran juicios con el Estado.

Otro caso es la famosa ley Contesse, situación que tiene imputado por cohecho a Pablo Longueira, en ese minuto senador y posterior ex ministro de Economía de Piñera. Con tan solo esos tres casos estamos hablando de una empresa que pareciera que utiliza más tiempo pensando en cómo estafar, en cómo defraudar al Estado y a la competencia, en vez de producir.

Corfo demandó a Soquimich por el incumplimiento de un contrato que es tremendamente ventajoso para Soquimich, un contrato que en 1998 fue mal hecho por Corfo, y con la demanda se busca poner fin a ese contrato y que SQM se retiré del Salar de Atacama, pero lo que se comenta es que eso es casi imposible que ocurra, y finalmente puede que le cursen una multa.

Además, Soquimich se dedicó a hacer financiamiento ilegal de la política a diestra y siniestra, por montos de entre mil y tres mil millones de pesos destinados solo a financiamiento ilegal, con un solo objetivo: tener políticos dóciles a sus intereses.

Además, anunció que aumentará la extracción de litio porque se convirtió en un buen negocio, o sea, está aprovechando de sacar todo el litio que pueda y bloquea la posibilidad de que otro pueda hacerlo, esa es su forma de operar, eso refleja la urgencia de actuar para regular esto.

Frente a ello, nosotros consideramos que esta empresa en el principal agente corruptor y desfalcador que haya conocido la historia reciente de Chile y para defendernos de ellos, como bancada hemos propuesto tres iniciativas al Parlamento.

Nos parece urgente que el Estado suspenda cualquier solicitud para explotar salares que incluyen al litio en las dos figuras que tenemos legalmente, que son las concesiones administrativas y los contratos de operación especial. En las condiciones en que estamos, permitir que las empresas privadas sigan explotando el litio, nos parece una irresponsabilidad de parte del Estado y es absolutamente contrario a la voluntad de crear esta Comisión Nacional del Litio.

Las resoluciones de la Comisión nosotros las compartimos, nos parece que se hizo un esfuerzo serio y responsable, pero sí debemos decir que estamos preocupados, porque al ritmo que vamos terminaremos con una empresa estatal de aquí a quince años. En esto, sino somos capaces de actuar con premura, lo que va a ocurrir es que ante la fuerte demanda serán otros países los que adopten más beneficios, quizás Argentina o Bolivia.

Hace pocos días Codelco anunció que no estaba en condiciones de dar su propuesta en cuanto al modelo de negocios para explotar el litio y lo postergaban para el año siguiente y eso nos parece que es grave porque todos los estudiosos dicen que una vez tomada la decisión, cuando se dice “por aquí vamos a ir con la explotación”, el montar el proyecto, demora entre cinco y siete años.

Nos parece que frente al litio debemos actuar con mayor velocidad, porque cada minuto que pasa mejoran las condiciones y ventajas de las empresas privadas que extraen el mineral no metálico. Es grave postergar para el próximo año las decisiones claves de la nueva política nacional del litio, el Estado no puede seguir dilatando el nuevo modelo de negocios y al socio estratégico.

Nosotros como bancada del PC-IC hemos solicitado una audiencia con el director de Codelco para sincerar si es que la entidad está en condiciones de hacerse cargo del estudio y para pedir explicaciones sobre el anuncio.

Además, presentamos en el Congreso un proyecto de ley para que el litio y la empresa Soquimich sean de interés nacional, esto es un concepto jurídico y tiene un antecedente muy concreto, ya que fue uno de los elementos utilizados en 1971 previa nacionalización del cobre. Lo que estamos diciendo es que cuando se declara de interés nacional queremos indicar que el interés común está por sobre el interés privado, por lo tanto a la propiedad privada se le establece un límite en esa actividad.

Si bien tiene una importancia estratégica, ese carácter estratégico tiene que ver con la geopolítica de la seguridad nacional implantada por la dictadura militar, donde ellos veían el peligro de que ese elemento fuera utilizado para fabricar armamento nuclear, ése es el origen del carácter estratégico, no es un origen pensado en el patrimonio del país. Eso nos parece importante pero insuficiente y más creemos en el concepto de interés nacional, que entrega más capacidades y herramientas al Estado chileno para regular esta actividad económica.

Soquimich, aparte de explotar el litio, se ha dedicado a patentar en forma irregular los derechos de agua de todo el Salar de Atacama, aun cuando no los usa, con un solo objetivo: impedir que otra empresa los utilice, ya que se requiere agua para la explotación y no la podría utilizar otra empresa.

Si Chile quiere explotar el litio tarde o temprano se tendrá que asociar con empresas privadas o transnacionales. El punto es que si lo hace, cuente con las herramientas para llegar a una buena negociación con soberanía. Para ello, la figura de interés nacional es un  soporte.

Nosotros queremos decir, además, que si la empresa Soquimich mantiene este comportamiento, con cualquiera de los dos hermanos Ponce Lerou a la cabeza, el Estado de Chile tiene que tener las herramientas para defenderse y una de ellas es la expropiación.

Fuente: ICAL

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