El Instituto Nacional de Estadísticas, INE, liberó el reporte sobre cifras de desempleo, trimestre móvil septiembre a noviembre 2020, que podríamos considerar el periodo de recuperación de la economía.
Los datos nos dicen que hemos llegado a un desempleo de 10,8%, el cual está fuertemente incidido por los efectos de recuperación que han tenido ambos retiros del 10% de los fondos pensiones, pero además por el ciclo de aumento de empleo en tiempos estivales.
La participación en el mercado laboral ha subido un 1,2% con respecto al trimestre móvil anterior y la ocupación en el mercado laboral a subido 1,6%, lo que explica la disminución de la desocupación en -0,8%
La tasa de subutilizacion 3 que mide el verdadero desempleo en estas condiciones, está en 22,8%, reflejando el impacto de la crisis en la clase trabajadora.
Si vemos la calidad del empleo que se ha creado, vemos que 186.010 empleos de los 249.000 creados son informales, un alarmante 74% de todos los nuevos empleos.
Esto se suma a los empleos creados en los meses anteriores donde la composición de informalidad llegaba al 68%. Estamos saliendo de la crisis con empleos de baja calidad, sin seguridad social y de fácil destruccion.
Esto indica además que no se están creando empleos productivos, por lo que el efecto del empleo sobre el crecimiento económico se tiende a diluir, pero además es esperable que en una segunda ola con medidas de confinamiento se pierdan rápidamente, sería un espejismo de empleo.
Además, son empleo de bajos salarios impactando en una baja intensidad en la demanda agregada del país, por lo que es esperable que no se detenga la oleada de pérdida de empresas en los próximos meses.
Las políticas de creación de empleo vía subsidios que propone el gobierno no lograrán revertir esta tendencia, necesitamos un plan de reactivación con fuerte inversión pública el 2021 si queremos efectivamente crear empleos de calidad, el problema es que la ejecución de inversión pública el 2020 fue de tan solo 68%, demostrándo que este gobierno no tiene las capacidades para afrontar la crisis.
Finalmente, un aumento del periodo de vacaciones y una disminución de las horas de trabajo semanales podrían resultar en la creación efectiva de empleo de calidad.
(*) Economista, integrante del Taller de Análisis de Coyuntura y Tendencias.