El ex senador se encuentra trabajando en una propuesta con un movimiento, la que será socializada el 11 de abril en Valparaíso. En esta entrevista “barre”, como dice, con todos los políticos que actualmente están manchados por la corrupción. Y además vuelve a enfatizar en que el proceso judicial que lo condenó a 5 años de presidio efectivo por abuso sexual de menores fue completamente irregular. “Quién sea que haya tenido dudas, y lee mi libro, me ha pedido disculpas”, asegura.
“La lógica de esto es ‘barrer’. Barrer con la corrupción, con la incapacidad, barrer con los partidos políticos que le han demostrado al país que solamente les interesan sus propios problemas y no los intereses de la gente”. El ex senador Jorge Lavandero se muestra totalmente activo y asegura haber pasado los últimos 4 años recorriendo “pueblo por pueblo, facultad por facultad de universidades y sindicato por sindicato”.
Pese a lo que se podría pensar de este ex parlamentario, hoy de 85 años, su agenda es intensa. Insiste en que “me sacaron de mala manera, pero no lograron matar mi espíritu y he seguido colaborando. Estuve y estoy decidido a no participar en ningún partido político, que están llenos de corrupción. Sigo luchando intensamente, hasta con tres reuniones semanales. Intensas. Un ritmo mayor al que tenía como senador, pese a que era trabajólico”.
Lavandero –quien fue condenado a 5 años de prisión efectiva tras un juicio abreviado que él califica como profundamente irregular, por abuso sexual– ha sido testigo como gran parte del país de los casos de corrupción en la política y las investigaciones de presunto financiamiento irregular. Ante todos estos casos se atreve a elaborar una teoría:
“Si se fijan las fechas que hay, donde comienza en profundidad la corrupción es desde el 2005 (año en el que comenzó su condena el 19 de julio). ¿Y por qué no antes? porque antes teníamos un verdadero muro, con un grupo de asesores que tenía yo en el Congreso. Fui elegido cuatro veces diputado y cuatro veces senador, y desafío que una sola persona, una sola, pueda decir que me entregó un peso, incluso bien habido. Hoy vemos que todos han sido sobornados”.
Durante todo ese tiempo, Lavandero estuvo elaborando una propuesta, la que hace 6 meses fue tomada por el Movimiento Recuperemos Chile, con quienes ha estado trabajando.
“Es todavía un borrador, porque hay que mejorar el orden que hay allí en estos planteamientos, por su importancia. Soy una persona que me he comprometido a liderar este movimiento, pero no a ser candidato, porque aún puedo ser elegido y elegir, pero no tenemos que plantear los problemas personales primero, sino que los objetivos son más importantes”.
Sin embargo, cuando se le insiste respecto de la condena en su contra, si acaso pudiera generar resistencia en las personas que quieran acercarse al Movimiento Recuperemos Chile, el ex parlamentario reitera:
“Hubo una campaña de los medios de comunicación, tan feroz, que tanta gente que no lee se quedó con esas imágenes. Hasta el propio juez de la causa, el ministro de la Corte de Apelaciones de Temuco, Héctor Toro, al momento de jubilar, declara ante El Austral que el juicio que se me inició fue absolutamente irregular”.
El recorte de prensa que cita el ex senador, del 4 de mayo del 2014, en el diario Austral, indica respecto del caso que “a nivel judicial se dio por acreditada la concurrencia de un hecho que constituía delito, abusos sexuales, tocaciones”.
Sin embargo, el ex magistrado precisa que “se aplicó condena (en contra de Lavandero) en un contexto muy particular, era un personaje muy especial y al que se le dio mucha prensa. Ahora, se mueven muchos intereses en la sociedad y él fue un proclamador de un poco de justicia para el país con respecto a la relación con las grandes mineras. Ello hizo que se echara una gran cantidad de gente poderosa encima, y eso influye. (…) Sin duda hubo una gran publicidad de este caso, que es una cuestión a mi parecer absolutamente cotidiana”.
La historia de cómo Lavandero ve el proceso en su contra está plasmado en “Asesinato de imagen”, que puede bajarse en el sitio web del otrora parlamentario. Sobre los dichos de Toro, el ex senador indica en su libro que “la parte de la entrevista de un juez, que como todos, dice las cosas entre líneas, aun así es claro, y sobre todo porque tuvo el valor, después de casi 10 años de decir su verdad sobre mi caso. Hay que destacar que lo dice el propio juez a cargo de mi caso”.
Independiente de todo, Lavandero plantea a El Dínamo que, quién sea que ha tenido dudas respecto de él, y ha leído su libro, le ha terminado pidiendo disculpas. Esto, de acuerdo al ex DC, porque las personas “nunca se habían imaginado que podría haber ocurrido tal perversidad. Yo me gané adversarios muy poderosos. Todo por tratar de hacer un poco de justicia para todos los chilenos. Influyó en el Poder Judicial y esto lo dice el juez de la causa y están los testigos que usó Xavier Armendáriz (ex fiscal regional Oriente) que declaran ante notario, que Armendáriz les pagó gruesas sumas de dinero para que declararan en mi contra. Una menor, que decían que había sido abusada, declara finalmente que apenas me conoce, que nunca la he tocado. Es perverso. Pero la mentira tiene patas cortas”.
“En el libro están con nombre y apellido los autores intelectuales. Están todas las contradicciones, de cómo sobornaron a mi abogado, por ejemplo. Y ninguno se ha querellado en contra mía”, asegura.
Los planteamientos trabajados por Lavanderos fueron tomados hace 6 meses por el Movimiento Recuperemos Chile, y pese a que asegura que estos aún son incipientes, se muestra confiado y determinado a poder recuperar, a través de esta organización, lo que llama la democracia real.
“Es el pueblo por el pueblo y para el pueblo. Lo dijo Lincoln. Es lo que queremos hacer realidad”, asegura.
Desde esta tribuna, Lavandero lanza sus dardos a toda la política chilena. Él asegura que “la corrupción es transversal. La mayor corrupción la han tenido la Democracia Cristiana, los partidos de la Concertación o Nueva Mayoría, y la Derecha. Lo más grave, además de esta corrupción material, que en sí es muy grave, es la corrupción ideológica. Ningún partido hoy es lo que dicen ser. La existencia de un partido ya genera una desconfianza del pueblo de Chile, pero es por eso que el objetivo central es barrer la corrupción en el PPD, en la DC, en el PS, en todos los partidos y por cierto en la Alianza. También la corrupción está dentro de los municipios y en el empresariado”.
El 11 de abril tendrá lugar una reunión del Movimiento Recuperemos Chile, donde se discutirán los planteamientos que Lavandero entregó a la organización. Esto será en Valparaíso, y posteriormente el 15 del mismo mes se reunirán en Temuco.
Pero las ataduras institucionales en Chile hacen difícil que los cambios se generen fuera de los partidos, por lo que para Lavandero, lo primero es “restablecer las confianzas. Si este movimiento genera confianza, se convertirá en partido, porque lógicamente la política sana es con partidos sanos. La política corrupta, la politiquería, es con partidos políticos corruptos, con organizaciones corruptas. Tenemos que transparentar las acciones y los que hemos sido limpios, limpios de alma y de bolsillos, tenemos que hacer un esfuerzo para que este país se gobierne honestamente y como corresponde en una democracia para las grandes mayorías, donde evidentemente está el pueblo. No somos revanchistas. Los que vengan a este movimiento, da lo mismo que hayan tenido pensamiento de izquierda, de centro y de derecha. Hay un objetivo concreto que estamos planteando, como es un cambio constitucional, ni impuesta por la Dictadura”.
Ninguno de los actuales presidenciables están a la altura para Jorge Lavandero:
“Usted ve que todos ellos están en el basurero de la corrupción, entonces yo creo que quienes han demostrado que pueden ser sobornados por los grandes conglomerados económicos y las grandes empresas no pueden ser candidatos en modo alguno. Hay que buscar gente limpia. Honesta”.
Además, sobre liderazgos jóvenes, como Camila Vallejo, Giorgio Jackson y Gabriel Boric, también se muestra un poco cauto, ya que “son gente que hasta ahora no aparecen como corrompidos. Yo creo que tienen otra visión, y si ellos pueden apoyar un movimiento de esta naturaleza, sería bueno que lo hicieran. Algunos que pertenecen a algún partido político son esclavos de los dictámenes, versus su propio proceso, porque también los partidos dan instrucciones… ya sea para favorecer militantes o ya sea para favorecer a su propio partido”.
Las definiciones de Lavandero, a título personal, están claras. Por ejemplo, insiste que Chile está rezagado en materia de aborto actualmente. “Es una sociedad absolutamente injusta que quiere descansar sus principios sobre una persona que no es cristiana sino que está en un problema atroz. La iglesia está equivocada. Debe dejar la libertad de conciencia. Yo soy partidario de los tres temas (causales), soy contrario al aborto, pero habría que entregar los recursos a fin de que se tenga que enfrentar ese 40% de abortos que se hacen clandestinos cada año. Es hipocresía de la derecha y de la iglesia”.
En tanto, el ex parlamentario considera que el matrimonio está hecho para un hombre y una mujer. “Corresponde otra situación, que es la que se ha creado. Hay que ser tolerante, pero no así. Soy tolerante y creo que es bueno que exista ese vínculo, pero el matrimonio es un vínculo para procrear familia, no para gente que no puede procrear”. Pese a esto sí estaría de acuerdo a que adoptaran niños. “Es mucho más normal que lo haga un hombre y una pareja porque entrega visión desde el aspecto pleno de la vida. Pero no creo que haya dificultad para que pueda adoptar”.
“Es erróneo decir que es mi regreso. De los partidos políticos me fui, pero de la política no. La política es el arte de gobernar, la polis es la ciudad. Ningún chileno, ninguna persona puede estar ajena a la política. Si hay una familia, que no tiene trabajo, esa familia está enferma. Qué es lo es la sociedad. Si hay familias que están mal, ese país está enfermo. Buscamos sanar esa familia, sanar esa sociedad. La política es una situación noble cuando se dedica resolver los problemas grandes de las grandes mayorías y es corrupta cuando se usa para resolver los problemas personales para erigirse en una autoridad que se olvida de quién lo eligió”, concluye el ex parlamentario.
Fuente: El Dínamo